Intento aferrarme a la poca cordura que me queda tras ver lo que había expulsado de mi boca. Siento que el aire se me atora en la garganta, y por un momento temo que, más que aire, fueran pétalos. Vuelvo a tener náuseas.
Yo no pude haber vomitado pétalos. Eso debió haber estado en el inodoro desde un principio. Sin embargo, un repentino ataque de tos me demuestra lo contrario tras ver, nuevamente, sangre y pétalos solo que en mi mano. Los dejo caer al suelo, espantado, y me levanto casi de un salto del frío suelo, aferrándome a las paredes del cubículo. No puedo dar ni un paso.
Escucho que alguien abre la puerta del baño.- ¿YoonGi, estás aquí? -La dulce voz de JungKook me penetra los tímpanos. Pero no es momento de ponerme nervioso, debo hacer algo.
En mi desesperación, intento meter los pocos pétalos en el suelo dentro del inodoro y tiro la cadena. Con mi camisa limpio las diminutas gotas de sangre que encuentro en mis manos y el hilo de baba que se desliza por mi comisura derecha. Cuando ya me siento listo para salir, hago mi aparición frente al pelirosa, quien me esperaba descansando su espalda contra una de las paredes del baño.
Me mira con una notoria preocupación, acercándose a mí.- Dios mío, YoonGi. Estaba muy preocupado por ti. ¿Estás bien? De repente saliste corriendo, tuve que buscarte por todos lados.
No quiero tenerlo cerca, ya es demasiado doloroso que esté cerca de alguien más como para que lo esté de mí y me recuerde que no puedo tocarlo.
Me alejo disimuladamente unos pasos hacia atrás, apoyando una mano en mi estómago, preguntándome si allí habrán más pétalos por vomitar.- Tuve náuseas. Estoy bien. -Aseguro, poniendo mi mejor rostro. Lo único que quiero ahora es regresar a mi hogar.
Me mira de arriba a abajo como si quisiera asegurarse por sí mismo de que lo estoy. Me quedo inmóvil, exhausto, sin fuerzas para moverme o impedir que su mirada me analice, como si fuera una máquina. No pensé que vomitar hiciera sentirme tan débil. ¿Serán los pétalos los que me hacen sentirme de esta forma? Él asiente con la cabeza y me da una palmada amistosa en el hombro. Arde. Su toque quema como mil demonios.
Me siento como si estuviera en una jaula. Todo el exterior es tan peligroso, tan ilegal. Se supone que todo aquello que hay afuera está prohibido para mí, pero quiero explorarlo. JungKook me causa esa sensación. Hipotéticamente está cerca de mí, pero yo no lo siento de esa forma. Puedo estirar un dedo y tocarlo, y aún así, seguiré sintiendo que está a kilómetros de distancia.
Él me toma de la muñeca.- Ahora, vamos. Te llevaré a enfermería para que te dejen regresar a casa. Te ves cansado. -Me dice, con una sonrisa comprensiva. Dirige su mirada unos segundos a mi camisa mientras comienza a caminar y se detiene en seco, tomando los bordes de mi ropa y levantándolos para que quede expuesto a la cálida luz de la lámpara del baño. Sintiendo la fría brisa de la mañana golpear contra la piel desnuda de mi abdomen me hace alejarme para que me suelte, pero no lo hace.
- ¿Por qué hay sangre aquí? -Pregunta. Siento que palidezco y forcejeo para que me deje ir, pero a pesar de mis bruscos movimientos, el pelirosa tiene más fuerza que yo e intensifica el agarre.
- ¡Sólo es pintura! -Exclamo, y de un manotazo, lo alejo. JungKook parece caer en cuenta de que su acto me molestaba y mantiene distancia de mí. Suspira con cansancio.
-No estás mintiéndome, ¿no es así? Me sentiré muy decepcionado contigo, YoonGi. -Me dice, mirándome a los ojos. Trago saliva.
-Claro que no, jamás te he mentido. -Digo. Lo siento, JungKook. Es mucho mejor para ambos que no sepas de mi condición ahora mismo; simplemente porque ni yo sé cómo es mi condición.

ESTÁS LEYENDO
Hanahaki | KookGi
Fanfikce"Una vez tuve un amor, pero no era mío." Finalizada el 26/08/19. #3 en KookGi el 28/07/19. ¡La imagen de la portada no es mía! Créditos a su respectivo autor/autora. © EXTREMALQUEEN