The Last Day of Our Lives

¹7

"La muerte puede consistir
en ir perdiendo de
a poco la costumbre de vivir"

Narra Richey.

Fui un músico galés.

Era el guitarrista y letrista de Manic Street Preachers.

Estoy desaparecido desde 1995.

El 23 de noviembre de 2008, a efectos legales, la justicia británica me declaró "presunto muerto"

Tarde 13 años en morir.

Crecí en Blackwood, Gales, donde asistí a la escuela Oakdale Comprehensive. Entre 1986 y 1989 asistí a la Universidad de Gales, Swansea, y me gradué con un grado académico en historia de la política. Tengo una hermana llamada Rachel.

Inicialmente, solo llevaba a Manic Street Preachers a los recitales, pero pronto fui aceptado como portavoz y cuarto miembro.

Yo mostraba poco talento musical - mi verdadera contribución a la banda era en las letras y el diseño. Era común que estuviera simulando tocar la guitarra en los principales shows, pero era, junto Nick, el letrista principal.

He escrito aproximadamente el 70% de las letras en The Holy Bible (nuestro tercer álbum). Ambos están acreditados en todas las canciones escritas antes de mi desaparición, recibiendo los créditos en tres temas del álbum Everything Must Go, de 1996, otros dos junto a Wire.

A pesar de la falta de aportes musicales por mi parte, contribuí a la dirección musical total, y según el resto de la banda en el DVD Everything Must Go, tome un papel decisivo en el acercamiento al sonido de la banda. Es posible que si no hubiese desaparecido, el álbum que siguiera a The Holy Bible habría sido completamente distinto al melódico y accesible Everything Must Go, ya que habia expresado mi deseo de crear un álbum conceptual descripto como:

"Pantera conoce Screamadelica".

Sin embargo, James Dean Bradfield expresó sus dudas acerca de la creación de un álbum como ese.

En 1991 adquirí notoriedad luego de una discusión con el periodista inglés Steve Lamacq de la NME, quien cuestionó la autenticidad de la banda y nuestros valores, tan agudo para asegurar que la ética punk no era abusada, luego de un recital. Le respondí tallándome en mi antebrazo las palabras "4 real" con una hoja de afeitar que llevaba. La herida requirió hospitalización y diecisiete puntos de sutura.

Yo representaba el lado genuino y maldito del grupo.

La historia de la cuchilla de afeitar, más allá de una boutade de rock and roll star, ofrecía pistas severas sobre mi personalidad alocada y contestataria.

Cantaba regular y no sabía tocar la guitarra, pero era el autor de las mejores letras del grupo y tenía muy claro cómo creía que debía sonar Manic Street Preachers.

Sufrí severos ataques de depresión a lo largo de mi vida, y era abierto sobre ello en las entrevistas.

Si estás desesperadamente deprimido como yo lo estaba, entonces disfrazarse es simplemente la última salida. Cuando era niño solamente quería hacerme notar. Nada podía entusiasmarme excepto la atención, por eso me disfrazaba lo más que podía. La atrocidad y el aburrimiento van de la mano.