Capítulo 34. Lamento arruinar su cena

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Las manos frías en mi cara es lo primero que empiezo a sentir, luego el incomodo lugar en el que estoy recostada, y por último, una respiración demasiado acelerada

— Ashley —las manos frías golpean levemente mis mejillas mientras me pierdo en la voz asustada de Axel—, despierta

Mis parpados pesan un montón, sin embargo, hago todo mi esfuerzo para abrirlos lentamente. Lo único que puedo ver es la cara preocupada de Axel, sus cejas levantadas hasta unirse en su frente, mostrando un gesto de desespero que me pone la piel de gallina

— ¿Estás bien? —murmura mientras quita el cabello de mi cara

Trago grueso mientras me alejo un poco de él y me apoyo en mis codos, debajo de mi hay un montón de cojines, que obviamente pusieron para hacerme sentir cómoda, pero lograron todo lo contrario. Con mi visión algo nublada miro a Axel arrodillado a mi lado, con su cara de preocupación y mordiéndose el piercing... Con manchas de sangre en su camisa blanca

Automáticamente me subo la mano hasta ponerla debajo de mi nariz, el líquido ya está seco y me entran unas extrañas ganas de vomitar

— Ashley —susurra y lo miro algo alarmada—, ¿Estás bien?

Asiento un poco confundida

— ¿Cuánto tiempo estuve desmayada?

— No lo sé, ¿Cómo 20 minutos? —se acerca un poco más y pasa su mano por mi espalda, en un movimiento de arriba a abajo, para calmarme— El ascensor tuvo una falla, ya lo están arreglando... Te ves muy pálida, ¿Segura que estás bien?

Me paso una mano por la cara, dejándola descansar en mi frente mientras asiento

— Solo quiero algo de chocolate

Me da un beso en la sien y me abraza

— Bien, te traeré algo de agua y luego iremos a tomar algo de chocolate caliente, ¿Te sirve? ¿O prefieres que te compre algo para comer?

— No sé qué es lo que quiero —murmuro contra su camisa

— ¿Quieres ir a un hospital y que te revisen? ¿O prefieres que llame a Ed?

Cierro los ojos y respiro pausadamente, llenando mis pulmones de su olor

— Lo que realmente quiero, es que me digas porque me ocultaste que fuiste a ver a Will

Su mano deja de moverse en mi espalda y siento todo su cuerpo tensarse

— No creo que sea el momento adecuado para halar de eso —dice algo serio

— Me conoces Axel, sabes que si tu no lo dices, iré con Will y él sí me lo dirá

Axel suspira de mala gana y me abraza un poco más fuerte

— Yo solo quería respuestas, y tratar de hacer que te dejará en paz

— Axel, te lo dije antes... No te metas en esto

— Lo sé, pero Ashley... Yo creo que tu realmente no entiendes lo importante que eres para mi, y que tus problemas son mis problemas

Dejo escapar un suspiro contra su camisa y me quedo en silencio, escuchando el va y ven de su corazón. Pero todo el momento es interrumpido con el tono de mi teléfono, lo saco de mi bolsillo y deshago el abrazo de Axel para atender

— ¿Sí? —mi voz suena algo ida

— Ashley —responde mi papá al otro lado del teléfono—, no te oyes nada bien. ¿Te pasó algo?

— No, solo una pequeña recaída

— ¿Segura?

— Sí, no es nada grave... ¿Qué pasa?

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