INOCUO 20

324 27 13
                                    


Yifan caminaba por su habitación con el celular en la mano. Era de madrugada,  pero necesitaba hablar con Hyomin.

-¿Bueno?-

-¿Hyomin?-

-¿Yifan-si?-

-Hyomin, debes volver.

-¿Por qué?-

-Satansoo nos encontró, él volvió y nos quiere matar a los cuatro.

-¿Cómo lo sabes?-

-SeHun ya tuvo una visita.

Eso fue lo que Hyomin necesitó para quedar en completo shock.

En una casa no muy lejos de las afueras de la ciudad, una plática se llevaba a cabo entre dos futuros socios.

-¿Y bien, Dará?-

-Ya lo pensé...y acepto-

-Sabía que lo harías, querida Dara. Ahora  atentamente.- kyungsoo caminó hasta quedar frente a frente con ella. -Tráeme a esos malditos, vivos o muertos.-

Dará estaba en shock, se había metido en algo peligroso.

-Cl, llévatela de aquí y dale algo de dinero por lo que llegue a necesitar.

Kyungsoo caminó en su oficina, mirando su tablero donde tenía las fotos de sus enemigos.

-Es hora de pagar, mi querido cuarteto. Es hora de que por fin nos veamos frente a frente.-

Kyungsoo tomó un sobre que guardaba entre varios libros, sacó una hoja blanca con varias fotos y todas con una fecha.

-Y la primera en caer vas a ser tú, Hyomin. Vas a venir a implorar por tu vida.

Dara salió un poco asustada de la casa de Satansoo, ¿Estaba bien? ¿hizo lo correcto? No lo sabía.

Miró de nuevo la lista con los cuatro nombres escritos, cada uno con un valor.

Caminó por las calles, la lluvia amenazaba con caer pronto, el frío se hizo presente. Dara corrió en busca de refugio cuando las primeras gotas cayeron.

Se detuvo bajo el techo del estacionamiento de un hotel elegante. Suspiró por el frío. A lo lejos vio una figura bastante familiar.

Era su hermano, que iba de la mano de una mujer rubia. ¿Lay tenía novia?

Se quedó ahí por alrededor de una hora esperando su la lluvia bajara un poco para llegar a su casa.

Lay salió aún sin verla, tomó un taxi y se desapareció de ahí.

-¿En qué mierda crees que anda, Lay?-

Tentada por la curiosidad y con un montón de preguntas en su cabeza, tomó un taxi para seguirlo.

Ella sabía que su hermano era un hombre de bien, un hombre con valores y con reputación intacta.

Pero en esos momento, justo de pie frente al gran hotel donde su hermano había entrado lo dudaba.

"NO, LAY NO ES ASÍ" se gritaba internamente.

Pagó el taxi y entró al hotel.

-¿Le puedo ayudar?- preguntó una joven mujer que trabajaba en el hotel.

-Si. Hace un minuto entró un joven en traje, cabello negro y con una maleta gris.-

-¿Sabe su nombre?-

-Si, se llama Yixing-

-¿Yixing?- permítame.

La joven la guió a la recepción, donde buscaron el nombre de su hermano.

NO LEER || INOCUO || HUNHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora