Flashback II

1K 62 1
                                    

16 Julio 2005

Ambos niños se encontraban en la orilla italiana de Catania. Ambos construían un castillo, cada uno el suyo, ella lo hacía de forma cuidadosa. Concentrándose hasta en el más mínimo detalle, para hacerlo perfecto. Tal y como se la exigía que hiciera todo. Y el no estaba realmente concentrado, le llamaba la atención otro tipo de cosas, como La Niña que construía su castillo cerca de él.

Ella al ver lo desastroso que estaba quedando su castillo se levantó para ayudarle.

-Lo estás haciendo mal-Dijo ella- Si solo utilizas arena mojada no durará nada.

Y así empezó a traer arena más fina, hasta que se dio cuenta de que el no estaba haciendo absolutamente nada.

-¿Piensas quedarte ahí parado? -Pregunto- Por que es tu castillo, no el mío así que si no vas tú a por la arena yo voy a dejar de hacerlo.

La Niña al ver que el no se movía se dio la vuelta dispuesta a acabar el suyo pero entonces el la cogió del brazo, impidiendo que ella se fuera de su lado.

-Me preguntaba si...si.. ¿te gustaría venir a mi fiesta de cumpleaños esta noche?-Preguntó El Niño rascándose la nuca con la mano. Se notaba que estaba nervioso. Aquello le apreció muy adorable a la pequeña niña.

-Felicidades-Dijo ella dándole un beso en la mejilla- Y claro que iré ¿donde es?

-¿Ves aquella casa de allí? -Pregunto el señalando tres casa más a la derecha de en la que estaba ella.

La chica asintió.

-Pues allí es, a las nueve.-

-Alli estaré.-Dijo ella- Y ahora ¿acabamos el castillo?

-Claro.


*************

-¡Berly!- Grito La pequeña subiendo corriendo las escaleras e interrumpiendo dramáticamente en la habitación de su hermana mayor.

-La próxima llama a la puerta-Dijo la mayor.

-Perdon, pero necesito ayuda.-Dijo y sin esperar a que su hermana la respondiera siguió contando- El chico que nos dio a Sparks me ha invitado a su fiesta de cumpleaños, pero mamá no me deja ir.

-¿Vas a escaparte y quieres que yo vaya contigo? -Preguntó.

-Por fiiiiiiiiiii-Dijo la pequeña poniendo carita de pena.

-Vístete y vamos, pero date prisa, porque mamá estará pendiente.

La pequeña asintió y salió tan rápido como pudo para cambiarse de ropa. Su nuevo perro la siguió.

-Bien Sparks-Dijo la pequeña mirando su armario- ¿Que me pongo?

La Niña sacó dos vestidos, uno rosa y otro azul agua. Y se los enseño a su pequeño amigo.
Este paso olímpicamente de los vestidos y empezó a subirse en las piernas de La Niña.

-Sparks.-Dijo ella dejando los vestidos a un lado y agachándose para acariciarlo.-Te prometo que cuando vuelva jugaré contigo pero ahora necesito que me ayudes con esto.

El perro le lamió la cara. Ella interpretó eso como que aceptaba el acuerdo. Así que siguieron mirando ropa durante un rato hasta que ella se decidió por el vestido rosa que había elegido al principio y unas bonitas sandalias blancas.

***********

-Kim, me da vergüenza- Confesó la pequeña a su hermana mayor.

Estaban escondidas detrás de unos arbustos. Que las cubrían lo suficiente como para que nadie las viera pero también había espacio entre ellos para que así ellas pudieran ver a los demás. La fiesta se podía ver a través de la cristalera. Había un montón de gente mayor, los hombres llevaban trajes caros y las mujeres unos vestidos impresionantes, a penas se veian niños.

-No has llegado hasta aquí para irte ahora-Le dijo la mayor.

-¿Y si me he equivocado?-Dijo la pequeña preocupada- Esto no parece una fiesta de cumpleaños de un niño.

-Las nuestras tampoco lo parecen, deja de ser tan tonta y entra ya.-

-Allá voy-Dijo la pequeña con más confianza.

-Esa es mi hermanita-

La pequeña salió de los arbustos y empezó a correr hacia la fiesta tan rapido como sus pequeños pies la permitían. No podía estar más emocionada. Iba a ir a una fiesta y en cima en la playa. Nunca la habían dejado asistir a una, según su madre hasta que cumpliera los ocho, cosa que no era hasta el año que viene, no podía asistir a ninguna.

Estaba a punto de girar para entrar cuando una mano la cogió fuertemente del brazo.

-¿A donde te crees que vas señorita?-Pregunto una voz que La Niña reconoció inmediatamente.

Aquella voz solo significaba una cosa, no iba a ir a ninguna fiesta.

-Al cumple de mi amigo-Dijo la pequeña con una mirada desafiante.

-Te dije que no ibas a ir-

-Mama ¿que más te da?¿Que hay de malo en que vaya a su cumple?

-¿Es que estás ciega? Hay un montón de gente mayor en esa fiesta, tú no encajas.

-Pero mamá, el tiene mi edad.-Dije.

-Como si tiene tres años menos, no vas a ir a esa fiesta porque lo digo yo y punto.-Grito La madre de La Niña.

-Quiero ir y voy a hacerlo.-Dijo ella tirando de su brazo para que su madre la soltara. Cosa que no consiguió.

-No vas a ir.-Dijo su madre tirando de ella para llevársela de allí.

Y lo único en lo que pudo pensar aquella chica era en el cumpleañero. El la había invitado con tantas ganas que se sentiría decepcionado al ver que ella no iba. Esperaba que mañana fuera para poder explicárselo todo.

Pero por desgracia o por fortuna aquella chica tuvo que irse al día siguiente de Italia.

CHRISTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora