Capitulo XV

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Alfred

La hora de la comida había pasado demasiado rápido, unos bocatas de jamón y una ensalada, unos cuantos besos y de vuelta a la uni.

He hecho algunas llamadas y algún recado y he vuelto a recoger a Amaia y ya estaba a mi lado, completando la pieza perdida del puzzle de mi vida. Estaba un poco nervioso por saber su reacción frente al piano, espero que de verdad le guste, que pase las noches de mi ausencia, frente al piano componiendo melodías esperanzadoras que le hagan creer que abra una próxima vez.

- ¿Qué has hecho Alfred?

- ¿Yó? Nada amore mío, ¿Por que dices eso?

- No se, te noto nervioso. Ya te he dicho que Javi no esta, además si quieres solo recojo mis cosas para mañana y vamos a tu casa, se que estas mas cómodo en ella.

- Tu casa me gusta Amaia, es tuya y todo lo tuyo me gusta

- Oy! oy! oy! mirale que mono es.

Amaia mete la llave en la cerradura...1, 2, 3 vueltas y click. El piso parece otro, Paqui ha hecho magia en unas horas y ha acomodado el salón de manera que el Piano sea el protagonista principal, ha puesto los cojines sobre el sofá, hay flores, en la cocina puedo ver un canasto lleno de frutas que desde el marco de la puerta se ven deliciosas, todo se ve, no se con un color especial.

- ¿Pero que ha pasado aquí? Dios mío Alfred! Ladrones han entrado en casa! Nos hemos equivocado de piso!

Sonrió al ver su cara de pánico y autentica sorpresa.

- Amaia, tranquila he sido yo.

- ¿Cómo? No entiendo nada, por que mi casa parece otra y por que esta invadida por un Bechsteing? Que es toda esta comida, Alfred explícame que es todo esto?

Su cara no podía descifrarla no se si era sorpresa o enfado, yo pensaba que saltaría hacia mi y me comería a besos pero la reacción de Amaia no me la esperaba, nuevamente me sorprende.

- Amore, quería tener un detalle contigo, no se , quería hacerte sentir que me importas.

- Ósea, me limpias la casa para hacerme sentir importante? Tan desastre soy o tan mal te sientes que crees que necesito que me limpies la casa y me hagas la compra? Pero tú qué te crees? Además este despropósito de piano? Que tiene mi teclado? Se que esta un poco viejo pero es mío, me lo regalo mi abuela y ha crecido conmigo. Yo no necesito un piano de estos en casa, si quiero puedo ir a tocar al conservatorio. No entiendo Alfred de verdad.

- Amaia, es un detalle, me voy a ir 11 putos meses, algo que me tortura cada minuto que lo pienso, encontrarte para después tenerme que ir, quería no se tener un detalle, algo. Javi no esta y tu no paras, quería cerciorarme de que estarías bien acompañada por un piano y con suficientes reservas para un mes al menos.

- Mira Alfred, agradezco que quieras tener un detalle, pero la verdad no quiero ni necesito de tu caridad, ni de tu lastima. Si no te sientes cómodo en mi casa me lo dices y te piras, mi casa es un reflejo de lo que yo soy, si hay desorden, libros, vinilos y ropa por todos lados pero esa soy yo, caótica, despistada. Si solo tengo cosas para hacer lasaña es por que no se cocinar nada mas, no por que no tenga dinero para comprar mi propia puta comida, no soy rica como tu, soy una simple estudiante de pueblo que quiere superarse pero por si misma. Hay cosas que no puedo ni quiero cambiar y la verdad me parece un poco abuso de confianza entrar cambiarlo todo llenarme el frigorífico, no se...

Las lagrimas empiezan a salir a borbotones, en sus ojos veo una mezcla de sentimientos, de preguntas y sobretodo decepción.

Siento que voy a explotar y trato de calmarme, yo solo quería tener un detalle, y la he jodido bien, se ha sentido humillada y yo por el contrario solo quería que supiera que me muero por ella.

- Era un puto detalle Amaia, no te pongas así, perdón, perdón, solo quería tener un puto detalle.

- Creo que necesito estar sola Alfred, no sé, me siento como si de repente me vieses como un proyecto de reforma y caridad y no!!!!!!. Yo me siento bien conmigo misma, pensé que te gustaba tal y como era. Necesito pensar son muchas cosas, que le voy a decir a Javi cuando vea el piano. Si es que ni en 5 vidas podría yo tener uno de estos. Déjame pensar Alfred, déjame sola en mi casa por favor.

- No entiendo todo este puto drama por poner algo de orden y querer que estes bien. No veo nada de malo en comprarte un piano, eres pianista no? Pues eso, necesitas un piano en casa, no el teclado que tienes, suena mejor un xilófono de un niño de 3 años que ese trasto.

- Vete de mi casa ya Alfred, que te pires ya...

Y es así como dando el portazo mas fuerte de mi vida, salgo del piso de Amaia y tal vez de su vida. No puedo contener las lagrimas siento un nudo en el estomago y de repente me siento enfermo. Si es que soy un idiota y no se como hacerle ver que es importante para mi, joder hacerle ver que me ha cambiado la vida, que en medio de mi oscuridad ella es la claridad, que me ha hecho replantearme mil cosas, y la cago una vez mas por que no encuentro la manera de hacerle sentir especial.

Cojo el coche y manejo como un loco, me encierro en la oscuridad de mi casa, esta casa fría helada, sin su calor, sin su presencia, estoy sudando frío, tengo escalofríos, no tengo ni siquiera su puto teléfono y mi esperanza se va entre sus dedos. 

Recordar sus ojos indignados ofendidos me parte el alma, claro que amo su caos y lo espontánea que es, claro que adoro como vive entre libros y vinilos, nunca había comido nada tan espectacular como su lasaña, como no puedes verlo Amaia, esta es mi forma de decirte que me gustas que pffff.....

Paso las horas de un lado a otro, trato de ver el concierto y tomar notas como se lo había prometido a Marta, pero la imagen de Amaia dormida en el sofá del camerino se me viene a la mente, Amaia en mi cama, Amaia sonriendo, Amaia pidiéndome que me largara de su casa.

Son las 2:36 am y el timbre de la puerta de mi casa me saca de este seudosueño, medio pesadilla, no me he dado cuenta pero llueve fuertemente y me pongo en lo peor, será mi madre? Estará bien papa?...

Como puedo me pongo una camiseta y veo por la cámara del interfono a Amaia, totalmente empapada.

- Amaia, pasa ... Que haces aquí? Estas empapada.

Sin pensarlo un segundo y sin importar lo mojada que estaba se abalanza a mi en medio de lagrimas y sollozos.

- Perdóname Alfred, perdóname. He leído la tarjeta de las flores y te he entendido perfectamente. Perdóname me has tomado por sorpresa, pero entiendo que te preocupes por mi yo también lo hago.

- Ehhh Tarjeta?

- Si la de las rosas rosa en mi mesilla, en la que me dices que soy muy importante para ti.

- Amaia es que lo eres, en este momento de mi vida eres todo para mi.

Nota mental: Darle dos besos y un bono extra a Paqui. Esto es su idea total.

- Pero pasa, ponte algo de mi ropa no quiero que te enfermes. Como has llegado hasta aquí?

- Bueno he pillado un autobús nocturno y he venido andando desde la parada.

Voy rápido a mi habitación cojo un albornoz y unas toallas.

- Ven amor, quítate esta ropa, la meteré en la lavadora y después en la secadora. Ponte este albornoz y ya después coges lo que quieras para dormir

- He traído mi mochila, esperando que me dejes quedarme lo que queda de noche para dormir.

- Claro que si amore, sabes que esta es tu casa, siempre. Ven aquí

Una vez metidos en la cama, ella con una taza de te hirviendo, enciendo de nuevo el ordenador para ver el concierto juntos.

- Me ayudas con esto? Marta me va a matar si no tengo alguna observación, o algún apunte. Tu dime que te gusta, se sincera.

- Siempre lo soy Alfred, siempre lo soy.

Y así después de mil comentarios super acertados, y de secarle muy bien su pelo lentamente y besar cada una de las partes de su cuerpo, por fin nos dormimos a las 4 am. No será mucho lo que podamos dormir, pero no importa cualquier minuto a su lado es una vida entera para mi.

Alcanzar a una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora