Capítulo 3.

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Ya era algo tarde, así que el tráfico no era tan pesado. Se Hun se animó a caminar hacia el punto en el cual había visto a Lu Han con vida por última vez, arrodillándose unos instantes y pasando sus dedos con suavidad por encima de la calle.

—Fue mi culpa —suspiró—. Todo el tiempo le digo a Baek Hyun que debe dejar de señalarme como el culpable, pero en realidad pienso lo mismo que él.

Cerró los ojos, dejando que el mismo triste recuerdo del mes pasado atravesara su mente una vez más. Se Hun se había puesto realmente celoso aquella noche, tanto que ni siquiera se detuvo a escuchar a su novio. Simplemente canceló su cita y empezó a caminar de regreso al apartamento que compartían.

Había sido un idiota. Si hubiera escuchado a Lu Han, su vida sería muy diferente en esos momentos.

Lo más doloroso era que aún recordaba cada detalle...

La luna se veía preciosa, las estrellas brillaban con una intensidad increíble, la noche era como un regalo para ambos. Se Hun estaba listo para salir a cenar con Lu Han después de un largo tiempo buscando estar desocupados. Todo iba bien, hasta que llegaron a un parque y de repente el más alto se dio cuenta de que había olvidado su teléfono celular.

—¡Maldición! ¡Lo dejé conectado! —Exclamó.

—No estamos muy lejos del apartamento, amor —Lu Han le sonrió dulcemente—. ¿Qué tal si regresas por él? Yo te espero aquí.

—Está bien —suspiró—. Gracias, cielo. No me tardo.

—Anda.

Se Hun corrió hacia el edificio de apartamentos, subiendo únicamente para recuperar su teléfono. No tardó más de diez minutos, pero cuando cruzó la calle y regresó al parque, vio a Lu Han y a otro chico abrazados.

Frunció el ceño y se acercó a ambos, dejando que sus celos lo consumieran.

—¿Por eso sugeriste que regresara por mi teléfono? —Su voz estaba cargada de furia.

—¿Se Hun? —Lu Han soltó al otro chico y volteó a ver a su novio.

—¿Sabes? Ya no quiero ir al restaurante, se me quitaron las ganas de cenar afuera —dio media vuelta—. Volveré al apartamento. Si tú ya tienes otros planes, entonces ve y regresa a la hora que quieras, no me interesa.

—¡Se Hun! ¡Espera! —Lu Han volteó a ver al chico al cual había abrazado momentos atrás y le ofreció una disculpa veloz antes de empezar a ir detrás de Se Hun, haciendo todo lo posible por alcanzarlo—. ¡Por favor! ¡Sólo escúchame! ¡No puedo creer que estés pensando mal sólo por un abrazo!

—Mejor dile a ese chico rubio que te escuche —soltó con enfado—. Se nota que le fascina estar contigo, no te soltaba para nada —bufó—. Y tú también lo estabas abrazando fuerte. Creo que llegué en el peor de los momentos, tal vez interrumpí un beso o algo así.

—¡Se Hun! ¡¿Cómo puedes decir eso?! —Sus ojos se pusieron algo llorosos—. Sabes que estoy enamorado de ti, jamás podría engañarte...

—¡Déjame en paz, Lu Han! —Gritó—. Realmente quiero estar solo por un rato, ¿entiendes? Mejor regresa con tu amiguito.

—¡Ese chico era Tao! ¡Huang Zi Tao! —Explicó, alzando un poco el tono de su voz—. ¿Puedes culparme por haberme emocionado al encontrarnos? ¡No nos habíamos visto en tres años y medio, Se Hun! —Continuó Lu Han, sintiendo un fuerte dolor en su pecho—. Entiendo que seas una persona celosa, pero me duele que pienses lo peor en un segundo. Te he contado acerca de mi amigo Tao muchas veces, y aun así parece que sólo ves lo que quieres...

Otra oportunidad [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora