Seventeen

901 88 14
                                    

El Charro Negro se había apoderado de Leo, parecía que esta vez no habría algún escape.
-Leo-dijo el japonés con lágrimas en los ojos. El mencionado volteó a verlo con una sonrisa que daba miedo, Kubo tenía que ser fuerte, era el chico que amaba y no iba a dejarlo así.

-¿Me llamaste, lindura?-dijo Leo, acercándose al chico de un sólo ojo, cuando llegó a su lado tomó su barbilla haciendo que éste lo viera a los ojos.
-Leo, basta. Este no eres tú-suplico el chico-Sé que esto está supuestamente en ti destino pero por esa misma razón puedes cambiar...
-BASTA-dijo el ahora charro negro
-¿Es que no lo ves? Ahora podremos tener la vida que querramos y nadie y nada nos detendrá.

-¡No!-dijo el nipón llorando-Sé que a ambos nos han dañado y eso no nos hace sabios. Mucho menos nos da el poder de decidir quién debe morir y quien no.-las facciones de Leo se suavizaron-¿Podemos ser normales y disfrutar? ¿O por qué no me dejas entrar?-Leo lo vio con los ojos cristalizados.-¿No quieres volver a sentir que era tener 17?-dijo Kubo.

-Saldremos a bailar, como te lo prometí. -dijo Leo acariciando su mejilla. -Y le pediré a Teodora que te maquillaje y preste un vestido-el japonés sonrió, el Leo del que se había enamorado estaba volviendo.

-Veremos las estrellas en el pasto-dijo Kubo-Y tú podrás contarme cada aventura que te haya ocurrido y tal vez escribir nuevas juntos.-y le tomó de las manos.-¿Entonces, podremos tener 17 otra vez?
Leo sonrió con lágrimas en los ojos y besó al chico.-Te lo prometo, eres demasiado bueno como para perderte, al menos de nuevo.

Se separó, para después despedir una luz anaranjada que cegó durante un instante al japonés, cuando está cesó Leo yacía en el piso-¿Estás bien?-dijo Kubo postrandose a un lado. Leo abrió los ojos-Mejor que nunca, te escogí a ti.

Kuban One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora