Una Locura De Noche [+18] ©

Capítulo 8 (KookV)

De pronto Tae se encontró solo tumbado en el sofá. Hace unos segundos estaba teniendo la mejor noche de su vida, compartiendo esas electrizantes experiencias con Jungkook. Y ahora él se levantaba, alejándose de su lado, dejándole una sensación fría en el cuerpo.

Borracho, sí, estaba ebrio pero eso no significaba que no supiera lo que estaba haciendo, no implicaba que su conciencia estuviera completamente nublada.

Jungkook se paseaba de un lado al otro, agarrándose con las dos manos la nuca, indudablemente afectado, estresado.

"Estoy aprovechándome de Tae".
"Si el no estuviera borracho nada de esto estaría pasando. Soy un completo estúpido por tener estos sentimientos en mí, por hacerme ilusiones. ¡Joder! Soy un crío que no entiende nada".

Esos duros reproches llenaban la cabeza de Jungkook, como una melodía desagradable que se repetía constantemente.

— Tae levántate, nos vamos— soltó el maknae serio.

No pudo evitar que sonara algo brusco, no se sentía bien, estaba tan confuso y enfadado consigo, que no sabía como comportarse con Tae.

— Per... pero qué...— intentó hablar Taehyung confundido por el repentino cambio de actitud de Jungkook.

Se movió del sofá para acercarse al maknae.
Éste se apartó usando su mano, alejando a Taehyung.

No entendía nada de lo que estaba sucediendo, Tae estaba perdido. Hace poco se sentía flotar como en una esponjosa nube, y ahora se sentía miserable con el rechazo que estaba recibiendo por parte del maknae.
El dolor de su pecho era punzante, como si una astilla se le estuviera clavando en el corazón, que poco a poco penetraba más profundamente.

Todo se estaba desmoronando a pasos agigantados.

— Tae no te acerques, por favor— escupió el maknae— con su brazo alzado, poniendo espacio entre ellos.

— N-no Jungkook, no me alejes— su voz se quebró—. No me hagas esto— se llevó la mano al pecho y su rostro se arrugo como si una herida le estuviera doliendo.

Unas lágrimas silenciosas rodaron por las sonrosadas mejillas de Tae, su cuerpo tembló, pero no como hace unos minutos, era una sacudida de algo rompiéndose dentro de él.

Jungkook había vuelto a hacer daño a Tae, de una manera mucho más adolorosa y cruel que antes. No podía soportar ver a su Taehyung tan destrozado, tan indefenso.

Él mantenía una mano en su boca para intentar contener los sollozos incontrolables que intentaban escapar de ella.

— Lo siento— se disculpó por segunda vez esa noche—. Ves. Siempre consigo hacerte daño— sus ojos se humedecieron y el nudo que oprimía su garganta se apretó.

Tae levanto la mirada centelleante, todavía con algunas gotas brillando por su rostro.
Sus miradas se unieron en el sinfín de sentimientos agitados.

Jungkook se aproximó a Tae, colocó con dulzura su mano el la mejilla de Taehyung y con sus dedos retiró las lágrimas una a una, queriendo borrar ese dolor que sentía en casa célula de su ser.

— No se como lidiar con todo lo que estoy sintiendo— confesó sinceramente—. Es algo aterrador y nuevo. Pero ¡Joder! A la vez tan bello.

— Ya lo sé— contestó Tae conmovido por las preciosas palabras de Jungkook.

Él también tenía miedo, era normal, lo que había surgido en ellos aquella noche cambiaria todo su mundo, pero quería descubrir que era, no quedarse a las puertas de la incertidumbre.

Jungkook sintió como la cálida mano de Tae se posaba en su palma y fue inevitable que se fundieran en un fuerte abrazo, quitándose ese pesar.

— Somos un par de tontos melodramatico— habló Taehyung resoplando.