Mirarte

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Yeri se hacía una taza de café en mi cocina.
---¿Mañana es tu día libre?---preguntó caminando hacia mi mezclando con una cuchara.
---Sí ¿Quieres salir?---me acomodé sobre el sofá buscando que ver en la televisión.
---No es eso, mañana Jeonghan te llevará a un lugar.
---¿ A dónde?.
---No puedo decirte te espera en la entrada de tu casa a las 6:30 am---golpeteó la cuchara en la esquina de la taza y la dejó sobre la mesa de centro.
---Tan temprano, bien, seguramente será algo bueno.
Yeri sonrió, esa chica se veía demasiado dulce, su cabello había ya dejado se ser rubio y ahora era mas castaño, un castaño claro que hacía ver su cara de mayor edad.
En cambio yo no quize cambiar mucho, mi cabello negro era mas bien rojizo-café.

---¿Extrañas a tu hermano?---preguntó triste, a ella le afectó eso.
---Un poco, sus bobadas alegraban la casa.

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En la mañana siguiente me levanté temprano, incluso mas que cuando tenía trabajo, tomè una ducha dejando que el jabón se imprecnara en mi piel y que el shampoo hiciera su trabajo; enjuagué todo y salí para secarme con una toalla vieja de hello kitty y me vestí con algo comodo, no tenía mucha ropa y me puse algo limpio ¡Demonios Soo, debes lavar!. Bajé a desayunar, ya no había ningun Taehyung que me quitara la comida, desayuné lo mas que pude.

Justo a las 6:30 sonó el timbre cuando la pasta de dientes se cayó en mi sueter "No importa" mojé un pedazo de papel y limpié eso (las pelusas que desprende no ayudan), mis dientes estaban listos y el timbre no dejaba de sonar. Jeonghan estaba afuera.
---Justo a tiempo---cerré la puerta y enredé la bufanda que estaba en la canasta: en mi cuello; la había terminado en ausencia de Joshua.
---Bien Soo, sube al auto---Jeonghan se había cortado el cabello rapunzel ya no era mas ese chico al que confundían con una chica.
---Tu cabello---le hice notar poniendo un pie en su carro, el entró.
---Sí, está corto ¿Te gusta?.
Negué con la cabeza.
---¿Por qué?---preguntó encendiendo el auto para avanzar por la calle.
---Te resta personalidad.
---Claro que no, sigo siendo un ángel segun mis compañeras de trabajo.
---¿En dónde trabajas? Seguramente son ciegas.
---En una aburrida oficina.
---Anoche soñé con Kibum---solté de pronto.
---¿Y? Al fin te declarabas---respondió Jeonghan. Negué con la cabeza y solo lo miré.
---Extraño a mi Joshua.
---¿Qué ocurrió en tu sueño?
---Nada, solo era Kibum reglandome un anillo de plástico rosa de niña.

Despues de eso no dijimos una palabra en todo el camino, el sol comenzaba a salir, entre mas señalamientos de trancito y semaforos que pasabamos, mas me intrigaba el saber a donde me llevaría, no quería preguntarle y arruinar la sorpresa. La adrenalina que se siente al saber que algo te espera : es emocionante.

Condujo hasta el aereopuerto.

---¿Tu tambien te vas a ir, ò me trajiste a ver los aviones?---cruzé los brazós mirando hacia la ventanilla.
---Ninguna de las dos.
Bajamos del auto. Caminamos hasta la entrada en donde había mucha gente esperando a sus seres queridos. Jeonghan me tomaba de los hombros sonriendo de oreja a oreja.
---Si piensas en hacerme recordar a Joshua, estas perdido.
---¿Quién está hablando de Joshua?.
Esperabamos junto a muchas otras personas que dejaban caer lagrimas de sus ojos, en una media hora mucha gente con maletas caminaba hacia la entrada, ¿Si no hablabamos de Joshua, Kibum era el que llegaría? Claro, Jeonghan sabía sobre mi amor por Kibum, vería denuevo a ese chico vanidoso con un buen estilo al vestir.

---Ahí viene---Jeonghan se inclinó a mi oído.
Busqué por todos lados a Kibum pero no lo lograba ver, miré al lado izquierdo pensando que los pasajeros de Francia llegaban por otro lado.
Una persona tocó mi hombro y voltee bruscamente, tenía frente a mi a Joshua Hong, sentí como si fuera un famoso que anhelaba ver, como si esa persona que adornaba las paredes de una habitación adolescente saliera del papel. No dudé dos veces en sonreír, el tenía el cabello mas obscuro y unos lentes de sol cubrían sus hermosos ojos, algo que extrañaba mucho de el.
Los tres caminamos hasta subir al auto. Tomé asiento atrás con Joshua.
No lo abrazé porque tenía presente que no me había llamado en 7años.

"CÓMO LA VAINILLA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora