Obsesión ▷Joerick◁

Epílogo

Aveces creemos que la vida no es un cuento de hadas y no existen los finales felices, este es el caso.

Aveces nos decimos a nosotros mismos que ya no existe rastro de amor, este es el caso.

Aveces pensamos que lo mejor siempre fue escapar, este también es el caso.

Aveces le gritamos a la luna en una noche fría, tan fría como nuestro interior que la vida es injusta, este es el caso.

Aveces creemos que no merecemos nada, ni al perfecto él, ni siquiera a sus errores, ni una segunda oportunidad, lastimosamente este es el caso.

Aveces lloramos por la noche recordando días soleados de antaño y repetimos constantemente que no merecemos amor, este definitivamente es el caso.

Aveces mientras vemos arboles y al sol brillar, recordamos esa risa tonta y encantadora que hacia a más de uno suspirar, y si, este es el caso.

Aveces nos regañamos internamente por pensar en él, ¿que será de él? Este es el caso.

Aveces pensamos que lo mejor siempre fue quedarnos, este es el caso también.

Aveces somos realmente negativos y negamos la existencia de todo lo bueno, no existe el amor, la justicia, la felicidad. Pero solo aveces, cuando nuestro mundo está gris, este no es el caso.

En cambio cuando la vida empieza a tomar un color rosa es ahí cuando nuestras opiniones giran rotundamente más de 90° y nuevamente nuestros corazones se aceleran, hemos caído otra vez, este es el caso.

Es imposible retener las lágrimas más tiempo, inevitable no llorar, dejar que sus pies le lleven donde su corazón quiere llegar.

Y la razón por la que sostuvo fuertemente el cuaderno de Erick en vez de su maleta antes de salir de ahí, no la sabe.

Extrañaba también sus dibujos y las notas cortas que le escribía atrás de las hojas. Uno de ellos es él sonriendo con lágrimas en los ojos, "Joel sonreía aunque yo lo hacia triste" dice la nota.

Otro es él sentado en un escritorio, concentrado en su tarea, "Joel se esforzó tanto por conseguir una beca y yo le arrebate sus sueños".

También hay un dibujo de él durmiendo, "Extraño verlo todas las mañanas al despertar".

El cuaderno encierra cientos de dibujos de él con distintas notas, cada uno le parte un poquito más el corazón.

Sin querer deja caer una hoja suelta que habitaba en el cuaderno, parece vieja y esta algo arrugada. La desdobla y puede contemplar que es una hoja grande, es un dibujo. Son dos chicos parados uno al lado del otro quizás tomados de la mano en alguna colina, contemplando el cielo y las nubes, aunque los chicos estén de espaldas él sabe que son ellos, Erick y él.

Alguna vez planearon subir una colina alta solo para estar más cerca del cielo. Jamás lo hicieron.

Cada vez que hablaban de sus sueños, metas o felicidad terminaban hablando de subir la colina, y apenas lo comprende jamás necesitaron demasiado, su amor se basaba en la sencillez de sus almas. Por eso Erick quería que se fueran al campo.