Capítulo 13: señales de humo

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Andrew

Todo paso demasiado rápido, la lluvia no dejaba de caer, el piso estaba lleno de agua, sangre y más. La noche había caído y las únicas fuentes de luz que había eran las pocas llamas que seguían dentro del helicóptero y la luna sobre nosotros que se dejaba ver por momentos cuando las nubes no la tapaban en su totalidad.
Mientras nos bajábamos de la azotea del edificio escolar me detuve a mirar por el barandal hacia el estacionamiento, aquellas cosas se seguían moviendo alteradas por el ruido, el claxon seguía pitando con fuerza y estruendo y los faros del camión prendidos dejaban ver sombras aterradoras de aquellos monstruos.
-Rápido, rápido, el segundo piso se encuentra también despejado, sigan al resto a las escaleras para bajar al primer piso, por ahí vamos a saltar para evitar toparnos mas de esas cosas- Dijo con cautela Micke mientras poco a poco todos bajábamos. Antes de llegar a las escaleras hacia el primer piso se pudieron escuchar unas fuertes y rápidas pisadas, de inmediato todos se detuvieron y los militares solo se quedaron quietos a la espera de que lo que fuese que estaba subiendo llegara a nosotros.
-Guarden silencio y quédense quietos, no hay forma de que puedan vernos, quédense todos pegados a los muros y respiren lo más lento posible- Susurro Micke, quien empezó a bajar con cautela hasta salir del rango de visión.
Pasaron solo un par de minutos antes de que volviera a subir las escaleras con normalidad mirando a todos.
-Todo esta bien -hablo con un tono normal- se podría decir que están excelentes. – añadió con una enorme sonrisa mientras una sombra pasaba detrás de el hasta que fue visible.
-Perdón por la demora. – se escuchó -: ¿Listos para irnos?
Ahí estaba, mi hermano seguía ahí, de inmediato solo corrí y lo abrace con fuerza comenzando a llorar.
-Chicos, ya habrá tiempo de hablar y abrazarse y demás, pero ahora necesito que nos larguemos de aquí antes de que algo pase y volvamos a subir a la azotea. -Dijo Micke.

Alexis
Mientras el tío de Oliver comenzaba a dar las indicaciones para saltar a la parte de atrás del edificio solo miraba a mi hermano quien no me liberaba de aquel abrazo.
-Eres un tonto, hiciste que lloráramos por ti. – Comento Oliver quien solo se acerco para darme un golpe en el brazo. –No vuelvas a asustarnos así. – Agrego.

Una vez llegamos a las escaleras del primer piso comenzaron a bajar a los demás, primero fueron dos militares y después comenzaron a bajar a todos los demás, Any, Oliver, Sophia, entre otros.
-Es tu turno Andrew – le dije mientras el apenas y se apartaba un poco. -Prometo que no me iré, bajare después de ti.
Una vez dicho eso solo se limpio las lagrimas del rostro y se acerco al barandal donde lo ayudaron a bajar, seguido de el fui yo y por ultimo el resto de los militares incluido Micke.
Una vez mas volvimos a saltar pero ahora esta vez el muro de la escuela para salir directo a la calle, la suerte fue que varios de los zombies que se encontraban del otro lado también siguieron el ruido por los bordes del muro, lo malo es que la lluvia seguía con gran densidad.
Los murmullos de las personas comenzaban a hacerse notar, todos estaban incomodos con la lluvia, nos encontrábamos empapados y aun en la oscuridad.
-Ahora que se supone que vamos a hacer? -se quejo un señor a lo que los demás comenzaban a quejarse de igual forma.
-No tenemos ningún refugio cercano, esas cosas empiezan a estar por todos lados y estamos exponiéndonos a sufrir una enfermedad. – Alego Any a lo cual solo respondí.
-Lo mejor seria ahorita buscar un refugio, una casa o un lugar cerrado en donde refugiarnos. – Mencione.
Todos se quedaron un momento callados a lo que uno de los soldados menciono. – Cheque el mapa de la zona, hay una estación de policías no muy lejos de aquí.

-Bien, entonces ahí nos dirigiremos, si no recuerdo mal esta a unas cuantas cuadras de aquí. – Una vez dicho eso todos comenzaron a avanzar, pero yo apenas y podía moverme.
-Tranquilo, ahorita hablare con ellos si es lo que quieres. – Me comentó Oliver mientras caminaba a mi par aprovechando que Sophia estaba cargando a Andrew mas adelante.
-No se trata de eso, lo que me preocupa es lo que pueda pensar Andrew o...como vaya a reaccionar Any. – Dije mientras avanzábamos más de prisa.
-Ya estamos por llegar, hablare rápido con mi tío y le diré que cierre el almacén hasta que tu puedas explicar bien la situación. – Tras decir eso tan solo se adelanto y solo pude observar cómo conversaba con él, seguramente dándole la explicación de los hechos.
Cuando por fin llegamos a la estación de policías, Micke junto con dos de los soldados nos dijeron que esperáramos a los demás dándole instrucciones a los dos soldados restante de que montaran guardia pues iban a asegurarse de que el lugar estuviera despejado.

La lluvia seguía constante y la luna dejaba ver algunas pocas sombras alrededor de la estación de policías, ciertamente nos encontrábamos bastante y inseguros y atemorizados, tan solo proseguimos a entrar antes de que cualquier cosa pudiese pasar. En el instante en que entramos nos aseguramos de cerrar la puerta principal tras nosotros, al frente apenas se veían las linternas de los soldados que entraron primero. Lo cierto es que no habíamos querido utilizarlas en dado caso de que pudieran ver y pudieran distinguir las luces moverse, pero encontrándonos en un espacio más reducido ahorita podía resultar favorable.

Nos quedamos todos parados en la entrada cerca de una media hora cuando por fin vimos como Micke junto con sus compañeros regresaban.
-Listo, todo despejado, había cerca de tres de esas cosas, pero nos hicimos cargo y los dejamos en una habitación aparte para que no nos llegue el aroma. – Comento mientras suspiraba algo cansado. – Lo recomendable ahorita es atrancar la puerta con esto. – Añadió mostrando una gruesa cadena junto con un candado. -Y acomodarnos para descansar.
Cuando termino de decir eso uno de los hombres que nos acompañaba tomo la cadena y la enredo con fuerza entre las dos agarraderas de la puerta.
-Señor, ¿y tienen llave del candado? – Pregunto aquel adulto a Micke a lo cual solo asintió, al recibir esta confirmación coloco el candado haciendo así que todos suspiráramos algo aliviados.
-La habitación que hay hasta el fondo esta bloqueada, ahí es donde dejamos los cuerpos, ahorita nosotros obstruiremos cualquier agujero para que aroma no salga de esa habitación. – Comento firme.
Pasaron unos minutos en lo que nos explico un poco del lugar y entrego unas linternas sobrantes a varios adultos en dado caso de necesitar alumbrar algo. Por fin corríamos con algo de suerte, la estación de policías pese a ser pequeña tenía un nivel subterráneo por detrás de la parte de oficinas esta estaba pensada para albergar a policías residentes, por lo cual tenia algunos catres y cobijas que podríamos ocupar.

-Lo mejor será que bajemos ya para empezar a secarnos antes de que podamos enfermarnos. – Dijo Any a lo que Sophia y Erica afirmaban pensar lo mismo.
De inmediato ya todos abajo los niños solo empezaron a dispersarse por el lugar, Oliver y su madre solo se quedaron hablando con su tio mientras Any se sentaba en un catre mirando al resto de los niños.
-Hermano...tengo frio. – Escuche que dijo Andrew quien se encontraba a un lado de mi junto con Sophia.
-No te preocupes, por que no van con Any en lo que busco unas cobijas extra. – Sugerí a lo cual el solo asintió avanzando de la mano con Sophia.
Mire a mi alrededor, y aprovechando la linterna que nos habían dado la encendí para tener una mejor vista de la habitación, dando vueltas en la habitación me percate de una puerta poco aparente que se encontraba detrás de las escaleras, no pensándolo mucho tan solo me acerque y la abri.
- ¿Que encontraste? – Escuche a mis espaldas, a lo que solo me gire exaltado viendo a Oliver nuevamente. – Yo, no estoy seguro, apenas voy a checar que hay dentro. – Comente mientras empujaba la puerta y entraba.
-Y bien, ¿que hay dentro? – pregunto Oliver al otro lado de la puerta.
-Son, vestidores, son algo pequeños, pero parece haber toallas. – Al decir aquello de inmediato entro para observar conmigo lo que ahí se encontraba, efectivamente, eran unos pequeños vestidores con 2 regaderas, checamos estas, pero no tenían agua, más sin embargo había bastantes toallas con las cuales podríamos secarnos y aparte quitarnos las ropas mojadas que teníamos.
De inmediato informamos a los demás del descubrimiento y rápidamente Micke organizo todo para que no hubiera ningún problema, las mujeres entrarían primero y después los hombres entrarían en dos grupos, niños y luego adultos. Al terminar de escucharlo todos los que traían consigo cosas comenzaron a buscar algo que ponerse o que no se hubiera mojado con la lluvia.

Una vez todos estuvieronsecos tan solo quedaba el repartir los catres, lo cierto es que no había paratodos, éramos un grupo algo grande para un lugar pequeño, se llego a acuerdo deque los niños tomaran un catre, se acotarían a lo ancho permitiendo que almenos seis niños entraran. Luego las mujeres adultas, serian dos por catredando todavía oportunidad de que yo, mi hermano y Oliver compartiéramos uncatre más, el resto tendría que dormir en el piso por lo menos esa noche.
Esta ves el cansancio ya no dio lugar a quejas ni reproches, todos accedieron yde inmediato todos ocuparon su lugar en los 6 catres y el resto a orillas deestos para mantenerse cerca del calor que pudieran generar los demás.
-Mas te vale no patear mientras duermes. – Dijo Oliver quien se Acomodabapegado a la pared.
-El no, pero yo si. – Contesto Andrew con un tono de cansancio y un granbostezo.
-Luego de todo lo que paso, estamos tan cansados que podría pegarte en la caray dudo que lo llegaras a sentir. – Respondí acostándome y abrazando a mihermano para que pudiéramos entrar los tres, Oliver tan solo se tapo con sucobija y nosotros con otra para no quedar tan descubiertos en mitad de lanoche.
Todo se quedo en un completo silencio y poco a poco todos nos quedamosprofundamente dormidos.

Kyodai: los hijos de nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora