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Mi mente estaba nublada ahora, pensar racionablemente no era algo claro para mí ahora.

Solo corrí

Y seguí mis instintos

Tal vez Irene ya llevaba varios pasos de más

Pero tenía una ventaja

Tengo las llaves del auto y dudo que ella tenga una idea de cómo encender el motor o algo así.

No podía darme por vencido

─ ¡Irene!

La pequeña figura a lo lejos volteo y cuando me vio, suspiro y se sentó encima de la maleta a esperar con los brazos cruzados y mala cara.

Mierda

Me acerque a paso cauteloso, sabía que estaba más que enojada pero sobre todo confundida y yo en este momento no tenía una explicación bien planeada o coherente en mi cabeza, corrí tan rápido antes y salí tan apresurado que no me dio tiempo de crear una historia conveniente que explique el estúpido descuido que yo de manera idiota hice

Iba a improvisar

Llegue a ella y carraspee, dándome tiempo para idear algo, la gente era nula aquí en la acera, solo se veía un lugar de comidas tradicionales y un intento de "parque", nada mas

─ ¿A dónde pensabas ir? ─ trate de decir para aliviar la atención pero Irene me dedico su mirada de "No jodas, idiota" y sí que lo era, pero ahora no podía preguntar algo mejor

─ Solo quería salir a buscar algún teléfono y esperar a que me encontraras, creo que sola no podía hacer mucho, ¿No? Prefiero ser neutral y razonable que armar un drama y perderme en este bosque

Su pasividad lejos de calmarme, me ponía de nervios. No captaba si estaba siendo sarcástica o no 

─ Si, bueno... yo tengo las llaves del auto y bueno, emm... sabes ahora el clima no está muy bien... ¿Qué te parece si volvemos y hablamos allá? Dentro del hotel.... ─ mi balbuceo me daban ganas de golpearme y dejar las palabras al aire me hacía sentir idiota, eso mismo.

Se notaba que Irene le valía madres el clima y estaba tratando de probarme pero bien, solo quería darme tiempo para formular lo que sea que estaba creando mi estupido cerebro

─ Sean ─ deje de balbucear y la mire ─ Parece que eres de las personas a las que hay que hacerle una pregunta clara para obtener un respuesta coherente. Así que, ¿Por qué tienes  mi maleta dentro de tu maleta?

Directa era su segundo nombre

─ Bien, te contare toda la verdad, pero tengo mis razones por lo que sucedió todo esto. Primero vamos a sentarnos por allá, ¿sí? 

No sé si entendió bien lo que dije de tan rápido que brotó la palabrería de mi boca pero lo capte cuando siguió mis pasos. Tome una bocanada de aire y tome la maleta caminando al frente de ella

Bien

Tengo dos opciones

No podía fingir que era simple coincidencia, la idea era totalmente ilógica por si sola

Ni tampoco podía contarle toda la verdad, porque eso llevaría a otra verdad y otra más, eso arruinaría todo lo que eh logrado en un abrir y cerrar de ojos

Acomode la maleta y me senté en la pequeña banca casi que abandonada del parque que estaba al lado, bueno ni siquiera podía llamarse parque, era una especie de árboles, bancas y una mini cancha igual de abandonada

¡Adiós, reputación!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora