Capítulo 19: Terror entre las sombras

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Andrew

Poco a poco sintiendo algo de frio comenzaba a levantarme, miré a mi alrededor mientras notaba que mi hermano y su mochila ya no se encontraban, me hubiera gustado despedirme antes de que partiera a esa misión.
Me senté y con calma balancee mis pies desnudos sobre la cama, Oliver aun se encontraba dormido, la alarma aun no sonaba así que supongo que podía dormir un poco más, pero no quería, el frio ya me había dado cierta energía así que tan solo salte de la cama impulsado por mis brazos pero de inmediato no pude gritar saltando de regreso a al cama.
–¡¿Que paso Drew, estas bien?! – Exclamo Oliver quien se paraba algo somnoliento pero alarmado por mi grito, pero de inmediato el también brincaba hacia la cama.
–Dios, que frio hace. – Exclamo a lo que tan solo asentí mirándolo al frente, una tenue luz apenas entraba por la ventana que teníamos, así que podía verlo y seguramente el también a mí.
–Perdona que gritara. – Dije mientras solo buscaba con la mirada donde había lanzado mis calcetines en la noche. –Es solo que pise el suelo y estaba muy frio. – Termine de decir mientras permanecía ahí sentado.
–No te preocupes, no estaba del todo dormido. – Contesto, pero se contradecía al bostezar con gran profundidad.
–¿Alexis ya se fue? – Me pregunto a lo que tan solo asentí viendo como se levantaba en un momento y caminaba de puntitas hasta la esquina, se inclinaba para recoger algo y después lanzármelo.
–¿Eso buscabas? – Me pregunto una vez recibí mis calcetines, tan solo rei y asentí, sin perder tiempo me los coloque, pero aun así el piso se sentía frio, de inmediato fui al pequeño mueble que teníamos y abrir mi cajón sacando otro par de calcetines, me coloque estos encima de los que me acaba de colocar y después unos tenis que me había regalado mi Sophia cuando llegamos a aquella nueva casa.
Aquella casa...cierta tristeza me daba al recordar aquella hermosa casa, mi cuarto tenia muchos peluches y piso alfombrado con el que seguro no sentiría el frio en los pies que acaba de sentir.
–¿Esta todo bien? – Me pregunto Oliver a lo que solo negué mientras sentía un par de lagrimas que brotaban de mis ojos.
–Es solo que, esto es triste, iba a tener una nueva mamá y papá y aparte un hermoso hogar y mi hermano iba a estar ahí, pero ocurrió todo esto. – Decía entre llanto mientras sentía como en ocasiones tartamudeaba o mi labio temblaba haciéndome imposible el no llorar con mayor fuerza.
De inmediato se escucharon un par de pisadas que avanzaban con rapidez al cuarto y habrían de forma súbita la puerta del cuarto.
–¿Hijo, estas bien? – Gritaba Sophia quien tan solo había entrado al cuarto y de inmediato me abrazaba. –Escuche que estabas llorando, que paso.
Solo hundí mi rostro en su pecho y llore liberando todo lo que sentía.
–Tranquilo pequeño, tranquilo, yo estoy aquí y no voy a dejarte. – Me reconfortaba todo lo que me decía, vi de reojo como Oliver solo se vestía más abrigado que otras ocasiones y se retiraba no sin antes acariciar mis cabellos.
–¿Que paso pequeño, por que estabas llorando? – Nuevamente pregunto y solo le conté lo que acababa de pensar.
Una vez termine de hablar ella ahora también estaba llorando, los dos nos quedamos sentados en la cama y ella solo me abrazo con fuerza.
–Yo también estoy triste por eso pequeño, pero no quiero que pienses mucho en eso pequeño, todo estará bien, y en algún momento esta tragedia pasara, y tú, y yo, y Roberto junto con tu hermano podremos vivir juntos, y todo estará bien, créeme, tal vez no haya ningún papel ahora, ni sangre que nos una, pero yo los cuidare como si se tratasen de mis hijos.
Solo me quede en completo silencio mientras suspiraba con suavidad.
–Por favor no me dejes mami. – Le pedí temeroso de que no cumpliera lo que me dijo hace unos momentos a lo que ella solo asintió.
–Nunca te dejare. – Tras decir eso permanecimos un rato mas abrazados, después de eso me dio la indicación de que me alistara para empezar a trabajar antes de desayunar, salió de la habitación y me dejo solo un momento, nuevamente me levante y comencé a buscar algunos suéteres con los que abrigarme.
Cuando por fin estaba listo salí de mi cuarto y avance por el pasillo, pero me encontré con todos fuera de sus habitaciones en la entrada mirando al exterior.
–Esto no se ve bien, de hecho no se ve absolutamente nada. – Dijo Octavio quien se paraba a un lado de la puerta.
–Bien escuchen, no podemos solo quedarnos aquí, tenemos que vigilar ahora mas que nunca el lugar. – Aclaro al instante.
–De momento, yo y Oliver nos encargaremos de seguir reforzando la verja, los niños, por el momento no sigan moviendo las láminas, no tenemos mucha gente y aun hay que hacer la comida así que, Alice y Jesús se encargaran de rondar todo el día el perímetro. – Dijo mientras señalaba una joven pareja que se encontraba con nosotros.
–Pero no podemos vigilar todo con esta neblina solo nosotros dos. – Argumento Alice quien tan solo miraba un poco molesta.
–Estoy consciente con eso, por eso hoy los niños cubrirán algunas partes del área, formaran parejas para que sea un poco más seguro, y ustedes dos se encargaran de ir pasando a checar estas parejas.
–Pero son solo niños. – Escuche que dijo Sophia a lo que solo este volvió a responder.
–No es mucho, pero se les enseño a apuntar y a disparar ayer. –Dijo.
–Estos niños, tendrán que adaptarse también para sobrevivir, por el momento y aunque no me guste no hay nada mas que podamos hacer, no tenemos esa opción ahorita. – Termino por argumentar viendo como todos se encontraban en silencio. Simplemente mire a mi alrededor notando que nadie mas dijo nada y solo asintieron.
Octavio comenzó a formar las parejas procurando dejar a algunos con alguien mayor que el otro, a cada pareja le entrego una pistola y un cuchillo y nos empezó a repartir alrededor del perímetro.
En esta ocasión me había emparejado con Jessica, ella solo me entrego el arma y se guardo el cuchillo.
–Es mejor si tu mantienes la distancia, cualquier cosa siempre podemos correr. – Me dijo Jessica quien solo se sentaba en el piso.
–¿Tu hermano ya se fue? – Me pregunto a lo que solo asentí mientras la miraba.
–¿Sabes lo que paso con tu hermano y Abraham verdad? – Me pregunto a lo que solo negué algo confundido.
Ella tan solo se quedo en completo silencio mientras yo permanencia mirándola fijamente.
–Que paso con mi hermano y Abraham. – Le pregunte nuevamente a lo que ella solo suspiro.
–Mira, yo, no sé bien lo que paso, pero Alexis sabía que el cuerpo de
Abraham estaba en la comisaria y se lo dijo a Any pasados varios días.
Luego de que me dijo eso solo permanecí en shock un buen rato hasta que ella me movió suavemente.
–Escucha, puede que el no lo haya lastimado como tal y haya sido una de esas cosas, no lo sé, Any ya no me pudo decir más. – Me decía –Te pregunte por que pensé que tu podrías decirme algo más, me dijo queriendo justificarse a lo que solo negué.
–No, el no me conto nada de eso. – Un incomodo silencio se quedo en el aire mientras hacíamos guardia en el lado sur del enrejado.
El rato paso y yo no dejaba de darle mas y mas vueltas a lo que Jessica me acababa de decir. La espesa niebla no cedía el paso terreno y el clima no parecía mejorar, inclusive una brisa se empezaba a sentir en el área, esta estaba empezando a mojarnos poco a poco.
–Maldición, este lugar es horrible. – Reclamaba Jessica quien caminaba en círculos alrededor de la reja.
Yo simplemente la ignoraba y continuaba mirando al exterior de un lado a otro, fue cuestión de tiempo para que la campana del almuerzo sonara.
Mientras nos retirábamos por un momento sentí como si una sombra pasase delante de mí, me extraño un poco, pero con las gotas de agua que estaban empezando a caer seguro solo se trataba de mi imaginación.
Avance al comedor junto con Jessica y pasamos todos por un plato para que se nos sirviera lo que se preparó, era un guiso bastante simple de verduras, con algo de atún y pure de papa junto con gelatina.
No era ni cerca a lo que comíamos en el orfanato, pero al menos teníamos algo para comer si no moriríamos de hambre. Me senté donde siempre y solo vi como Oliver tomaba asiento enfrente de mí, en esta ocasión también se sentaron Jessica y Sam, lo cierto es que hubiera preferido que solo fuese el, ya que quería preguntarle que sabia al respecto de lo de Abraham, pues el tampoco estuvo en ese día que lo buscamos.
–¿Ocurre algo Drew? – Me pregunto al notar que lo miraba fijamente.
–No, no es nada es solo que estaba pensando en mi hermano. – Respondí rápido mientras comenzaba a comer para no hacer más platica.
–Si, yo también estoy preocupado por él. –Respondió Oliver como si supiera en que pensaba.
–No veo por qué se preocupan, claramente el puede defenderse y dañar a cualquiera. – Comento de forma muy aguda Jessica, tanto que hasta Sam que parecía estar en su propio mundo miro de forma extrañada.
–¿Ok? – Contesto incomodo Oliver a lo que Jessica mostrándose algo molesta solo golpeo la mesa.
–Bien, Oliver, ¿nos vas a decir que paso con nuestro amigo o vas a seguir encubriendo al tuyo? – Dijo confrontando a Oliver a lo que un silencio se genero en todo el lugar, no solo en nuestra mesa sino en la mesa de los demás niños y personas que ahí estaban.
–¿A qué te refieres? – Pregunto todavía Oliver, queriendo evitar el tema.
–Hablo de Abraham, el estaba muerto en la comisaria, ¿qué paso? – Dijo
Oliver pareció choqueado, retuvo un momento el bocado que tenia en su boca y tan solo suspiro mientras pasaba aquel bocado.
–Yo en verdad no sabía eso, lo siento. – Dijo mientras que solo tomaba algo de agua y la miraba fijamente.
–Alexis no siempre me cuenta todo, perdona que no pueda responderte.
Tras contestarle eso ella parecía mas molesta, tan solo tomo la charola con su comida y se sentó en otra mesa, Sam también se cambio y la acompaño, se podían escuchar leves sollozos provenientes de ella, cuando nuevamente estábamos sentados solo Oliver y yo lo mire fijamente y pregunte.
–¿De qué están hablando? – El solo termino de comer y me miro de forma firme.
–No lo se Drew, creo que tu hermano es quien podrá responder todo esto.
Tras decir eso bebía algo de agua y solo se estiro en la silla mientras el tiempo de comida terminaba.
Tras terminar la hora de comida todos estábamos por salir del comedor cuando en un momento Alice, la esposa de Jessy salía delante de todos, pero inmediatamente este cayo sobre su espalda.
Extrañados por aquello todos se acercaron mientras ella gritaba. Y apartaba con fuerza algo que se encontraba sobre ella, ¿acaso eran zombis?, al estar cerca vimos como se paraba, no era un zombi, pero si se veía herido, era parecido a un perro, pero su pelaje se veía maltratado, como si se lo hubieran arrancado o se le hubiera caído.
De inmediato esta solo se inclinaba asía atrás mientras gruñía mostrando sus tienes, esos estaban ensangrentados, lo cierto es que daba demasiado miedo, todos retrocedieron y rápidamente varios sacaron sus armas, este estaba a punto de saltar nuevamente cuando todos dispararon a la vez, se escucho un quejido al mismo tiempo que su cuerpo caía sobre el piso y dejaba de moverse.
–Que mierda es esa cosa. – Dijo diana quien estaba a un lado de mi y solo miraba aterrada a aquello que estaba en el piso.
–Son perros militares. – Dijo Octavio quien se acercaba para cerrar la puerta haciendo que la habitación en la que estábamos se volviese mas oscura nuevamente, con la neblina no daba suficiente iluminación los tragaluces que había en los techos.
–¿Perros militares? – Cuestiono Jessy quien se encontraba abrazando a su esposa mientras miraba a Octavio.
–Generalmente son como los perros policía, pero están más entrenados para la vigilancia, estos no se encargan de retener al intruso, su objetivo es matarlo. – Tras decir eso todos retrocedieron un paso
–Entonces... ¿ellos pueden cuidarnos? – Pregunte algo iluso a lo que solo negó.
–Temo que no Andrew, nosotros somos aquí los intrusos...pero aparte, estos perros no parecen estar bien.
Mientras hablábamos unos gruñidos y garras que chocaban contra el piso se escuchaban fuera, no fui el único en percatarse de aquello.
–Deben ser el resto de los perros. – Dijo Oliver quien sacaba el cargador de su pistola y después lo volvía a meter.
De inmediato hice lo mismo con algo de dificultad al mismo tiempo que todos los demás empezaban a hacerlo, contaron sus balas y después colocaron el cargador nuevamente.
–El resto de las municiones esta en el almacén. – Aclaro Diana quien intentaba escuchar a través de la puerta de salida.
–No sabemos realmente cuantos son ni siquiera sabemos cómo entraron, pero, están rodeándonos ahorita mismo. – Menciono Octavio nuevamente.
Los murmullos de todos comenzaban a resonar en el comedor.
–Esperen un momento. –Grito Jessica quien solo volteaba alrededor preocupada.
–¿Any no está aquí, donde esta? – Exclamo realmente preocupada a lo que Sophia solo contesto.
–Ella quería comer a solas en su habitación. – Dijo a lo que Jessica bufo molesta.
–Tranquila Jessica. – Imploro Sam quien estaba a su lado sujetándola de la mano. –Ellos no pueden atravesar una puesta por si solos, ella siempre se encierra.
Tras decir eso varios rasguños se escucharon en la puerta del comedor mientras un par de aullidos sonaban, estos mas roncos que los comunes y por momentos perdían sonido.
–Tal vez uno no, pero entre varios si. –Dijo mientras se acercaba a pedirme el arma, algo dudoso se la di al mismo tiempo que ella se acercaba a la puerta, pero era detenida por Octavio.
–Espera, espera, no podemos simplemente salir a morir. – Le reclamo
–Escucha, planearemos algo y entre todos nos juntaremos en los dormitorios para estar a salvo en lo que pasa esta niebla. –Comento mientras todos empezaban a formar un círculo discutiendo como podían llegar, los dormitorios que teníamos estaban a un lado del almacén, pero para llegar teníamos que cruzar la pista de aterrizaje, eran quizá unos 40 metros de esta, si no es que más, tan solo discutieron varias formas, la primera opción era correr todos en bola, entra más fuéramos mejor podríamos reaccionar al ataque, pero si resultaban ser más y nos rodeaban estábamos acabados.
Sophia tenia la idea de dejarlos entrar, pero de ser así y no contábamos con las balas suficientes nos quedaríamos encerrados, estuvimos discutiendo con cierta prisa pues cada minuto contaba.
Cuando por fin todos estuvieron de acuerdo optaron por la opción de Sophia, solo que la mejoraron, lo primero fue colocar varias mesas acostadas en la entrada de tal forma que hacían un bloqueo.
después Jessy, Octavio y Oliver se pararon detrás sujetando varias sillas frente a ellos, como si se tratase de un escudo, los demás nos encargaríamos de disparar y atacar lo que viniera de frente, rápido tomamos los palos de varias escobas que había en la cocina y los atamos junto con los cuchillos con varios trapos que encontramos, estos los rompimos para tener una tela mas delgada y con la cual dale mejor firmeza, una ves estaba todo listo Diana abrió la puerta y rápidamente se posiciono detrás de la barricada al mismo tiempo que comenzábamos a hacer algo de ruido para atraer su atención.
Pasaron un par de segundos hasta que varios gruñidos comenzaban a escucharse, de repente de entre la niebla dos grandes perros saltaron chocando con fuerza contra la barricada haciéndolo tambalear, estos empezaban a morder histéricos las patas y a gruñir.
–Rápido, mátenlos, estos perros son demasiado fuertes. – Grito Octavio a lo que Sophia junto con Diana y Alice empezaron a apuñalarlos con las lanzas que hicimos. Estos parecían no ceder cuando de repente más gruñidos se escucharon.
–Niños, dispárenles o nos tumbaran. – Dijo Jessy quien solo pujaba mostrando así lo difícil que estaba resultando retenerlos, algo dudoso solo permanecí parada observando como Jessica se acercaba y por el costado disparaba lo mejor que podía a la cabeza de los perros.
Empujándolos con fuerza los cuerpos de los perros quedaron en el piso frente a las mesas, pero antes de que pudieran tomar aliento tres perros más saltaron con fuerza, dos de ellos se estamparon, pero uno mas logro pasar por arriba, de inmediato todos entraron en pánico, Jessica se giró y comenzó a disparar pero este perro parecía esquivar las balas pues solo corría de un lado a otro.
El arma de Jessica en un momento se quedo sin balas, y casi como si el perro lo supiese comenzó a correr directo hacia ella, un nuevo par de disparos se escucharon, Sam junto con Dany Habían empezado a disparar, con cierta suerte varios de estos disparos fueron asestados en aquel perro, pero este aún se movía errático, ahora fijándose en Dany y Sam comenzó a avanzar a estos pero aun conservaban varias balas y le asestaron un par de disparos mas que terminaron por matarlo.
Una vez los perros que retenían los demás también estuvieron muertos suspiramos con cierto alivio y sin perder mas tiempo pasamos sobre la barricada para avanzar directo a los dormitorios, los demás aun llevaban consigo las sillas cuando cruzábamos la pista, una vez ya en el otro lado entramos directo al Octavio entrego un cargador a cada uno y una pistola ya cargada.
–Ya no duden en disparar. – Pidió con seriedad mientras miraba a todos de reojo.
Una vez armados nuevamente todos entraron a los dormitorios, dos perros se encontraban fuera de la puerta de Any rasguñando eh intentando atravesarla. Octavio sin titubear les disparo justo en la cabeza, estos cayeron, pero no queriendo arriesgarse se acerco y disparo una vez más a cada uno.
Jessica con rapidez entro al cuarto solo para encontrarse a Any sentada quien solo la miraba temblando.
–Gra...gracias. – Le dijo con un par de lagrimas en los ojos mientras los demás niños también entraban a la habitación solo para abrazarla.
–Deberíamos entrar también. –Me dijo Dany a lo que solo asentí y nos unimos al abrazo, por el momento Any parecía corresponderlo, su inexpresivo rostro estaba volviendo a mostrar emociones y eso alegraba a todos.

Kyodai: los hijos de nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora