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Cuando los tres jóvenes y Salvation llegaron a la comunidad, fueron recibidos con antorchas ya prendidas y la arena de pelea preparada, muchos Voraces y Especies estaban ya ahí, platicando y comenzando a calentar los músculos para pelear. Damara se ve claramente sorprendida, ¿era ahora? ¿Iban a pelear ahora? Demonios, apenas llegaba Daniel y tenía que pedirle que fuera su acompañante.

Con las mejillas ardiendo apresura el paso hasta colocarse enfrente de Daniel, haciendo que se detenga, de igual forma Salvation hace lo mismo pues tiene que escoltar al chico hasta con Julia.

Daniel observa sin entender a Damara y cuando ella gruñe queda aún más confundido, ¿acaso hizo algo malo?

— Debes gruñir. —dice Salvation y Daniel voltea a verlo con cara de total confusión. El canino pone los ojos en blanco, niño sin cultura. — Damara te está proponiendo pelear contra ella en la arena, es una tradición: te gruñe, tú devuelves el sonido si estás de acuerdo y pelean.

— ¿Con que fin?

La sonrisa de Salvation le da la respuesta, siente sus mejillas arder y voltea a ver a Damara, quien parece que desea que la tierra se la coma viva.

— ¿Estás segura? — Salvation y Attis ladean la cabeza, ¿a qué venia esa pregunta?

— Lo estoy.

— Entonces —le toma las manos, sonríe a su chica y hace su mejor imitación de un gruñido. —, acepto. Ahora —le deposita un beso en la frente, acto que derrite a la chica. — debo ir a con mi hermana, ¿sí? Vengo lo más rápido que pueda.

Ella asiente, Salvation todavía extrañado por la pregunta del chico, le guía hasta una cabaña que les pertenecería a él y su familia por unas noches, llama a la puerta dos veces antes de abrirla. Cuando la puerta está totalmente abierta, Daniel observa al canino ser atacado por dos pequeños seres, uno con el cabello rizado y rubio, y una lacia y oscura.

Ambos seres ríen a carcajada abierta cuando Salvation comienza a hacerles cosquillas, una parte de Daniel se retuerce de envidia al ver eso. Su padre jamás hizo eso, tal vez el mayordomo lo llegó a hacer y puede que la cocinera, sin embargo sus papás nunca. Ni en sus sueños. Después de la cálida bienvenida, Salvation toma en brazos a ambos retoños y se hace a un lado para que pase, él entra con un leve asentimiento.

El cálido ambiente le envuelve, escucha la puerta cerrarse tras de sí y al ver sobre su hombro se sorprende al encontrarse dos pares de ojos viéndolo detenidamente, uno de esos muy similares a los suyos. Grises. El menor le observa con el mismo asombro y la nena ve de su hermano al chico que papá trajo a casa, en sus ojos se ve la clara sorpresa y fascinación.

— ¡Se parece a ti, Len! —el niño asiente ante lo dicho por la nena, ella voltea a verlo con una radiante sonrisa. — ¿Vienes del futuro?

— No, a menos que ¿Len? —se gira e inclina frente a ambos, el chico asiente confirmando su nombre. — Bien, no vengo del futuro a menos que Len tenga planeado cambiarse el nombre a Daniel.

— ¿Te llamas Daniel? —Len achica los ojos.

— Sí.

— ¿Cuántos años tienes? —Salvation le deja solo con los niños, debe ir a por Julia y duda mucho que Daniel pueda huir de nuevo al ser asaltado por esos bellos monstruos.

— Tengo diecinueve años.

— Yo tengo diez años. Ella es mi hermana, Cristal, tiene doce años. — La niña asiente y Daniel siente su corazón estrujarse al conocer a su sobrina y, lo más seguro, es que Len sea su sobrino también. ¡No lo puede negar! Es él en versión miniatura, está muy seguro de haberse visto así a esa edad. — ¿Te quedarás a cenar?

Attis / Daniel (Nuevas Especies Fanfic #15)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora