Que dolor, mientras mi cuerpo comenzaba a reaccionar poco a poco solo podía sentir una fuerte pulsación, en general mi rostro me dolía pero el dolor que se generaba en mi ojo izquierdo era mayor, sin más al intentar abrir ambos ojos por completo solo sentí como este se encontraba inflamado por tanto no solo me daba una vista borrosa sino más dolor por el esfuerzo, agotado tan solo suspire con pesadez mientras miraba a la cama de mi hermano notando que se encontraba vacía.
-Un momento, ¿dónde está mi hermano?- pensé para mí mismo mientras que solo intentaba incorporarme, más al hacerlo pude sentir como mis brazos se encontraban amarradas a la cama.
-¡Andrew!- Grite hasta desgarrar mi voz, unos segundos después tan solo vi como la puerta se abría dejando pasar algo de luz a la densa oscuridad que me envolvía. - ¿Andrew? - Pregunte mientras miraba una sombra desconocida, para mi desafortunada sorpresa solo era Any quien entraba a la habitación.-Hola- se escuchó con suavidad mientras la veía aproximarse hacia mí
-¿Cómo te sientes?- Me pregunto mientras tomaba asiento a mi lado.
-¿Dónde está el?- pregunte mientras la miraba fijamente con un ojo inflamado y con el otro comenzando a empañarse por la frustración.
-El...él está en su nuevo hogar Alexis- comento al mismo tiempo en el que las lágrimas comenzaban a brotar por mis ojos.
-¿Entonces a que viniste?- Pregunte mientras giraba la vista, no queriendo verla.
-Vine a curar tu ojo- comento a lo que tan solo me gire para verla.
-Crees que curando mi ojo arreglaras todo, que con eso acabaras con el dolor que en estos momentos estoy sintiendo- proteste mientras que solo sentía como brotaban más lágrimas.
Pude ver como solo desvió la vista al mismo tiempo que suspiraba, no dijimos nada más durante el tiempo que estuvo limpiando mi ojo y colocando una pomada en este.
-¿Piensan tenerme aquí atado?- Pregunte cuando finalizo su labor.
-Es solo que...- No la deje terminar cuando solo respondí.
-¿Es solo qué?, ¿temes que pueda irme de aquí?- Mencione mientras que suspiraba con pesadez.
-Lo que vaya a hacer, voy a hacerlo, no creas que una noche así me ara pensar en toda mi vida y una luz divina me liberara de mi pesar y me dirá "puedes volver con tu hermano, ya todo está bien" y yo cambiare como persona- Mencione a lo que tan solo vi cómo se acercó más para desatar una de mis manos.
-¿Quieres bajar a cenar?-
-¿Quieres irte a la mierda?- conteste mientras retiraba la soga de mi otra mano. – Solo déjame en paz- Murmuré mientras me daba vuelta para quedar acostado en una mejor posición, luego de eso ella solo se retiró y yo solo volví a dormir.-Hermano, hermano, despierta- escuché con suavidad mientras que solo sentía como me movían con suavidad.
-Ah, ¿qué paso?- pregunté suavemente mientras que poco a poco abría los ojos pudiendo observar a mi hermano menor a un lado, podía ver aquel rostro dulce e inocente, lleno de polvo y tierra, sus cabellos largos algo enredados y vistiendo las mismas ropas sucias y decoloradas de siempre.
-Tengo hambre- se quejó mientras que tan solo me incorporaba para poder estirarme, el día anterior no habíamos podido conseguir nada para comer y el poco dinero que teníamos lo debíamos de guardar en caso de necesitar algo de medicina.
-Está bien Andrew, vamos por comida- respondí para luego salir junto con el de aquel pequeño refugio que habíamos elaborado con una lona rota y cajas de cartón bajo un puente peatonal. Tras una media hora de estar caminando por los suelos de la fría mañana por fin encontramos una tienda abierta, todo era muy simple, mi hermano tenía que ir directamente con el que atendía, mientras que yo solo tomaba lo necesario, pan, galletas, leche, algo que nos pudiera llenar más que papas o un simple dulce.
Luego de desayunar gracias al préstamo que nos habían hecho solo deambulamos por las calles mientras pedíamos dinero, aunque robáramos la comida, no se podía hacer lo mismo con los medicamentos, así que lo necesitábamos.
Sin mucho éxito ya algo cansados volvíamos antes de que atardeciera, el día se veía bastante nublado por lo que contábamos con que lloviera, dada la suerte así fue, sin pensarlo dos beses colocamos una cubeta en mitad de la lluvia para que esta se llenara, de igual forma en lo que esto ocurría aprovecharíamos para lavarnos, sin dudarlo nos desvestimos y salimos a mitad de la lluvia, hacia frio, pero era preferible pasar un momento de frio que estar soportando una terrible comezón en todo el cuerpo.
Una vez terminamos de lavarnos y de enjuagar la ropa que usábamos regresamos al refugio, para nuestra mala suerte la lluvia empezaba a volverse granizo, la temperatura había bajado y nuestra ropa se encontraba mojada, tendríamos que aguantar el frio de esa noche.
A la mañana siguiente cuando el sol ya había salido comencé a despertarme por mi propia cuenta, algo somnoliento mire a mi hermano que había dormido muy inquieto durante la noche.
-Andrew, despierta- Comente entre bostezos para tan solo moverlo con suavidad notando como este no reaccionaba.
-Andrew- Dije con un mayor tono mientras lo movía con un poco más de fuerza, pero nuevamente nada, bastante preocupado tan solo acaricie su mejilla notando como su rostro se encontraba muy caliente, sin más coloque su cabeza sobre mi regazo mientras que tomaba un trapo y lo mojaba con el agua de la cubeta, tan solo lo coloque sobre su frente para luego recostarlo sobre aquella improvisada cama que teníamos, acto seguido tome todo el dinero que teníamos, debía conseguir medicamento para su fiebre y pronto.
Rápidamente me dirigí a la farmacia más cercana, le pedí a la mujer que atendía que me mostrará algún producto para quitar un fuerte fiebre, ella extrañada tan solo me los mostro, al preguntar por el precio de uno de los productos me di cuenta que no me alcanzaba en lo absoluto, frustrado tan solo deje en el mostrador el dinero y salí corriendo, ella al percatarse de que no era lo suficiente tan solo gripo por ayuda. Era doloroso el corre descalzo, podía sentir como pequeños guijarros se incrustaban en mis pies e incluso algunos generaban pequeñas heridas, sin más solo seguí corriendo hasta que al girar en una esquina sentí como chocaba con una persona, la fuerza del choque hizo que terminara cayendo hacia atrás y al levantar la vista pude ver que era un policía, sorprendido solo seguí escuchando el grito de ayuda de la chica que con anterioridad me había atendido, con todo la adrenalina que recorría mi cuerpo volví a tomar la medicina y corrí a un callejón cercano para poder escabullirme de la vista de ellos.
Tras esperar un rato en aquel sombrío lugar tan solo salí para de inmediato corre hacia el refugio donde se encontraba mi hermano, al llegar tan solo volví a sentir su temperatura notando que está aún no había disminuido, sin más tome la caja y la abrí, pero antes de poder darle una pastilla sentí como una mano se colocó con fuerza sobre mi hombro y me jalo fuera del lugar.
-No espera detente tengo que medicar a mi hermano, está enfermo- suplique mientras que tan solo girara la vista para notar quien me estaba sujetando.
-No tan rápido- me comento aquella persona, un vagabundo algo robusto, de aspecto poco higiénico y de un aroma horrible.
-te vi corriendo con esas pastillas, pero me parece que esas pastillas son mías, ¿entendiste bien?- me preguntó mientras se acercaba a mi cuello, podía sentir su respiración, podía oler aquel fétido aroma que despedía su boca. Aterrado solo asentí a lo que con anterioridad había preguntado, mas este no me soltó, todavía seguía respirando cerca de mí y su agarre se volvía más fuerte.
-Es más, ¿Por qué no mejor me quedo con ustedes?, así podría "cuidarlos"- Comento en un distinto de voz que solo me asusto más, con mi hermano enfermo y encontrándome en esta situación no podía evitar empezar a llorar del miedo, no fue hasta que una gruesa y áspera voz sonó.
-¡Alto, policía!- gritó un oficial que se acercaba, de inmediato el contrario solo reacciono sorprendido arrojándome al piso para luego corre, de inmediato otro oficial apareció junto con una mujer mientras su compañero perseguía a aquel vagabundo, una vez estuve liberado solo corrí con prisa a donde se encontraba mi hermano, y me quede tapando la pequeña entrada del refugio.
-No, no se acerquen, aléjense, déjenos en paz- exclame al ver como aquella mujer se acercaba con tranquilidad a donde nos encontrábamos cargando algo en su brazo derecho.
-Váyase, o la lastimare- grite en un intento desesperado de atemorizarla.
-Tranquilo pequeño, no tienes por qué preocuparte, vine para llevarte a ti y a tu hermano a un mejor lugar- exclamo mientras mostraba lo que tenía en su brazo derecho, era una pequeña manta, con algo de nervios vi cómo se acercó para colocarla sobre mis hombros y cubrir mi torso con esta.
-sujétala, que no se te caiga pequeño- me dijo para después solo entrar y tomar a mi hermano en brazos cubriendo su cuerpo con otra manta, de inmediato solo vi como comenzaba a retirarse y sin dudarlo solo la seguía.
-¿A dónde vamos?- le pregunté mientras la seguía.
-Vamos a un lugar donde ustedes podrán crecer sanamente y en donde podrán conseguir un nuevo hogar- respondió con suavidad.
-Yo, como puedo confiar en usted señora- pronuncie algo tenso a lo que solo sonrió.
-Supongo que no puedo hacer que creas en mi de inmediato, pero con el tiempo lo harás, mientras yo cuido de ustedes- al terminar de decir esto solo me sonrió de una forma cálida mientras seguíamos avanzando.
-Más adelante, si te llegas a sentir más cómodo con mi presencia, podrías dejar de decirme señora y decirme Any- comento a lo que solo llegamos a una patrulla, vi cómo se subió a dicho vehículo para después yo hacer lo mismo. Tenso y angustiado tan solo acariciaba la cabeza de Andrew la cual ahora se encontraba colocada sobre mi regazo, Any al percatarse de eso tan solo sonrió y acaricio suavemente mi cabeza.
-tranquilo, me asegurare de que tú y tu hermano estén siempre juntos, te lo prometo-
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Kyodai: los hijos de nadie
Science FictionCon una guerra que amenaza con acabar con gran parte de la humanidad, y con la amenaza de armas biológicas experimentales, dos hermanos huérfanos, tendrán que enfrentarse en esta dura travesía por sobrevivir, consiguiendo y perdiendo aliados en el...