Capítulo 13.

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Lu Han giró en la cama, sintiendo algo de frío y buscando el cuerpo de su novio para encontrarse con nada más que un espacio vacío en el colchón. Así se obligó a abrir los ojos de una vez y suspirar al ver que Se Hun ya se había levantado. Sus esperanzas de descansar un rato más entre sus brazos se desvanecieron con tanta velocidad que incluso un parpadeo podría llegar a sentir envidia.

Adormilado, hizo lo mismo que Se Hun y caminó hacia el cuarto de baño para lavarse el rostro y dejar de parecer sonámbulo. Regresó al dormitorio para tender la cama y desconectar su teléfono celular del cargador, sentándose luego a revisar sus mensajes nuevos. Baek Hyun, como casi siempre, le había enviado algo gracioso durante la noche.

Después se dirigió hacia la cocina, sonriendo inevitablemente cuando el suave y delicioso aroma de panqueques recién hechos llegó hasta su nariz, sabiendo al instante que su pareja estaba ahí.

—¿Hunnie?

—Buenos días, amor —volteó a verlo unos momentos.

Lu Han se acercó a él y dejó un veloz beso sobre sus labios como respuesta al saludo.

—Ya son las once. No puedo creer que me haya quedado dormido hasta tan tarde.

—Es bueno aprovechar el fin de semana para descansar, lo merecemos. Cuando estaba en el taller de teatro, sólo podía descansar los domingos —contestó a la vez que servía un par de panqueques en un plato limpio y se lo pasaba al más bajo—. Espero que tengas hambre.

—Bastante —tomó el plato y fue a sentarse a la pequeña barra que tenían en la cocina.

—¿Tienes planes para hoy?

—No —alcanzó el bote de miel de maple y lo abrió con un solo movimiento de su pulgar—. ¿Por qué?

—Porque voy a salir y me encantaría que pudieras venir conmigo. Me escribieron del sitio en el cual encontré más información acerca de la pintura que estás restaurando —le sonrió—. Adivina por qué.

—Oh, vamos. Desperté hace poco, no me pidas que intente adivinar algo, por favor —pidió riendo.

—Está bien, te digo —sirvió otro par de panqueques para él—. Me han invitado a conocer al pintor.

—¡¿Qué?! —Lu Han pareció despertar por completo en un segundo con sólo escuchar esas palabras—. No estás bromeando, ¿o sí?

—Estoy hablando en serio, pero puedes revisar mi correo si quieres sentirte más tranquilo.

—¡No lo puedo creer! —Exclamó emocionado—. Podré verlo frente a frente y hacerle un montón de preguntas que se han ido acumulando en mi cabeza desde que empecé a trabajar en la restauración de su pintura. ¡Es simplemente genial!

—Lo sé. Así que date prisa con el desayuno para que puedas ir a alistarte, cielo. Nos vamos a las doce.

A Se Hun en verdad le encantaba ver una gran sonrisa en los labios de Lu Han, pero más le encantaba ser el responsable detrás de ésta.

Después de servirse una segunda vez y dejar el plato vacío, Lu Han corrió a darse una ducha, agradeciendo a Se Hun rápidamente por haberse ofrecido a limpiar la cocina.

Mientras, Tao se encontraba desempacando en la habitación para huéspedes que sus amigos Yi Fan y Jun Myeon le habían ofrecido tan amablemente. Le daba gusto estar de vuelta en Corea, cosa que se notaba con sólo verlo, y apenas podía esperar para reencontrarse con su asistente y con Lu Han después de tanto tiempo.

—Buenos días, Tao. Sólo vine a avisarte que el desayuno ya está listo y a ver si necesitas algo —Jun Myeon se paró cerca de la puerta.

—Buenos días —volteó a verlo con una leve sonrisa—. Ya que lo mencionas, sí hay algo. ¿Podrías prestarme unos cuantos ganchos, por favor? Creo que traje más ropa de la que realmente necesito —dijo, dejando escapar una suave risa.

—Bien. Ya regreso.

Exactamente a las doce y media, Se Hun y Lu Han estaban llegando al restaurante ligado a un hotel un tanto lujoso. Al pelinegro no le sorprendía para nada que un artista lo hubiera citado en un sitio así, pero parecía que los ojos de Lu Han no podían dejar de brillar.

Cuando entraron, el más alto explicó que alguien ya los esperaba, y fueron guiados de inmediato hacia una mesa en el centro del restaurante. Ahí se encontraba la misma mujer de cabello negro ondulado y ojos color marrón que había ayudado a Se Hun días atrás cuando él se había tropezado en la banqueta.

—¿Ella hizo la pintura? —Pensó en voz alta.

—¿La conoces? —Cuestionó el castaño, volteando a ver a su pareja.

—No realmente, pero la he visto antes...

—Hola —saludó la pelinegra una vez que ambos estuvieron cerca—. Me alegra mucho que hayan podido venir. Mi nombre es Yui Zhen —se presentó—. El autor de "Otra oportunidad" llegará pronto. Tomen asiento, por favor.

Lu Han estaba realmente ansioso por conocerlo y entrevistarlo ahí mismo, siempre y cuando no hubiera ningún problema con él.

Continuará.

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Ya le tocaba su buena actualización a este fanfic, ¿no les parece?

La Navidad está a la vuelta de la esquina, lectores/as. Me encantaría poder pasármela con algo sencillo como una cena estilo McNuggets de pollo (?) y haciendo lo que me gusta, que es escribir, pero no me será posible hacerlo este año. Sólo espero poder traerles el próximo capítulo antes del 29 de diciembre.

Gracias por su apoyo y sus comentarios que siempre me suben el ánimo. ¡Me despido con un abrazo fuerte y cálido, con mucho espíritu navideño!

Otra oportunidad [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora