Capítulo 1: Vida azul

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—Espero que este año no hayan muchos.

Benjamín Styles, sentado en donde se encontraba, sobre el sofá blanco de la sala en su casa, dejaba al descubierto cierta parte de su cuello, justo donde el dispositivo de facción en un azul tintineante haciendo una aparición cada cierto tiempo había sido inyectado, su etiqueta de por vida, la misma marca que se le ponían a todos cuando tomaban su decisión.

—¿No hayan muchos qué?— preguntó Luke Thompson sentado frente a él sin apartar la vista de su folleto sobre las carreras profesionales en Rulestown.

Era un poco tranquilizador ver lo lento que sus ojos color caoba se movían debajo de las largas pestañas que subían y bajaban casi de manera imperceptible. Ben, por otro lado, guiaba las gemas platas de sus ojos hacía el techo. Ambos en sus cabelleras castañas, ellos podrían parecer hermanos si alguien no los conociera realmente, o si fuera lo suficiente indiscreto para preguntar.

Personas anteriores a los Cinco habían tomado, de las guerras entre homosexuales y heterosexuales, las principales causas de conflicto o argumentos que se exponían de una parte para discriminar a la otra. Entre esos se encontró que el hecho de tener hijos naturalmente hacía creer que las parejas heterosexuales eran “correctas”, mientras que los homosexuales no tenían derecho a ese privilegio. Por ende, para erradicar ese punto en su lista de imperfecciones, decidieron que nadie podrían tener hijos naturalmente, todo parte de "La ceremonia de elección", donde inyectaban un antígeno creado especialmente para evitar embarazos en cualquier habitante que no fueran las biomadres.

Zayn ya había tenido que pasar por esa ceremonia en el último verano, para ser más específicos el caluroso cuatro de septiembre, un día antes de su cumpleaños número dieciocho, aunque su padre hubiera preferido que la decisión fuera tomada antes. No solo porque para él era evidente la decisión de su hijo, sino también por las apariencias que el presidente de la facción azul tenía que conservar.

—Rojos— escupió Ben.

—Los guardias te pondrían a hacer trabajo comunal si te escuchan— le recordó Zayn sin sonar a un regaño, ese no era su estilo, pero tampoco quería a su amigo cosechando a la periferia de Rulestown a kilometros de la Gran Ciudad y las facciones por una semana.

—Y no haremos la tarea por ti, querido compañero.

Luke ya había dejado su folleto a un lado, quizá aburrido de leer o de la charla que sus acompañantes estaban teniendo.

—No creo que nos dejen tarea en la primera semana.

—El anterior curso la profesora Cole, sí— recordó el pelinegro.

—Ella esta desaparecida.

Las palabras de Ben cayeron como agua fría sobre sus dos amigos, ambos abriendo los ojos un poco más de lo normal por unos segundos antes de tratar de asimilar la noticia. No era que Cole fuera la profesora preferida de Zayn, en realidad era con una de las que menos había tenido la oportunidad de hablar, pero de entre todos podría ser la que mejor aura inspiraba, a pesar de ser roja.

—Mi padre estuvo haciendo papeleo acerca de eso, y no es la única, dice que la última semana un azul también desapareció.

"¿Y si se escaparon juntos?". La pregunta a pesar de rogar por salir, no lo hizo, y en vez de eso Zayn se distrajo lamiendo sus labios. Aquello tendría que ser imposible, una roja y un azul huyendo juntos, eso no tenía ningún sentido; a menos que fueran hermanos, pero al pensarlo con cabeza fría y razonable eso tampoco tendría sentido, no cuando tienen la libertad de verse en cualquier parte de La Gran Ciudad, capital de Rulestown, donde rojos y azules tienen igual derecho de caminar por las calles, e incluso en las propias facciones durante los horarios establecidos.

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