Alexis
Poco a poco estaba comenzando a despertar observando como los demás se movían entre la oscuridad de la habitación, bostezando son profundidad me estire en el piso antes de incorporarme.
–Buenos días. – Exclame a lo que Erick respondió.
–Buenos días, Alexis, parecía que estabas teniendo un buen sueño. – Señalo a lo que solo negué prendiendo la linterna para poder verlos mejor y solo la dejaba encendida a un costado.
–Era mas como una pesadilla. – Aclare mientras me levantaba y acomodaba mi ropa.
–Entiendo, supongo que es lo mas normal ahorita. – Respondió mientras que tomaba un bonche de hojas y comenzaba a repartirlo junto con una cinta adhesiva. –Álvaro tuvo la idea de que podíamos usar varias hojas fijadas con la cinta como protección en los antebrazos. –Dijo mientras me mostraba como iban a ser colocadas.
–Supongo que al final el papel de esta fábrica si cera de utilidad. – Comente algo sorprendido mientras imitaba lo que los demás hacían, en un momento Álvaro solo se acerco y con la cinta envolvió mi brazo junto con las hojas.
–Es mejor si lo usas debajo del suéter, así es menos probable que se caiga o se zafe. –Me aclaro mientras me ayudaba con el otro brazo.
–Supongo, aparte no se ve tan raro. – Respondí a lo que el solo contesto.
–Bueno, que se vea raro es lo de menos, si sirve para protegernos es suficiente.
Tras decir eso los demás solo rieron y asintieron.
–Eso es cierto, es más, Álvaro por que no me cubres todo el cuerpo. – Sugirió Entre risas Carlos quien solo se quitaba la ropa de la parte superior dejando ver un físico algo tonificado, no había muy buena luz, pero podía observar una tez blanca algo quemada algo bronceada de los brazos y el cuello junto, su rostro era algo cuadrado, en general era casi parecido a Henry, pero un poco más alto y mayor.
–Vamos, ponte la ropa de nuevo. –Dijo Erick lanzándole sus prendas a la cara.
–Ya encontraremos mas equipo de protección, por el momento solo usaremos esto en los brazos, de usarlo en las piernas u otras partes podríamos hacer ruido al movernos, y algo me hace pensar que aquí estará igual de infestado. – Agrego Álvaro.
Una vez todos teníamos nuestra protección en los antebrazos salimos de la oficina, el lugar seguía igual de abandonado, con calma avanzamos hasta la salida por la parte de enfrente, con una radio que traía Erick intento comunicarse nuevamente con aquel soldado, pero la interferencia persistía, tanto que ni siquiera pudo comunicarse a la base con los demás.
–Bien, ¿que se supone que vamos a hacer? – Pregunto Carlos a lo que el solo se quedo mirando.
–Por que no vamos al centro de la ciudad, generalmente los edificios más grandes están ahí, nos subimos a uno y buscamos el helicóptero con los binoculares. – Sugerí a lo que todos se quedaron callados y hasta tal punto sorprendidos.
–Ahora veo por que lo trajiste. – Le comento Carlos a Erick a lo que él solo asintió.
–Me parece buena idea, incluso puede que a una mayor altura podamos contactar con ellos. – Tan solo se acomodaron sus armas a la espalda y terminando aquella conversación empezamos a caminar para salir de aquella zona de fábricas y almacenes.A medida que caminábamos nos empezábamos a encontrar con aquellas cosas, no queriendo desperdiciar munición ni atraer por el sonido a toda una horda estábamos utilizando solo los cuchillos, bueno, en realidad ellos los usaban, avanzábamos todos juntos y los que nos encontrábamos en el camino los matábamos, podía notar como en cierta forma todos me cubrían, pero de por ocasiones cuando uno avanzaba un poco más rápido a nuestras espaldas yo me encargaba de él.
–Chicos esto no esta funcionando. – Comento Álvaro quien se percataba de que nos estaban empezando a rodear.
–Tiene razón. – Dijo Erick. –Bien, vamos a empezar a correr, procuren esquivar a todos los posibles, si no pueden esquivar a uno o es muy complicado disparen o mátenlo, pero no se queden atrás, eso va para ti Alexis. – Agrego mirándome a medida que empezábamos a avanzar cada vez más rápido hasta el punto de estar corriendo.
Apresurados avanzábamos entre la multitud de zombis por aquella calle, a medida que salíamos de la sección de fábricas podíamos ver una multitud de coches delante de nosotros.
Estamos cerca de la vía elevada rumbo al centro, Erick con la mano nos hacia la indicación de que siguiéramos por aquí, seria un trayecto mas directo, pero esta se encontraba también invadida por aquellos zombis.
–Escuchen, ya no hay espacio para esquivar, intentaremos ir sobre los autos, si ven la necesidad de disparar háganlo.
Mi respiración era agitada por mas que intentaba controlarla, la adrenalina era tanta que incluso mi costado empezaba a doler, cuando escuche a Erick decir que iríamos sobre los carros salte encima de uno y empecé a correr a saltar de uno en uno ya que los pasillos que se formaban entre estos estaban obstruidos por aquellos monstruos.
Era casi como uno de aquellos videojuegos que a veces jugaba con Oliver, correr y saltar sobre plataformas, yo era pésimo en esos juegos, pero, este no era un juego, aquí no había una segunda oportunidad.
Casi no tenia la necesidad de disparar y mis saltos me llevaban fácilmente de un carro a otro, en ocasiones solo sentía como sus manos rozaban mis tenis pero no podían sujetarme.
–Erick, adelante hay un par de camiones, tomemos un descanso sobre estos, no creo poder seguir así. – Grite algo agitado, en ese momento todos avanzaron directo a los camiones, uno mas adelante que otro.
Al estar cerca del camión guarde mi cuchillo y pistola en mis bolsos, me pare sobre el cofre y antes de que sus manos me sujetaran salte con fuerza aferrándome al techo del camión, me encontraba cansado, en otras circunstancias me hubiera quedado colgado y ya no hubiera podido subir, pero ahorita no podía darme ese lujo, haciendo mas fuerza de la que ya tenía comencé a subir al techo, pude sentir como por momentos paseaba la cabeza de un zombi, esto termino por darme el impulso para estar por fin arriba. Al final todos aun seguíamos vivos luego de aquel pequeño trayecto, nos encontrábamos sentados sobre el techo de los dos camiones, Erick y Álvaro encontrándose en el otro camión, el problema ahora es que estábamos rodeados, pero de no habernos detenido el cansancio hubiera hecho que actuáramos mal y cayéramos.
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Kyodai: los hijos de nadie
Science FictionCon una guerra que amenaza con acabar con gran parte de la humanidad, y con la amenaza de armas biológicas experimentales, dos hermanos huérfanos, tendrán que enfrentarse en esta dura travesía por sobrevivir, consiguiendo y perdiendo aliados en el...