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Puedo sentir como mis manos sudan dentro de mis bolsillos y la forma en la que mi corazón late con fuerza en mi pecho, como si quisiera salirse de éste

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Puedo sentir como mis manos sudan dentro de mis bolsillos y la forma en la que mi corazón late con fuerza en mi pecho, como si quisiera salirse de éste. Cuando iba en camino a la casa de JungKook no parecía una mala idea. « Solamente irás allí a estudiar, YoonGi », me repetía mi mente, y por un momento llegué a creerlo.

Pero mi corazón está cansado de mentirse. Y aquí, frente a las afueras de la casa de JungKook, no parece ceder ante ninguna de las mentiras que mi mente dice.

Acerco un dedo hacia el timbre y lo presiono, escuchando un ruidoso chillido en el interior de la casa, que sería capaz de dejar sordo a cualquiera. Apenas son las cuatro de la tarde; falté a los hagwons* ya que, de todas formas, iría a la casa de JungKook para estudiar, por lo que no me retrasaría en el estudio.

De repente, escucho el sonido de la cerradura a través de la puerta antes de que ésta se abra por completo, mostrándome a un JungKook con una sonrisa en el rostro que consigue ponerme los pelos de punta. Mi estómago cosquillea.

- Buenas tardes. Pasa. -Dice, haciéndose a un lado, así que hago una rápida reverencia antes de poner un pie dentro de su hogar, y terminar por adentrarme en éste con otro. JungKook cierra la puerta detrás de mí y se gira hacia mi dirección, señalando una puerta en mitad del pasillo-. Allí está el comedor.

« Lo sé, Kook. Una vez fuimos buenos amigos, ¿recuerdas? Seguramente no, pero está bien. Sería sorprendente si lo hicieras. »

Camino abriéndome paso entre algunos muebles que se interponen en mi camino, sintiendo las rápidas pisadas de JungKook a mis espaldas, la cual me hacen apresurar como si no quisiera que me alcanzaran. De repente, me siento como en una guerra por ver quién llega primero al comedor. Y yo gano.

Pero al ver en su interior, me doy cuenta de que no hay rastro de SeokJin por ningún lado. Empiezo a mirar hacia todos lados, buscándolo con la mirada, mientras JungKook me ve atentamente unos metros detrás de mí.

- ¿Y SeokJin? -Pregunto, frunciendo el ceño. El pelirosa me mira con confusión.

- Pensé que él te había dicho. No va a venir.

« No va a venir. »

Cuatro benditas palabras fueron necesarias para hacerme perder el control y la poca cordura que había adquirido antes de venir aquí. Mi corazón da un vuelco y de repente tengo la sensación de que voy a vomitar, lo cual no es una buena señal. No es bueno que estemos juntos. Sé de antemano que nada ocurrirá entre nosotros dos; él tiene pareja y no le intereso en lo más mínimo, seguramente solo vayamos a estudiar y luego me vuelva a mi casa de la misma forma en la que llegué.

Sin embargo, mi corazón bien sabe que pasar tiempo a solas con él significa que toda su atención se verá fija en mí, y tener sus ojos sobre mi persona es lo suficiente para hacerme desfallecer.

Hanahaki | KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora