17.

66 11 2
                                    




Las gotas de lluvia ya habían empapado por completo el vidrio por ello encendí el parabrisas y suspire por quinta vez siguiendo el largo camino

El clima había vuelto a hacer una mierda

Saque mi teléfono y lo revise descuidadamente por el nulo tránsito, sentía que habíamos vuelto al principio

No había señal y tampoco tenía idea a donde me dirigía

─ Creo que estamos perdidos de nuevo ─ reí sin gracia, mire en reflejo hacia Irene con una sonrisa torcida, ella solo miro un segundo y asintió con un sonido sin abrir los labios

Al menos era un avance hasta ahora

Después del accidente y de haber muerto de vergüenza, sí, ambos. Por alguna extraña e inexplicable razón sentía pena.

Al final solo regresamos en completo silencio al carro mientras Irene se mantenía con la cabeza gacha todo el tiempo.

─ Ya es un poco tarde ─ hable de nuevo un poco más fuerte, la noche había llegado por completo y la verdad no quería manejar con esta lluvia que hacía. Joder, no queda de otra ─ Irene, creo que hoy tendremos que dormir dentro del auto ─ suspire, no había ni un alma y a pesar de que no me sentía tan seguro aquí, no había otra opción

─ Bien ─ dijo simple y pare el carro estacionando a un lado de la carretera

Cerré bien las puertas por si alguien se le ocurría algo y suspire, me que viendo a la nada por unos minutos sin hacer nada, en el auto solo escuchaba nuestras respiraciones y el sonido de la intensa lluvia. Maldita lluvia

Mire a los asientos de atrás y parecían mucho más cómodos que estos, además tengo la suposición que se pueden reclinar ambos

Me levante a como pude y de alguna forma casi que me abalance hacia el asiento trasero llevándome un golpe en la cabeza. Maldición, ¿Por qué el carro no puede ser más grande?

Escuche una suave risa y casi pensé que había sido mi imaginación

Incline el asiento y como supuse esta se volvió prácticamente una cama, me tire ahí y me quede por unos momentos debatiendo que hacer o decir

─ Hey, ángel ─ hable en un intento de aligerar del ambiente ─ Creo que esto puede ser más cómodo que ese asiento ─ me sacudí el cabello, en serio estaba cansado ─ Además, alcanzamos ambos perfectamente

Después de unos segundos se levantó y a como pudo vino al asiento, ella en su lugar era mucho más pequeña y paso sin problema

Llego, miro y se acomodó hacia un lado

─ Ángel, en realidad lo siento, no era mi intensión solo me deje llevar por el momento, además... solo fue un impulso que hace tiempo llevo conteniendo, no te diré que es un error porque de una u otra manera estaba muy consciente de eso y no me arrepiento ─ mire al techo, habíamos avanzado bastante con nuestra "relación" para que fuera hacia atrás por esto ─ Y también lamento no haber conseguido un buen lugar para dormir, no quería hacerte pasar estas incomodidades, ángel. Realmente...

─ ¿De dónde sacaste ese apodo? ─ volteo y al fin pude notar su cara, fruncí el ceño y comprendió ─ Me refiero a que ya había escuchado ese apodo antes en algunos libros, sin embargo no sabía que era común en la vida real

─ Oh, no sé si es común, yo tampoco lo había escuchado antes o lo había leído ─ la mire directo a los ojos ─ Pero cuando te vi fue lo primero que pensé de ti y me sorprendió, no le había tomado importancia hasta ahora, ya se había vuelto un segundo nombre para mi ─ era lo más sincero que salió de mí, ella siguió mirando cada una de mis fracción y sonreí de medio lado, me ponía jodidamente nervioso no saber lo que piensa

¡Adiós, reputación!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora