Llave

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La casa estaba terminada por
de una semana de trabajo duro.

      ---¡Tae me voy a trabajar!---gritó Joshua en la puerta poniendose los zapatos.
      ---Sí, cuidate---respondí desde la cocina.
Me senté a desayunar en el suelo con la pequeña mesa. Llamaron a la puerta y yo nisiquiera estaba lista para recibir visitas, Jeonghan, Taehyung y mamá eran los unicos que me visitaban con frecuencia desde que que vivía ahí con apenas solo una cobija para sobrevivir; me levanté y abrí la puerta.
      ---¿Qué no sabes que ya es día?---Kibum estaba frente a mi sonriendo.
      ---Sí lo se, pasa, estaba desayunando.
El entró y se sentó en el sillon que adornaba mi habitación en la casa de mis padres.
       ---¿Quieres comer?---le ofrecí.
       ---No. Cambiate rapido---me ordenó. Dí un gran bocado a mi cobima y tragué.
       ---No. Hoy es mi día libre y me quedaré en casa.
       ---¿No quieres ir a comprar tu vestido?---levantò una ceja.
       ---Pensaba en ir con Josh.
       ---Es de mala suerta que el novio vea el vestido antes de la boda.
       ---No sabía ¿En dónde está Arisa?---pregunté sonriendole.
       ---Ahora te preocupas por una de mis novias.
       ---Ella es linda, Nicole era muy...engreída y presumida ¿qué pasó con ella?---tomé los trastos y fuí a la cocina, el me siguió.
       ---Resulta que conseguí una beca para ella pero...los franceses son lindos ¿No?---se regargó en mi estufa mirando los recipientes con sal.
         ---Jamás debí haber sido amable, no cambió en nada, pero yo---lavé los platos---, hice lo que pude. Me arreglaré y aceptaré tu invitación.
       Me miró de pies a cabeza como si fuera algo desagradable.
          ---Apresurate.

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Kibum me llevó a una tienda en donde vendían vestidos de diseñador, no sabía que pretendía hacer porque yo no tenía tanto dinero como para comprar algo de esa magnitud.

      ---Compra algo bonito---me aconsejó con los brazos cruzados mientras miraba conmigo un bonito vestido pero algo anticuado.
      ---Lo haré.
Tardé mucho pero al final terminé admirando un vestido muy bonito, parecido al de las princesas de los cuentos de hadas solo que mas estilisado.
       ---Este es perfecto---lo tomé entre mis manos.
       ---Sí es perfecto---sonrió mirando la etiqueta. ---Bien lo pagaré---sonrió y me lo quitó de las manos.
       ---Debo probarmelo, podría no qudarme.
       ---Bien, pruebatelo---me lo dió y jaló mi mano para encaminarme a los vestidores, el se sentó en un sillón cuando una de las trabajadoras me acercó a mi.
      ---Si necesitas ayuda estaré aquí---dijo sonriendo.  
      ---Sí, gracias.
El vestido no tenía tanta complicidad de poner con excepción de la parte del corset.
      ---Ey tu---asomé la cabeza por la las cortinas del vestidor.---Ayudame.
  La trabajadora asíntió muchas veces con la cabeza y corrió. Tiró de un un listón e hizo un moño.
      ---Te quedó bien, como si estuviera hecho para ti---sonrió.
      ---Gracias.
Salimos y yo tomé el vestido por la falda e hice como si bailara. Al verme con el era como un sueño, era una se sación demasiado hermosa que incluso hasta pude haberme puesto a llorar.
       ---Lo ensuciaras---Kibum sonreía, pero ésta vez un poco mas dulce que de costumbre, yo lo miraba como siempre: con nervios.
        ---Me quedó bien, me lo llevaré---me miré al espejo, verdaderamente estaba hecho para mi.
        ---Te ves...---sonrió y se peinó---,como siempre pero seguramente a Hong le gustará como te ves.

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Caminabamos por las calles y yo llevaba mi bolsa en las manos.
     ---Dime ahora donde está Ari---lo miré.
     ---Trabajando. Es abogada.
     ---¿Tu no trabajas?.
     ---Me ofendes---me areebató la bolsa y buscó el ticket de compra---, mira, ves, tu vestido dice que fue hecho por el diseñador Key---me mostró el papelito.
       ---Eso que tiene que ver con tu trabajo.
       ---Tu vestido es perfecto porque lo diseñó ese Key, porque usó las mejores telas, porque ese Key soy yo.
   Me quedé boquiabierta.
        ---Ahora dime Key, no Kibum, logré mas cosas como Key.
        ---Pero tu eres Kibum, siempre serás Kibum para mi, no Key.
         ---Soo~~.
         ---Bien, te diré Key---acepté.
Seguimos caminando hasta llegar a mi casa. Entré suspirando, Key me hacía sonreir, sentía que volví a tener 14años, seguia teniendo dudas sobre ¿Por qué el vestido me quedaba tan bien?.
  Entré a la habitación y me senté en la cama de Joshua a los pocos momentos ya me había acostado, el olor a él me hacía sentirme a salvo. Guardé la bolsa del vestido con delicadeza en el armario entre mi ropa y salí para prepararle la cena a Joshua; el cocinaba para mi todos los días que yo trabajaba y el se quedaba en casa.

"CÓMO LA VAINILLA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora