Cacería

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En el último baile dado para que el príncipe tomara una decisión, bajé con un hermoso traje blanco y mi pelo suelto, opacando a las demás, logrando que todos miraran hacia mí

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En el último baile dado para que el príncipe tomara una decisión, bajé con un hermoso traje blanco y mi pelo suelto, opacando a las demás, logrando que todos miraran hacia mí. Quedaban cuatro princesas, incluyéndome: a la de Malta, quien era la que menos seguridad tenía, le había podido echar una de mis pociones en su bebida.

Nadeen la escogió primero para bailar, mientras yo miraba desde una esquina como ella sonreía, y él también, pero a cada vuelta sus ojos hacían contacto con los míos, hasta que ella comenzó a vomitar sobre el príncipe. Había una peste asquerosa y nadie podía creer lo que la princesa le había hecho, esto la descartaba totalmente.

Los guardias corrieron hacia el príncipe para ayudarlo y cambiarle de ropa; Toana se acercó a la princesa y le dijo que agradecía su visita, pero que su presencia ya no era necesaria

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Los guardias corrieron hacia el príncipe para ayudarlo y cambiarle de ropa; Toana se acercó a la princesa y le dijo que agradecía su visita, pero que su presencia ya no era necesaria. Quedaban solo dos y podía ver a Toena mirándome con enojo. Para los demás esto era un baile, pero para mí, era una cacería; la siguiente era la princesa de Rubitz, a la cual me acerqué y le dije:

Mila: "Es un príncipe guapo, ¿cierto?"

Rubitz: "Realmente lo es, parece un ángel."

Mila: "Lastima lo de su condición."

Rubitz: "Pero ¿qué condición tiene el príncipe?"

Mila: "Mas bien son inclinaciones carnales: se dice que en las noches sale hacia el bosque a cazar animales, y con la sangre fresca tiene sexo con mujeres incitando al mal; es algo increíble, se dice que una no podrá tener hijos ya que el príncipe untó sangre en su pene, la penetró y le enfermó el vientre... Incluso se acuesta con hombres, por eso están tan apurados en conseguirle una esposa, antes que se propague el rumor."

Rubitz: "Pero que horrible, no lo puedo creer; qué asco."

Mila: "Se dice que la princesa que cayó de la torre no quiso acceder y, al saberlo todo, no hubo más remedio que tirarla."

Rubitz: "Santo dios, y entonces ¿qué hago aquí? Mi reino es uno aferrado a la iglesia y no puede tener un rey con tales inclinaciones; debo marcharme, lo siento."

La ilusa princesa se creyó todo, con mis ojos pude evitar que dudara y salió corriendo del salón, dejando solo a la princesa de Solaris, la cual bailaba con el príncipe. Estaba usando demasiada magia. Le hice señas a Shura de lo que tenía que hacer y él entendió sin problema; la música se detuvo y todos comenzaron a gritar: el gran candelabro se había soltado y había caído sobre la princesa de Solaris, quien temblaba en el suelo mientras su vida abandonaba su cuerpo aplastado, cubierto de sangre.

 Le hice señas a Shura de lo que tenía que hacer y él entendió sin problema; la música se detuvo y todos comenzaron a gritar: el gran candelabro se había soltado y había caído sobre la princesa de Solaris, quien temblaba en el suelo mientras su vi...

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