[La sumisión] Sumisos P.1

7.7K 91 0
                                    

Ser sumiso/a no es algo que todo el mundo esté dispuesto a llevar a cabo pero que sin embargo más de uno/a cae a la sumisión sin siquiera percatarse.

La sumisión es tanto de dos como de tres, cuatro o más personas no importan cuántos sean lo único que importa es que el amo/la ama esté conforme.

¿Cómo te conviertes en sumiso? Por amor o por placer, así de sencillo.

¿Nunca has sentido la necesidad de volver a tener sexo con esa persona que te hace ver las estrellas y que lo hace así delicioso como a ti te gusta?

En mi caso... Yo use mi rabia y mis encantos para dominar a todo el que me apetecía.

¿Estás preparado para el relato prometido mi queridísimo cuaderno?

Para ser ama/o tienes que tener ciertas bases:

•Jamás hay que ver a la otra persona como nada más.

•Siempre hay que dejarle con ganas de más.

•Hay que darle ciertas lecciones para que vea quién manda.

•De vez en cuando hay que darle ciertos privilegios, dejando que elija donde, o como. (Sólo si realmente se lo gana) como si fuera una mascota.

Etc.

La misión de un sumiso es simple, solo tiene que obedecer.

¿Que como conseguí ser la ama de muchos hombres?

No te impacientes mi querido cuaderno, todo a su tiempo.

Todo comenzó... Un mes y medio después de que terminara aquella monstruosa relación. Conocí a Tony, un chico bastante atractivo a la vista, de ojos grisáceos y cuerpo de atleta, el cual siempre estaba tras la ventanilla del mostrador de la vieja tiendecilla donde solía comprar el pan. Sus ojos no hacían otra cosa más que examinar mi cuerpo con cara de hambre y yo observaba cada gesto detalladamente. No quiero ni recordar cómo me ponían los piercing que tenía en la ceja y el labio. Necesitaba sentir ese metal que tenía ahí en mis labios.

Recuerdo que me sacó la lengua a modo de burla porque lo miraba fijamente y me dejó ver que tenía un apetecible piercing en la lengua que enseguida quise probar pero en los labios de abajo.

No tarde mucho en pedirle mi cuarto paquete de cigarrillos de aquella semana, al pasármelo por la apertura nuestras manos se tocaron y lejos de apartarla la acarició fuerte y ágil, eso me gustaba.

No tardamos en encontrar contacto visual y nuestras miradas hablaban por sí solas, apuntó una dirección, la paso por la apertura y digamos que... sin comerlo ni beberlo tendría un encuentro con él, aquel mismo día.

( A veces recordar todo esto a través de mi bolígrafo mientras lo escribo me hace poner tan intensa que comienzo a mojarme. Espero que «A» no se ponga celoso al percatarse de ello)

Pasaron un par de horas, en los que me decidía que mensaje ponerle.
Ir al grano, ser más discreta... Entonces me di cuenta del primer punto a tener en cuenta.

•Conocerlo bien.

Le envié un simple mensaje: "Hola, soy yo.".

Me sorprendió que no tardará ni un minuto entero en responderme, parecía que estuviera esperándolo.

No iba a ponerme a charlar con el de como iba su vida, porque no me interesaba de él eso, honestamente. Así que le pregunté que le apetecía que hiciéramos esperando a que él entendiera que no me preocupa en lo más mínimo su inútil intento de hacerse el buen hombre.

Las Vivencias de Mía.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora