Andrew
Había perdido el conocimiento, cuando comenzaba a reaccionar sentía una sensación fría en mi cuerpo, comenzaba a moverme con lentitud sintiendo mis manos atadas a mi espalda junto con mi boca amordazada.
Al abrir los ojos podía notar como todo estaba oscuro, intente ajustar mi vista y en un momento me percate que estaba en las regaderas en la parte de atrás.
–Vaya, parece que ya te has despertado. – Me decía George quien se encontraba frente, este tan solo se acercó a mi sujetándome de los costados sentándome en el suelo y pegándome contra la pared.
–Te quitare un momento la mordaza, pero si gritas por un momento, o siquiera alzas la vos, me asegurare de que tanto tu como tu amiguito sufran, te obligare a verlo y después are que el te vea sufrir a ti. – Me decía amenazante mientras sujetaba mi mentón con fuerza, yo tan solo asentí mientras un par de lágrimas salían de mis ojos y recorrían mis mejillas, tan solo vi como limpio estas para después retirar mi mordaza.
–¿Dónde esta Dany? – Tartamudee a lo que el se quedo pensando.
–Creo que se lo llevo a la torre donde estaban. – Dijo mientras acariciaba mis cabellos de una forma en la que me sentía incómodo.
–Hubieras visto, tu amigo parecía una fuente, no dejaba de sangrar de la nariz. – Comentaba burlón, eso ciertamente me molestaba y por inercia moví mi pie con fuerza con la intención de patearlo, pero este lo agarro y tiro de él para después colocarse sobre mi con su mano colocándose entre mis dientes.
–Vamos, intenta morderme, hazlo. – Me decía insistente mientras presionaba con fuerza asiendo que también mi cabeza chocara con el suelo, estaba tan asustado, mi cuerpo entero no dejaba de temblar y a pesar de la oscuridad podía sentir sus malas intenciones en el ambiente.
–Ves, solo tienen que ser dóciles y puede que no les hagamos daño.
Murmuraba molesto mientras retiraba su mano para volver a colocarme la mordaza.
–Pronto, cuando amanezca, ¿tus demás amiguitos vendrán a tomar un baño como en todas las mañanas? ¿Verdad? – Me preguntaba mientras caminaba alrededor del lugar.
–Lo cierto es que los hemos estado viendo, queríamos llevarnos solo las cosas útiles, este lugar es demasiado grande para protegerlo, solo queríamos las armas, pero no, tenían que aparecer tu y tu amigo y arruinar los planes. – Comentaba cada vez en un tono mas molesto.
–Y luego esta ese tipo, Morgan, dios, ese sujeto esta tan enfermo, mientras los espiábamos no dejaba de insistir que nos quedáramos con todo. – Decía al mismo tiempo que se sentaba en frente de mí.
–Tal vez yo no les vaya a hacer nada, pero el, o dios, las pocas veces que lo escuche hablando con su hermano, viejo, el si es un monstruo.
Decía mientras que tan solo volvía a bajar la mordaza.
–¿Por...porque lo ayudas? se supone que eres policía. – Decía algo confundido esperando que esas preguntas lo hicieran entrar en razón, pero el tan solo comenzó a reír.
–Y quien te dijo que yo era un policía bueno, extorsionaba gente, atemorizaba negocios con tal de salir beneficiado, todo se trata de buscar mi propio beneficio. – Dijo mientras se escuchaban un par de risas a la lejanía, rápidamente me puso la mordaza y me lanzo hacia la ultima regadera quedando a cubierto con el muro.
–Haz algo estúpido y lo lamentaras. – Me decía mientras avanzaba a la entrada para cubrirse cerca de esta.
Me asome un poco y pude observar como varios niños se aproximaban en dirección a la regaderas dejando sus ropas en los vestidores, quería gritar, pero la mordaza y el miedo me lo impedían, vi como la luz volvió por un momento y yo tan solo me asome más, pensé que seria el fin pero de inmediato Jessica se percato de, saco su pistola de la toalla que llevaba y como si supiera a donde apuntar avanzo, George se asomo apuntando, pero en ese mismo instante sonó un disparo.
–Estas bien Andrew. – Escuche por parte de Sam quien se acercaba a mi rápidamente quitando la mordaza de mi boca y cortando las sogas con un cuchillo.
–Ellos, uno de ellos tiene a Dany. – Dije mientras sentía como me abrazaba.
–Vístanse de nuevo todos, y entren al almacén como nos enseño Octavio. – Dijo Jessica a los demás.
–Todo estará bien, tenemos que avisar a los demás antes de que algo malo pase. – Me decía Sam acariciando mi cabeza aun abrazándome para en un momento soltarme y ayudarme a levantar.
Vi como los demás empezaban a caminar a la parte de atrás saliendo por la parte trasera de las regaderas para entrar al almacén por una rendija, era pequeña, solo alguien lo suficientemente pequeño podía entrar por ahí y justamente teníamos la estatura.
–Mientras ellos salían para refugiarse yo me dirigía a George, esta tenia un disparo en la frente, un poco incomodo me acerque para retirarle la radio que me había quitado junto con mi cuchillo. – Volteé a mis espaldas y vi a Jessica con su mano temblando.
–¿Estas bien? – Cuestione al verla al borde del llanto, ella solo asintió y limpio una lagrima que brotaba de sus ojos.
–No quiero que nadie mas salga herido, es todo. – Dijo avanzando a los vestidores para volver a colocarse su ropa al igual que Sam, los demás niños habían pasado de largo y se fueron directo en ropa interior al almacén.
Estaba por salir por la parte de atrás cuando se escucho un ruido a través de la radio.
–Por favor, podría dejar sus armas y salir a la pista, tengo un par de asuntos que discutir. – Decía Morgan a través de la radio.
En lugar de meterme en el almacén, pasé de largo y fui directo a la parte trasera del comedor observando directamente a la pista donde se encontraba Morgan quien tenia frente a el de rodillas a Dany sujetando su cabeza del cabello con fuerza y apuntándole con un arma.
–Por favor, no intenten nada estúpido. – Se escuchaba que gritaba – Mi compañero tiene al otro niño oculto, si me pasa algo a mí, tanto este niño como el otro mueren. – Amenazaba.
Cuando termino de gritar eso todos comenzaron a salir, pero no era solo por su propia voluntad, aquellos que venían con Morgan, incluidas las mujeres, los llevaban amenazándolos con varias pistolas que seguramente les habían quitado.
–Muy bien, escuchen. – Decía en voz alta dejándole de apuntar a Dany.
–Lo cierto es que me siento bastante generoso, así que la cosa es sencilla, si ustedes trabajan para nosotros, yo les prometo que no los matare, quizás si les haga algo de daño, pero hey, de eso a que mueran y estén seguros detrás de estos enrejados, hay una gran diferencia no creen. – Comentaba de forma engreída mientras se paseaba frente a los demás con una pistola en sus manos.
–Sus niños serán de gran utilidad, podrán trabajar y de hecho tendrán que hacerlo aun mas al igual que todos ustedes si es que quieren comer claro, por que como esta la cosa lo único gratis es la muerte. – Podía verlo pasearse con tanta seguridad, pero en aquel momento que podía hacer yo, los demás ya se habían refugiado, y Sam y Jessica no las veía, no sabía que hacían y mucho menos si podía hacer algo.
Me senté en el pasto y me recargue contra la pared frustrado y atemorizado, esperaba un milagro, pero, nada ocurriría, mi hermano y los demás no llegarían y nos salvarían, estábamos solos, teníamos que actuar solos. Vi como uno a uno se los llevaron de regreso a los dormitorios, Dany apenas y se mantenía de pie, Morgan lo jalaba con fuerza, vi como tropezó varias veces y de igual forma lo lanzaba a la entrada de los dormitorios para que después Alejandro terminara por hacerlo entrar.
Morgan estaba solo, quizás, solo quizás si avanzaba hacia él podría...podría apuñalarlo, pero y si no podía, y si dudaba, no quería matar a nadie.
Este comenzó a caminar en dirección a las regaderas, si llegaba ahí y observaba a su compañero muerto, que es lo que haría.
Comencé a avanzar por la parte de atrás, en dirección a las regaderas también, pude ver cuando entro, en un momento un par de gritos se escucharon, de inmediato avance viendo que nadie estuviera tras de mí.
Entre en los baños y podía escuchar un forcejeo seguido de un par de golpes.
–Malditas perras, como mierda se atrevieron a matar a alguien. – Gritaba molesto mientras me acercaba a una distancia segura, pude observar como Sam se encontraba en el piso al igual que Jessica y Morgan tan solo las pateaba con fuerza hasta agarrar a Jessica de los cabellos levantándola con fuerza solo de ahí.
–Si me dicen dónde están los demás niños tal vez lo que les haga no les duela tanto, es mas puede que les guste. – Decía Al tiempo que su otra mano la llevaba al pecho de Jessica comenzado a tocar con brusquedad este.
–Maldito cerdo asqueroso, prefiero morir. – Grito Jessica quien tan solo le escupió en la cara, esto pareció enojarlo aun más, de inmediato golpeo el abdomen de Jessica con su rodilla haciendo que de un momento a otro ella vomitara.
–Quizás te mate a ti, pero, que tal si antes de eso nos divertimos, podrías observar como torturo a la otra chica, y entonces, tal vez ahora si empieces a hablar. – Le decía soltando su cabello haciéndola caer al suelo, le estaba costando respirar debido al golpe que anterior mente había recibido.
–Observa. – Le dijo mientras se colocaba sobre Sam, estaba empezando a tocarla, ese malnacido quería hacerle también daño a ella, en realidad era un monstruo, Jessica trato de evitarlo pero el solo la volvió a golpear y la dejo tumbada en el piso, no podía seguir viendo, Jessica se quejaba queriendo pararlo pero el solo seguía tocando su cuerpo como un enfermo, en un momento Sam grito al mismo tiempo que Morgan la abofeteaba con ira.
–Sera mejor que te calles y hables o continuare y continuare, día y noche hasta que tu misma desees morir, y entonces aun así no lo permitiré. – Decía mientras la agarraba de la garganta.
–Donde mierda están el resto de los niños. – Grito molesto mientras la sometía.
–Ellos escaparon, lo...lo matamos y les dijimos que huyeran. – Dijo con dificultad, esto pareció molestar todavía mas a Morgan quien estaba por golpearla con fuerza cuando ya no pudiendo aguantar más todo eso corrí, grite con fuerza y pensando en todo aquello que estaba haciendo y ocurriendo me abalancé sobre su espalda con mi cuchillo sujetado con ambas manos, lo clave con fuerza en su espalda, el grito de dolor y se sacudió súbitamente, antes de que me tumbara retire mi cuchillo y lo clave una vez más en su espalda golpeando la cabeza del mango haciendo que se encajara todavía más.
–Maldito mocoso. – Maldijo mientras me lanzaba a un costado, retrocedí pegándome a la pared mientras miraba como avanzaba hacia mí, pero este término cayendo al piso.
Lo acababa de matar, miraba en su espalda el cuchillo que le acababa de clavar y miraba mis manos manchadas de sangre, estas no dejaban de temblar, ahora entendía por qué Jessica había temblado tanto, se sentía horrible aquella sensación recorrer mi cuerpo, los nervios y la presión terminaron por hacerme vomitar a un lado mientras mi cuerpo se estremecía y comenzaba a sentir varias lagrimas recorrer mis mejillas y mi garganta cerrarse haciendo difícil el respirar.
–Ahora tu nos salvaste...– Dijo Sam quien tan solo tacaba mi espalda también comenzando a llorar.
–Perdona Drew, pero aún no podemos llorar, ellos siguen aquí y tenemos que salvar a los demás. – Decía Jessica quien con dificultad de se ponía de pie y salía de las regaderas con lentitud.
En un momento Sam me soltó y se coloco de pie para después ayudarme a levantar, me quede ahí parada mientras sentía como tomaba mi mano.
Salimos de las regaderas y nada más salir vimos a varios de los niños armados con un par de pistolas.
–Escuchamos todo lo que paso. – Dijo uno de ellos quien nos miraba para después continuar –Nosotros también estamos viviendo aquí y si no nos arriesgamos...puede que nuestro destino sea peor.
Estaba claro que todos nos encontrábamos asustados, era cuestión de ver sus expresiones, el como temblaban sus manos al sujetar las armas, pero no teníamos de otra, quizás con el número de personas que éramos podríamos salvar a los que tenían en las habitaciones, pero, no cabía duda que saldríamos lastimados, o incluso peor, sin mas demora empezamos a correr al edificio de las habitaciones.
Nuestros pasos parecieron alertar a Alejandro quien sin demora se asomo desde la puerta, de inmediato todos los demás niños empezaron a disparar al igual que Alejandro quien comenzaba a disparar a ciegas desde la esquina del muro.
Un par de balas parecieron impactar en el piso cerca de nosotros, de momento ningún niño se detenía, pero no lográbamos darle.
Dejamos de disparar cuando Alejandro dejo de asomarse, tal vez ya se le habían terminado las balas.
–Que cinco se queden cuidando afuera y rodeen el edificio. – Dijo Jessica con algo de dificultad.
Los demás empezamos a entrar, pero de inmediato nos quedamos en silencio, Alejandro junto con Esteban se encontraban en el medio del pasillo con Dany y Sophia arrodillados apuntándoles con un arma.
–Esperen, por favor esperen no, no les hagan nada. – Suplique queriendo avanzar, pero siendo detenido por Sam.
–Escúchenme bien, tiene cinco segundos para arrojar sus armas al frente y dejar a mi hermano junto con el policía libre, o de lo contrario empezaremos a matar a todos aquí. – Amenazaba Esteban quien por momentos también nos apuntaba a nosotros.
Sin mucho que hacer, nuevamente viéndonos condicionados por la toma de rehenes tan solo empezamos a arrojar las armas al frente.
–Ahora traigan a mi hermano y al otro sujeto. – Pidió en lo que Alejandro comenzaba a recoger las armas.
Todos nos quedamos en silencio y esto solo pareció enfurecer mas a Esteban.
–¿Que no me escucharon?, ¡que los traigan ahora mismo! –Grito
–Están muertos... – Escuche que decía uno de los niños, por que lo confeso así, teníamos que hacer tiempo. Esteban se molesto mucho por el comentario y solo disparo un par de veces impactando a aquel que se encontraba detrás de mí.
–¡Víctor! – Gritaron, yo solo me gire para observar como Víctor se retorcía de dolor en el piso, uno de estos disparos termino por impactar en su hombro, los niños solo lo rodeaban mientras el gritaba y comenzaba a llorar de dolor.
–Dejen a mi hermano ahora mismo o empezare a dejar inválidos a todos.
Sus palabras nos hicieron estremecer, todos comenzábamos a llorar por el momento, los que estaban a fuera no se asomaban, eso era bueno pues al menos aun conservábamos con ellos un par de armas, pero, ahora que podíamos hacer.
Esteban estaba apuntándonos de nuevo cuando Sophia se levanto de golpe, tenia las manos atadas por detrás, pero dejando caer su peso sobre esteban lo derribo.
–Andrew, ¡vete de aquí! – Me grito al mismo tiempo que caía al piso.
Las puertas de los dormitorios se abrieron y el resto de aquel grupo se dejo ver, era el fin, vi como Esteban se levanto y pateo a Sophia con fuerza, eso me hizo enojar eh imprudente corrí hacia el queriendo golpearlo.
Era como ver todo en cámara lenta, como sus arma comenzaban a apuntarme, Sophia gritaba por lo que acaba de hacer y yo solo seguía adelante. Esteban jalo del gatillo, pero no pasó nada, al final si se había acabado la munición y no recargo.
–Dejen a los niños malditos bastardos. – Se escucho que gritaron, un par de disparos sonaron mientras corría y a espaldas de Esteban veía como Alondra, una de las chicas se desplomaba en el piso.
Todos los demás empezaron a salir, aun si estaban con las manos atadas hicieron lo mismo que Sophia, embistieron con todo su peso.
Cuando llegue cerca de Esteban termine por abrazarlo con fuerza intentando tumbarlo, ciertamente lo hice perder el equilibrio y caer, pero de inmediato un fuerte golpe por parte de el impacto en mi rostro, aun aferrado a él comencé a morderlo con fuerza.
–Maldito pero, suéltame. – Repetía mientras volvía a golpear.
Los demás niños entraron y comenzaron a dispararle varias ráfagas a Alejandro quien termino por caer al suelo, Any, quien salía armada de la habitación donde recién se había asomado Alondra, empezó a correr directo a los niños para protegerlos de cualquier ataque que pudiese ocurrir contra ellos. Nathaniel iba a volver de nuevo al cuarto, pero Octavio se abalanzó contra el levantándolo como si fuese un toro salvaje y lo estrello contra la pared, este callo al piso, pero aun tenia su arma en mano y parecía reaccionar hasta que Oliver remato saltando contra el pateando su ostro con ambas piernas haciendo que todavía su nuca chocara con el muro, Clara parecía rendirse sin ofrecer resistencia, pero ya no había piedad en aquel momento, Erica se colocó detrás de ella y apoyándose de las ataduras que tenia en sus muñecas ejerció la suficiente fuerza para comenzar a asfixiarla.
Solo quedaba Esteban quien en ese tiempo no había dejado de golpear mis costados queriendo apartarme de él, pero eso duro poco, Dany quien se veía más consciente, tomo una de las armas que Alejandro dejo caer tras su muerte y la coloco a un costado de la cabeza de esteban.
–No lo vuelvas a tocar. – Dijo en un tono algo bajo antes de disparar
Los oídos no me dejaban de pitar por todo el ruido, cuando por fin ya todo se encontraba bien solo me deje caer en el piso a un lado del cuerpo de Esteban, adolorido de los costados y de mi rostro por los golpes que me había dado.
Pronto los demás empezaron a liberarse de sus ataduras y comenzaron a rematar los cuerpos de cada uno para evitar que volvieran a levantarse.
–Pequeño, hijo, ¿estás bien? – Me decía entre sollozos Sophia quien em abrazaba y colocaba mi cabeza en su regazo.
–Solo me golpearon un poco. – Decía sintiendo la adrenalina empezar a reducirse en mi cuerpo estabilizando mi respiración, podía sentir sus lagrimas caer en mi rostro al tiempo que me abrazaba con algo de fuerza junto con Dany que no dejaba de aferrarse a mi mano.
–Mama...ayúdalos a ellos también – Decía algo débil a lo que solo asintió mientras me cargaba y me llevaba a un cuarto para recostarme.
–Quédate con el Dany, iré por lo necesario para tratar sus heridas. – Le pidió Sophia a lo que él solo asintió y se acostó a mi lado.
–Estas hecho un desastre. – Me dijo con un par de lagrimas en los ojos sintiendo como comenzaba a abrazarme, quería comentarle algo parecido para burlarme, pero ya estaba demasiado cansado y adolorido, solo recibí su abrazo mientras empezaba a llorar, por fin todo esto había terminado.
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Kyodai: los hijos de nadie
Science FictionCon una guerra que amenaza con acabar con gran parte de la humanidad, y con la amenaza de armas biológicas experimentales, dos hermanos huérfanos, tendrán que enfrentarse en esta dura travesía por sobrevivir, consiguiendo y perdiendo aliados en el...