Capítulo 11: El plan (Andrew)

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Tras ver nuevamente a mi hermano debajo del edificio, apuntando aquella arma, no pude evitar gritar, no quería que tuviera problemas, no quería que dañara a nadie y mucho menos que alguno de ellos pudiera hacerle daño. Rápidamente luego de haber gritado el ruido de mi voz fue opacado por el aturdidor estruendo de aquella arma de fuego, sin pensarlo mucho yo y varios de los niños tapamos nuestros odios en un acto de reflejo. Cuando los disparos cesaron, todos quedaron observando con detenimiento a mi hermano al igual que a aquellas cosas que se dirigían a él, pude sentir un fuerte nudo en la garganta que me impedía gritar y respirar con profundidad.
En un momento dado, cuando aquellas cosas estuvieron cerca de él, observé como mi hermano empezó a correr hacia la parte de atrás del otro edificio, ¿qué es lo que intentaba?, ¿en que estaba pensando?
pasaron un par de segundo donde no se escuchaban mas que los quejidos de aquellos quienes se encontraban debajo, al miso tiempo que murmullos de las personas.
-Any... ¿Dónde esta?- le pregunte de forma entre cortada, con un pulso acelerado.
-El, puede que nos este dando algo de...-antes de que terminara de hablar su presencia volvió a ser notoria cuando por el otro lado del edificio volvió a parecer con un paso acelerado mientras tenia ya a un grupo bastante grande de aquellas cosas a sus espaldas.
Nuevamente todos estaban en silencio, pero este se rompía con las expresiones de asombro de la gente que lo miraba.
cuando por fin le dio una vuelta completa al edificio volvió a desaparecer junto con todas esas cosas, nuevamente todos giraron la vista en dirección al otro lado del edificio a la espera de que regresara.
Pasaban los segundos pero no había ninguna señal suya, entonces antes de que un silencio absoluto se formara en el edificio todos volvieron a exaltarse al ver a alguien avanzar nuevamente desde la cafetería.

-Es...es Oliver!- exclame emocionado mientras volteaba a ver a su madre y a su tío quienes solo miraban fijamente su andar.
Con paso veloz y armado con una especie de palo en su mano, lo vi acercarse rápidamente a unos zombis que le obstruían la ruta al edificio donde nos encontrábamos.
De un momento a otro vi como agitaba con fuerza su brazo armado golpeando la cabeza de aquellos que se abalanzaban sobre él, supongo que decirles zombis es lo correcto, es el termino más popular.
Tras derribar a dos de aquellos zombis con su golpe termino de avanzar hasta llegar al edificio, lo perdimos de vista por unos minutos hasta que lo escuchamos una vez llego a la parte de arriba.
-¡H!ijo, ¡¿estás bien, que paso, donde estaban?!- comento alarmada su madre de Oliver mientras lo abrazaba y lo sujetaba de la cabeza inspeccionándolo.
-Estoy bien, tranquila...ahorita hay que preocuparnos por otra cosa- comento mientras se acercaba al borde de la pared dando vista al edificio de enfrente donde se había estrellado el helicóptero.
-Tenemos que irnos antes de que Alexis se canse- comento serio mientras miraba a todos quienes se encontraban desconcertados.
-El ahorita está dándonos tiempo para salir de aquí, tenemos que preparar a la gente y marcharnos lo antes posible, el edificio esta rodeado, esto es debido a que el ruido los atrae, no sabemos si tengan olfato o que otra cosa los estimule pero de momento es lo único que se...-
Estaba escuchando atento a lo que Oliver decía hasta que en un momento su explicación fu interrumpida por un adulto que se encontraba a sus espaldas.
-Bueno, ¿Quién te crees tu mocoso, crees que puedes ordenarnos que hacer?- refunfuño molesto mientras se acercaba a él empujándolo levemente.- Por que no mejor vas con tu amigo y le dices que se lleve a esas cosas, o mejor aún, por que no hacer que estos soldados empiecen a hacer su trabajo y nos protejan, ¿tenemos armas no?-
Oliver sin perder la calma tan solo suspiro con cierta pesadez y lo miro.
-Yo no los incluía a ustedes, yo solo hablo por y para los míos, si quieren seguirnos será cosa vuestra, pero no son mi prioridad- Su tono de voz había sido un poco más burlón, casi sarcástico, eso parece que molesto al adulto que lo había interrumpido, y cuando alzo su mano dispuesto a golpearlo su tío intervino y aplico algo de fuerza para estampar la cabeza ajena contra el borde del barandal.
-¿Entonces, cual es el resto del plan?- comento su tío quien tan solo lo miro fijamente. – Tu dímelo y veré que puedo hacer junto con mis compañeros para sacar a todos de aquí.
Cuando dijo eso Oliver tan solo asintió y se apartaron un poco del resto para poder hablar con calma, la madre de Oliver fue tras ellos y yo hubiera ido de no ser por que Any se había acercado a donde estaba y me había abrazado apegando mi cabeza a ella.
-Que... ¿Qué pasa Any?- pregunte confundido por su acción, ella tan solo permaneció en silencio mientras miraba a la cafetería, estaban pasando los minutos y no ocurría nada, ella no me soltaba y Oliver aun no regresaba, no fue hasta unas lagrimas empezaron a recorrer su rostro cuando lo comprendí. Oliver y mi hermano habían hecho acto de presencia...pero ¿dónde estaba Abraham?
Estaba apunto de preguntarle si era por eso, pero me detuve, quizás si lo hubiera dicho ella no hubiera podido contener más sus lágrimas.

Kyodai: los hijos de nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora