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El constante sonido del monitor más su respiración y la de ella es lo único que se escucha en la habitación, Nuria ha dicho que Dora se encuentra estable, pero Attis teme que eso no sea verdad o que la doctora se haya equivocado; haber visto a Dora tener un ataque es algo que nunca va a olvidar, no piensa salir de esa habitación de nuevo.

Estira la mano para poder tomar la de ella, es cálida y sigue siendo suave a pesar de las cicatrices que posee, pasa a acariciarle las muñecas, siguen presentando contusiones, pero no se ven mal en ella. Sigue siendo hermosa. Suelta un suspiro, antes de levantarse y acercarse a ella, depositándole un beso en la frente.

— Vamos, hermosa, necesito hablar contigo. —susurra, colocando la frente en la de ella con sumo cuidado. — Te extraño.

Esas confesiones solo son dichas ahí, con ella al frente de él con los ojos cerrados y sin poderle dar respuesta, cosa que le lastima el corazón, sin embargo, no le importa decirlas hasta que su voz deje de sonar o su garganta esté tan seca que ni el agua pueda refrescarla. Él seguirá ahí, ve necesario el hecho que ella debe encontrarlo ahí cuando despierte, aunque no está muy seguro del por qué.

Tal vez porque aquella situación se asemejaba a la que Noble y Erendi vivieron, sin embargo ella había caído en coma, Dora tuvo que ser inducida al coma por el inmenso dolor que las heridas le causaban y por el estado emocional en el que se encontraba. Al ponerla en un estado de total reposo, el cuerpo sanara más rápido y su cerebro será capaz de aceptar muchos cambios en el cuerpo. Como el ya no tener cola.

Resulta ser que esta era más importante de lo que se llegó a creer, no era una simple malformación como decían los humanos en Merci, era un estabilizador. Sirve, o más bien, servía para estabilizar y equilibrar, en Leo y sus hijos resulto ser algo así como una brújula, les ayudaba con el sentido de la oración y también mantenía estables sus niveles de hormonas, ahora que ya no está el cuerpo de la fémina se debe adaptar a hacerlo por sí solo.

Se endereza mostrando una cara de verdadero dolor, sus ojos inflamados de tanto llorar se dan el lujo de volverse a nublar, listos para una nueva ronda de lágrimas. Eso no le importa, está bien llorar. No quiere ahogarse. Se escucha a alguien llamar a la puerta, voltea y se sorprende al ver a Noble, el padre de Damara. Ella anteriormente había venido junto con Daniel, ambos honestamente preocupados por Dora. Él se siente agradecido por la fuerza que le transmiten.

— Hey, ¿cómo te encuentras? —Noble cierra la puerta tras de sí y ve a Attis con una sonrisa que increíblemente hace al chico confiar y sentir que el macho le puede entender, ¿cómo no hacerlo? El padre de Damara pasó por algo similar.

— Bi-bien.

— ¿En serio? Tus ojos son dorados, estoy seguro que no son de ese color normalmente ¿verdad? — Attis niega con la cabeza, lleva días así y tanto su madre como su padre no pudieron ayudarle, menos Nuria. Decían que con el tiempo. — Entiendo. Yo, no sé si esté bien lo que voy a decir, entiendo que ahora estés muy mal y lo único que quieres hacer es estar aquí cuando ella despierte. Te entiendo perfectamente, yo hice lo mismo. —se pasa una mano tras la nuca, rascándose, pues recordar aquello le pone un poco nervioso y nostálgico... ya ha pasado mucho tiempo. — Sin embargo, al estar aquí no te das cuenta de lo mucho que haces falta afuera: a tu madre, padre, amigos. Te gasta mucho el siempre estar pendiente, pensar en cómo vas a reaccionar, qué será lo primero que le digas, pero de nada sirve. Te juro que la vida y el maldito destino hace que las cosas pasen de una forma que jamás imaginaste.

— ¿Paso eso con usted?

— Sí, jamás pensé en que mi mujer le saltaría encima a una joven que bailaba conmigo. No lo vi venir, fui feliz, no lo negare, pero no imagine ese encuentro.

Attis / Daniel (Nuevas Especies Fanfic #15)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora