Capítulo 31. Los problemas de Ed

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Ed estaciona el auto frente a su enorme casa y sin decir una palabra, se baja y cierra la puerta de un solo golpe que solo logra estremecerme, me bajo cerrando la puerta con un poco más de cuidado y corro detrás de él.

Subo hasta su habitación y cuando abro la puerta lo veo sentado en el piso, recostando su espalda a la cama y mirando al techo

— Bien, ¿Vas a decirme qué te pasa? —digo algo molesta

Ed suspira y abraza sus piernas, me ve fijamente y me siento mal al saber que nunca había visto esa mirada tan llena de arrepentimiento

— Es Jane... —dice en un susurro

Algo nerviosa comienzo a jugar con el elástico del pantalón de pijama de Axel. Jane es la ex novia de Ed, quizás la única novia que ha tenido... Y esa perra tuvo el valor de herirlo, de engañarlo con su mejor amigo y luego simplemente irse del país... Los hombres como Ed, que normalmente suelen acostarse con una mujer diferente cada vez que quiere, normalmente suelen ser así por algo del pasado. Y el pasado de mi mejor amigo mide 1,60mts de altura, con cabello rojo y ojos azules. Si me lo preguntan, es mi definición del propio diablo.

La idiota no se merece a alguien como él, ella siempre lo trataba mal y más de una vez lo dejaba plantado porque "le daba flojera levantarse de la cama"

Sé que no soy la persona adecuada para criticar una relación, pero Ed es mi mejor amigo y todo lo que a él le duele, me duele a mí también

Sin embargo, no le digo nada, porque sé que lo único que saldrán de mi boca son insultos a esa estúpida, y estoy consciente de cuanto Ed la amó y la sigue amando. Por eso solo me quedo ahí de pie, jugando con la ropa que me queda excesivamente grande

— Volvió —dice apretando los labios y desviando la mirada para que no lo vea llorar

— ¿Para quedarse o...?

— Demonios, no lo sé —se tapa la cara con ambas manos y su voz suena amortiguada— Ni siquiera pude formular alguna palabra... Ella solamente llamó y dijo que estaba aquí... Y que quería verme de nuevo

— Oh, Ed... —Lentamente camino hasta sentarme a su lado y darle un pequeño abrazo, él se recuesta de mí y respira pesadamente— No puedes dejar que esa perra te haga daño otra vez

— Lo sé —murmura

— Pero te conozco —acaricio su brazo y lo siento tensarse—, sé que hay algo más que te molesta

— Creo que ocuparme ahora de Jane es suficiente

— Ed...

Se aleja y me mira con los ojos rojizos, siento mi corazón partirse en dos y enseguida quiero llorar también

— Hablé con Will... Dijo que iba a retirar todos los cargos si... —traga grueso y sus manos agarran las mías, entrelazando nuestros dedos— Si logro convencerte de que vuelvas a hablar con él, no lo sé... Que tengan una oportunidad de encontrarse

— Ok —acaricio su mano—, es mejor que nos ocupemos de Jane... Will ahora no es un problema

— Lo es —hace una mueca de dolor y me pongo sobre mis rodillas para abrazarlo

— Ed... —me quejo— Yo no soy la única persona en el mundo que tiene problemas, y realmente estoy cansada de que todo esté dando vueltas en torno a mí... Lo tuyo es importante, muy importante

— También lo es que retire todos los cargos —se aleja de mí y me ve con suplica

— Haré lo que sea siempre y cuando no te vuelva a ver llorando más nunca

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