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Tras romperse el segundo beso que se estaban dando, Louis recobró la cordura por un momento, lo que fue suficiente para que este empujase al ojiverde lejos de él.

—¿Que ocurre Louis?, pensé que tú...

—Vete Harry. Vuelve con tu esposa. esto no está bien.

—Ella está al margen de esto.—dijo el ojiverde acercándose de nuevo.

—Vete, por favor Harry.... vete ya...yo no quiero esto—dijo echándose hacia atrás.

Harry frunció el ceño y una vez más volvió a acercarse.

—Pero yo quiero estar contigo. Pequeño, yo no te he olvidado.

Louis chasqueó la lengua con incredulidad mientras caminaba hasta su mesa y se sentaba de en su silla.

—Tú y yo no tendremos nada nunca más Harry—dijo tajante y volviendo a sus papeles—Ya es demasiado tarde.

Harry negó.

—No, No es cierto Louis.... tú sigues amándome, lo sé... lo he sentido. Me amas igual que yo a ti, ¿Por qué nos haces esto?.

El ojiazul ni siquiera levantó la vista de los documentos pues si lo hacía, quizás no podría evitar golpearlo, perdiendo así su trabajo y su credibilidad como asistente social..

—Yo no te amo. Simplemente cometí un error pero ya no más. Tus oportunidades se agotaron hace siete malditos años Harry....vete, vuelve con tu familia y no me  busques nunca más.

El ojiverde asintió con tristeza y derrotado se giró y caminó hacia la puerta, luego salió cerrándola no sin antes volver a mirar al ojiazul sentado tras su escritorio absorto en su trabajo.

—Maldita sea— susurró Louis lanzando el bolígrafo hacia la puerta—maldito seas Harry, ¿a qué demonios estás jugando ahora?.

(...)

—¿Señora Swift?, ¿Qué hace aquí ran temprano?, ¿Teníamos cita hoy? —Preguntó el ojiazul bastante extrañado acercándose a la sala de espera de su despacho, donde la mujer lo esperaba.

—¿Señora Swift?, ¿Qué hace aquí ran temprano?, ¿Teníamos cita hoy? —Preguntó el ojiazul bastante extrañado acercándose a la sala de espera de su despacho, donde la mujer lo esperaba

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—No no teníamos cita por eso he venido tan temprano. Es que no tenía a quien más acudir señor Tomlinson, usted es tan bueno y siempre me ha ayudado.—dijo esta rompiendo a llorar.

Al asistente se le rompió el corazón, así que la cogió de la mano y le dio paso a su oficina.

—Está bien Siéntete y cuénteme que es lo que ha pasado.

—Me siento tan enfadada y tan triste a la vez, señor. Siento que Dios no deja de castigarnos y aún no sé porqué.

—Bueno tranquilicese y cuéntemelo todo. Seguro que encontraremos una solución— dijo Louis acabando de colocar su cazadora en el perchero y sentándose en su silla.

—Es mi niña...Taylor esta enferma y yo no sabía nada.

Louis se acercó y la sujetó de las manos.

—Seguro estará débil por el parto, es muy joven y su complexión es delicada de por sí, no se preoc....

—No es eso, ojalá lo fuese. Al parecer lleva dos años así y esta empeorando debido a su embarazo y al parto.

Louis la miró con extrañeza pues cada vez entendía menos.

—¿Cómo que dos años?, ¿entonces  usted no lo sabía?.

La mujer negó.

—Recuerda que le dije que mis hijos estaban en el extranjero con su padre.

Louis asintió.

—Tay regresó hace unas semanas junto con su esposo y el bebé.

—Si lo recuerdo... usted vino a mi consulta para que le ayudara con lo de buscar un pediatra para su nieto.

—Oh si... y se lo agradezco muchísimo, por eso estoy aquí de nuevo. Sé que usted me ayudará o al menos me reconfortará escuchándome.

—Está bien...cuénteme todo entonces.—dijo el ojiazul no muy confirme pues la verdad era que no tenía ninguna gama de saber nada con relación al ojiverde.

—Verá pues al parecer a mi Tay le diagnosticaron Leucemia hace dos años y en un principio nos lo ocultó a todos nosotros pero entonces se quedó embarazada y a pesar de que los médicos le aconsejasen que abortase pues podría morirse antes de lo previsto. Mi hija quiso seguir adelante con el embarazo por lo que su cuerpo ha estado sufriendo doblemente. Su sueño era tener a su bebé y verlo antes de irse.

—¿Y usted no sabía nada de todo esto?—preguntó el asistente confuso.

La mujer negó entre lágrimas.

—Recién lo descubrí ayer noche. Escuché por casualidad a mi yerno hablar con ella sobre eso. Les reclamé entonces y finalmente me lo confesaron. Señor Tomlinson, ella decidió regresar para despedirse de mí y para que yo conociera a mi nieto.

Louis escuchaba a la mujer mientras en su interior los agolpados remordimientos le azotaban por haber besado a Harry días atrás permitiendo que éste engañase a su moribunda mujer y a su pequeño hijo,  el cual pronto se quedaría huérfano de madre.

—Lo lamento señora Switf, pero su hija está en manos de los oncológos y de Dios, yo no puedo ayudarle con eso. Ojalá pudiese evitarle este dolor.—dijo finalmente convivido por la situación.

— Con eso ya sé que no, nadie puede. Mi hija ya está sentenciada y tengo que aceptarlo pero si puede ayudarme a que Harry no se lleve de nuevo a mi nieto....Ayúdame a convencerlo de que no regrese a Italia.

43. Un amor de ensueño-Segunda parte (Larry Stylinson )-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora