NO LEER || INOCUO || HUNHAN

INOCUO 06

Lay llegaba a casa después de varias horas en bus, se sentía muy mal por recibir dinero y la cadena de la madre de Luhan, pero en estos momentos no se podía dar el lujo de rechazar cualquier ayuda.

-Buenas noches- dijo Lay a su madre.

-¿Qué tal te fue con Luhan?- la madre de Lay: Mingzi ; limpiaba los granos de frijol para la comida del siguiente día.

-Me dio esto- Lay sacó el dinero que Luhan le había dado

-Pero es mucho- Mingzi se alarmó al ver el dinero

- Trabajaré y se lo devolveré-

-Ya sabes que me opongo a tu trabajo-

-Soy honesto y no le quitó dinero a nadie-

- Pero te puedes lastimar-

-Ser albañil no me lástima, me lástima ver a mis hermanas faltarte al respeto y a Dara de gata con cualquier mamarracho de la esquina-

-Ay, hijo-

-Nada de Ay, y hablando de esas dos mocosas, ¿Dónde están?-

-Dara fue a casa de CL y Boram ya duerme en su cama-

Lay suspiró cansado, ya sabía que esa tal CL no era más que la busca pleitos del barrio.

-Iré por Dara- Lay tomó su chaqueta y salió de la casa.

El reloj marcaba la media noche cuando lay se encontraba por llegar a la casa de CL. Estaba por tocar la puerta, pero se detuvo al ver a su hermana salir.

-¿Lay?-

-Vámonos a casa, Dara- Lay tomó por el brazo a su hermana llevándola a casa.

Lay se sentía molesto, se sentía traicionado y sobrepasado.

-¡Sueltame!- gritó su hermana al llegar a casa.

Lay soltó a su hermana para cerrar la puerta, no quería preocupar a sus vecinos.

-¿¡Me dirás que hacías en casa de CL!?-

-Es mi amiga-

-Sabe que me molesta verte con ella.-

-Pues acostumbrate Lay, ¡POR QUÉ NO PIENSO DEJAR DE VERLA!- sus gritos fueron callados por una bofetada.

Ambas mujeres presentes se quedaron asombrados, Lay solía ser un chico muy tranquilo.

-No eres mi padre- Dara tenía una mano en su mejilla -¿Podrás entenderlo algún día?-

-Pues si no me ves como tu padre, evita pedirme dinero-

Lay se fue a su habitación, como él solía decirle a ese pequeño espacio con una cama y un mueble para su ropa.

Lay no era el padre de sus hermanas, lo sabía, pero gracias a que el inútil de su padre no hacía más que beber hasta ponerse agresivo, Lay tuvo que volverse una figura paterna para sus hermanas.

Entre recuerdos y pensamientos Lay se entregó a Morfeo.

La alarma sonó a las 4 de la mañana en punto, Lay sentía que no había dormido ni 5 minutos. Con un enorme cansancio se puso de pie para darse una ducha rápida, pues no tenía el tiempo para prender el calentador de agua. Al salir se colocó unas botas negras de casquillo, un pantalón de mezclilla y una camisa vieja de color blanca.

Preparó su desayuno y el de su madre, alistó el desayunó de su hermana Boram, la más pequeña con sólo 12 años. Dara tenía 13 y lay 15, pero su ternura lo hacía ver menor y solía decir que tenía 13 para evitar la vergüenza de decir que apenas iba a terminar la primaria.