No soy una Lunática

Quizás

Canción ambiente: White Christmas
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“No hay nada más bonito que alguien intentando conquistar un corazón que ya le pertenece”

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Había nevado por la noche y el jardín parecía una postal. Habían estado viendo fotos y hablando hasta casi la madrugada, y Hermione, Ron, Hugo y Rose se habían quedado a dormir, como todos los años.

A James, Albus y Hugo los despertó la  hermana del primero, seguidas por su prima y Stella. Los gemelos ya se habían despertado y se levantaron cuando las vieron entrar.

- ¡JAMES! ¡ES NAVIDAD!

- Lo se... Lo sé. Por eso te pedimos cinco minutos más como regalo- Dijo, con voz dormida

- ¡Va a ser que no!- Rose colocó los brazos en jarras

- En ese caso, en ese caso estoy hibernando.- Albus se tapó con la manta de nuevo.

- ¡Vamos! ¡No seáis tontos! O os tendré que levantar yo. - Rose les miró, seria

- Venga chicos... ¡Podréis dormir mañana!- Stella se colocó en el borde de la cama en la que dormían los dos mayores y los sacudió un poco

- Está bien... Vale, de acuerdo. Pero que sepáis que mañana - miró a su hermano y asintió- pensamos dormir hasta el mediodía.

- ¡Mira a quien si hace caso!

- Calla, Rose... No sé si quieres que te recuerde que Albus te ha robado el novio.

- ¿¡Cuantas veces os tengo que decir que solo somos amigos!?- Albus fue ignorado

- No entres ahí. No. Entres. Ahí.- amenazó la chica

- Vale... ¿Y si bajamos antes de que alguien muera?

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Se habían sentado todos alrededor del árbol, con el desayuno en bandejas en el suelo. Había tostadas, tortitas, cereales... Todo lo que se les antojara

- ¡Vale!- Ginny apoyó la última bandeja y comenzó- ¡Da comienzo la apertura de regalos de esta Navidad!

Todos se lanzaron hacia los regalos que ponían su nombre. Algunos debajo del árbol y otros dados en mano.
Rose recibió casi todos sus libros, un ajedrez y algunos otros regalos que no había pedido, pero aún así le encantaban.
Para Hugo había juguetes de romanos que hacían sus propias formaciones y atacaban, junto con otras cosas.
Albus tenía juegos, artículos de broma y hasta banderines de Slytherin, que enseño, por primera vez, orgulloso. Lilly su vestido rosa, peluches y un kit para hacer sus propias pociones de amor, cosa que a Harry no le había hecho ninguna gracia.

- ¿Te parece gracioso, Weasley? - Le preguntó Harry a Ron - Mi princesa no necesita es cosas.

- Bueno... ¡Quien sabe!- Ron respondió en tono burlón y se encogió de hombros

- Yo sé. Yo sé perfectamente que mi niña no necesita una poción de amor para conseguir a un chico... Y tampoco necesita un chico. No necesita un chico, no lo va a necesitar por ahora, no lo necesitará.