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Al despertar la mañana siguiente, no había nadie a mi lado

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Al despertar la mañana siguiente, no había nadie a mi lado. Me estiré para poder ver mejor el pequeño reloj que Jin me trajo; eran las seis en punto. Los chicos probablemente están despertándose para ir a la escuela, mientras yo continúo aquí, en este deprimente hospital. Me siento solo, más aún porque desde la pelea con mis padres, ninguno de los dos ha vuelto a visitarme. ¿No se sienten culpables? ¿No están preocupados? Este es el mejor momento para olvidar todo lo que los molesta y pasar mis últimos días conmigo, sino, ¿qué harán el día que yo muera? ¿Llorarán en mi funeral diciendo que yo era todo lo que ellos más amaron en el mundo, cuando ni siquiera se dignaron a disculparse conmigo?

Siento ganas de ir al baño, pero no hay ninguna enfermera cerca para pedirle que me ayude a levantarme. Mi cuerpo está tan débil, que hasta retener la orina me genera cansancio. Y duele mucho, porque me sale con sangre. Perdón, seguramente suena asqueroso, hasta a mí me disgusta.

Me levanto con ayuda del sostén metálico a mi lado, que sostiene una válvula de suero intravenoso. El líquido ingresa a mis venas gracias a la aguja que tengo clavada en el brazo. Estaba inconsciente cuando me la pusieron, lo cual es genial porque no tengo recuerdo alguno de eso y les tengo un poco de rechazo a las agujas.

Cuando salgo al pasillo, el común frío del hospital me hace temblar. La ropa que traigo puesta es fina, y eso me hace extrañar mi pijama; suave, cómodo, y en estos días de frío era perfecto para llevarlo puesto todos los días. Comencé a recorrer el mismo camino que ya me sé de memoria, el hospital ya no es una incógnita para mí. Sus largos pasillos e infinidades de pisos ya no me causan misterio.

Paso por delante de las habitaciones de varios pacientes; en cierto momento, decido girar mi cabeza hacia una de ellas y me quedo quieto en mi lugar. Por la pequeña ventanilla, consigo echar un vistazo a su interior, y mis ojos ven a NamJoon dormido en su camilla. Tiene moretones en el labio; hematomas violáceos y rosados, difíciles de no verlos. Estoy a punto de entrar, pero una mano se detiene en mi hombro cuando estoy a unos centímetros del picaporte. Es mi doctor.

⸺Son de tanto vomitar ⸺me explicó, sin mirarme. Tiene sus ojos puestos en Nam⸺, tuvo una pelea con este chico, JiMin, me contó. Empezaron a gritarse. Le dijo cosas sobre el chico con el que estaba ahora, y eso hizo que se le revolviera el estómago. La pelea fue tan fuerte, que estuvo casi media hora vomitando. No solo vomitó pétalos, también tallos, como si se hubieran cortado por la intensidad. Se desmayó al terminar, así que lo internamos, para supervisarlo.

⸺Doctor, ¿usted cree que vayamos a sobrevivir? ⸺le pregunté. De repente, las ganas de ir al baño habían desaparecido por completo. Me observó de reojo y se acomodó los lentes con una mano, como si quisiera hacer tiempo antes de responder. Quizás está decidiendo qué palabras son las adecuadas para decirme "No".

⸺Su situación es... complicada ⸺habló, y eso me lo aclaró todo. "No". Él no lo cree. Se me volvieron a llenar los ojos de lágrimas, así que escondí mi cabeza para que no pudiera verme llorar⸺, pero no digo que no haya la posibilidad. Estamos trabajando muy duro para encontrar una cura. Es más, entre tú y yo, creo que estamos muy cerca de encontrarla ⸺lo último lo dijo en un susurro, como si fuera un secreto.

⸺Está bien. No tiene porqué intentar subirme los ánimos.

Creí ver que me miraba con pena.

⸺Solo tengo que acostumbrarme a la idea de que voy a morir.

⸺YoonGi...

⸺Gracias por hablar conmigo, doctor. Tengo que ir al baño. Lo veo luego.

Hice una vaga reverencia y seguí con mi camino. Mi corazón se siente más pesado que antes, y sin quererlo me trago las lágrimas cuando caen por mi rostro. Al llegar, me encierro dentro de un cubículo y trato de evitar mirarme en el reflejo cuando salgo a lavarme las manos. No quiero verme.
No quiero ver esos ojos deprimentes, y la piel pálida y seca. No quiero mirarme porque tengo la apariencia de alguien que va a morir, este va a ser mi físico cuando me pongan dentro del cajón. Así voy a verme en mi funeral. Pero, claro, no es como si vaya a poder saberlo en ese momento.

En dos días es el funeral de TaeHyung, y todavía estoy dudando en ir o no. Fui invitado; sus padres me enviaron un mensaje confirmando la hora y el lugar. No sé si quiero ir. Me aterra pensar que el siguiente voy a ser yo.

Dios, me da tanto miedo morir.

Cuando camino por el pasillo con dirección a mí habitación, el hospital comienza a despertarse. Una enfermera cruza junto a mí y me detiene.⸺ YoonGi, ¿necesitas ayuda?⸺Pregunta, sorprendida. Probablemente le sorprende que pueda caminar solo. Eso es algo bueno, ¿no?

⸺Estoy bien, puedo moverme aún ⸺Pensé que sonaría gracioso, pero fue más deprimente que otra cosa. Ella ignoró mi comentario y saltó con otro tema.

⸺Vinieron tus amigos a visitarte ⸺me avisó, y luego se alejó por el pasillo hacia otra habitación. La observé partir y me esforcé en poner una mejor cara; no quiero que mis amigos vean a un YoonGi gris, deprimido. No quiero que piensen en mí y en mis últimos días y solo recuerden a aquel chico que casi no podía moverse, con lágrimas que le caían por el rostro. Quiero que sepan que no voy a renunciar a mi vida, no aún. Voy a aferrarme a ella, aún si eso significa que tenga que sufrir un poco más. Viviré cuanto pueda.

Llegué a mi habitación y al abrir la puerta, sentí que mis piernas perdían fuerza y estaba a punto de caerme. No eran mis amigos, era JungKook, que me esperaba sentado junto a mi camilla vacía. Al voltearse, sentí que su mirada me atravesaba por completo. Y pude verlo; aterrado, a punto del colapso. Tenía ojeras debajo de los ojos y se lo notaba un poco más flaco. Ninguno emitió sonido durante algunos segundos, hasta que el sentí el impulso de romper el silencio porque no podía soportar que siguiera mirándome como si fuera la última vez que fuera a hacerlo.

⸺JungKook, si vienes a hablar por lo del beso, yo...

De repente, se levantó con un movimiento brusco de su asiento y comenzó a caminar hacia mí. Cuando me di cuenta, sus brazos rodeaban mi cuerpo y estaba apretándome contra su pecho. Por la posición de mi cabeza, podía oír los latidos pesados y tristes de su corazón.

⸺No mueras, YoonGi ⸺me susurró, mientras me abrazaba más fuerte. Escuchar esas palabras salir de su boca me destrozó por completo, y si antes no quería morir, ahora deseaba ser inmortal.

Rodeé su cuerpo con mis brazos y lo apreté más contra mí.

⸺No voy a hacerlo ⸺respondí, y lo demás fue silencio.

Hanahaki | KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora