Capítulo 28. Tú y yo

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Restriego mi cara contra la almohada y respiro profundamente. Volteo lentamente hasta la mesita de noche y veo el reloj 4:45am, intento moverme pero me percato de que un brazo me está rodeando la cintura y que mis piernas están enredadas con las de alguien por debajo de la sabana

Lentamente me doy la media vuelta y sonrío al ver a Axel completamente dormido, con la boca entreabierta y su respiración calmada. Mis ojos se pierden por unos segundos en las facciones de su cara, la manera rítmica en que su pecho sube y baja, y como él parece estar tan perdido en sus sueños

Con cuidado estiro mi mano hasta tocar su mejilla con suma delicadeza, para no despertarlo. Con la punta de mis dedos toco su mejilla y bajo lentamente hasta su cuello, tocando con mi pulgar la forma de su cara y el aro de su labio inferior

Mi mano baja lentamente hasta su clavícula, él está sin camisa por lo que puedo ver su pálida piel. Sonrío cuando mi mano no se ve tan diferente en cuanto al contraste, bajo la mano hasta llegar a su pecho y luego sigue el mismo camino de subida

Axel suspira y su agarre en mi se aprieta lo suficiente para acercarme más a él. Suspira en mi cabello y habla con los ojos cerrados

— ¿Está todo bien?

Por la manera en que su voz suena tan ronca me doy cuenta que está más despierto que dormido. Así que no le respondo y sigo admirando su cara, como su cabello rubio se esparce un poco por la almohada, como sus cejas se arquean levemente, como el hueso de su pómulo se marca un poco

Y para mi sorpresa, puedo ver un poquito del azul de sus ojos por debajo de sus parpados

— Ashley —dice aún con la voz ronca—, ¿Está todo bien?

Suspiro y rodeo su cintura con mis brazos, descansando mi cabeza en su pecho

— Está todo bien —murmuro

Axel se mueve para acomodarse, haciendo que la sabana se enrede entre nuestras piernas y alejándose un poco para verme bien, tiene pequeñas ojeras debajo de sus ojos y se ve realmente cansado, pero aún así está despierto.

— ¿Qué haces despierta? —desvía la mirada detrás de mí por un segundo y luego vuelve su atención a mi— Son casi las 5 de la mañana

— Lamento despertarte

Axel frunce el ceño y deja escapar un suspiro, se aleja de mí, dejando un espacio bastante notorio entre nosotros en la cama

— ¿Te preocupa algo?

— No

— Entonces, ¿Qué haces despierta?

— Solo estaba viéndote —Axel sonríe de medio lado y siento la sangre subir a mi cara—, ok... Eso sonó mejor en mi cabeza —dejo escapar una pequeña risa—, luego de decirlo sonó como algo acosadora

— ¿Estabas viéndome dormir? —sus ojos se achinan un poco y yo asiento— Bien, eso es un poco raro

Me rio y vuelvo a acercarme a él, descansando mi cabeza en su pecho, él parece dudarlo, pero se acomoda y comienza a acariciar mi cabello

— Anoche realmente me asustaste —dice después de un tiempo

— Lo sé, lo siento

— ¿Qué estabas haciendo, de todos modos?

Me muevo para acostarme boca abajo y apoyar mi quijada en su pecho y verlo a los ojos

— Nada importante... Solo quería pasear

— ¿Segura?

— No... Es solo que si te digo la razón vas a molestarte y no quiero arruinar el momento. Así que solo prefiero mentirte y decir que nada

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