EIGHT

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A lo mejor si que había, pero también puede que hubiese sido un asesinato producido por alguien, o incluso me atrevería a decir que podría estar viva. No perdía la esperanza, decidí dejar a un lado ese tema, ya que tarde o temprano, terminaría por volverme loco.
Me dirigí a la cocina de la casa de mis padres, y me serví un zumo de naranja, me senté en el sillón y me puse a ver mi serie favorita, Castle.
Una hora después, me dormí y ya no recuerdo mas, hasta que tres horas después, que me desperté, notaba un olor conocido, me recordaba al de Victoria, su agradable olor inundaba la habitación en la que estaba, y por un momento, deseé con todas mis fuerzas que ella estuviese a mi lado, susurrándome palabras tranquilizadoras, para que todo viviese a ser como antes. Me giré ya que había notado una respiración en mi nuca, me encontré con Victoria, ya empezaba a ver alucinaciones. Me acurruqué en ella, y ella me besó la mejilla, como gesto protector, sé que estaríamos siempre juntos, aunque ella se hubiese ido.
Me di la vuelta para observarla, llevaba puesto un vestido negro precioso, y me miraba con dulzura,parecía tan real...
Observe a mi alrededor, no sabía donde me encontraba, me volví hacia mi mejor amiga, tenía su mano tendida hacia mí, y sujetaba un vaso de agua seguramente, después me susurró...
-Bebe...- segundos después me encontraba bebiendo aquel líquido extraño, no fue por mi propia voluntad eso estaba claro.
Segundos después mi vista se nubló y no vi nada más...

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