.17. (Revelaciones 1/2).

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—¿Podemos hablar?.

El ojiazul miraba a la chica con sus ojos azules tan abiertos y su cara tan pálida, que parecía que estuviese viendo un temible fantasma, aún así asintió y se acercó a ella.

—Gracias Louis—dijo esta tendiéndole su mano, la cual él estrechó—sé que estarás extrañado de verme aquí en tu casa y puede que incluso de que quiera hablarte, ¿Cierto?.

El asistente social volvió a asentir con la cabeza y luego se sentó en el sofá contiguo, esperando que esta hablase.

—Bueno verás, estoy aquí porque en realidad sentí la necesidad de qué dejásemos algo claro pero además querría pedirte un favor, si tú quieres claro.

—T-Te escucho.

—Ya sé que esto para ti es molesto pero quiero decirte que no tienes nada de que preocuparte, yo soy tu amiga no tu enemiga.

Louis cada vez estaba más confuso y tenía mucha curiosidad por saber qué era lo que la mujer de Harry tenía que decirle.

—Por lo que veo sabes de mí y de mi pasado con Harry pero quiero que sepas que no te considero mi enemiga. Al contrario, me alegro que Harry esté feliz.

— Bien, en primer lugar quería darte las gracias por ayudar a mi mamá. Sé que ella ha estado muy mal desde que mi papá nos llevó con él para Italia. Yo siempre me acordé de ella pero nunca nos dejó llamarla ni venir aquí. Después, cuando fui mayor no creí que ella quisiese verme por eso no vine. Se te he contado de mi enfermedad. Yo no quería que se enterase así, de hecho deseaba evitarle ese sufrimiento pero ahora ya no puedo hacer nada. Tan solo espero que sé resigne y sea feliz a partir de ahora.

—No tienes que agradecerme nada, ese es mi trabajo—dijo louis quitándole importancia.

—Si lo sé pero quería hacerlo porque mi mamá te adora y me ha contado todo lo que has hecho por ella, por eso te agradezco. Además me ha dicho que te ha pedido que le ayudes a que Harry no se vaya y se lleve a mi bebé. Lo lamento, sé que te ha puesto en un aprieto.

—Bueno la verdad no sabía que hacer. Creo que ese es un asunto familia—dijo el ojiazul recordando lo hablado con sus amigos.

Taylor sonrió y asintió conforme.

— Es cierto, aún así, tengo que contarte algo importante pero antes debes prometerme que jamás lo revelarás a nadie, ¿de acuerdo?, ¿me lo prometes?.

Louis cada vez entendía menos y estaba más confuso, por la situación tan perturbadora que estaba viviendo y en la que no sabía como actuar.

—¿Me lo prometes Louis?—insistió Taylor.

Finalmente este asintió.

—Está bien, te lo prometo.

— Bien entonces—dijo la chica conforme— Sam no es hijo de Harry si no de mi ex novio y tampoco es mi marido a efectos prácticos. Tan solo somos amigos, casi como hermanos y nos queremos mucho.

Louis arqueó las cejas asombrado por lo que estaba escuchando, mientras sentía sus piernas y sus manos temblar y su corazón palpitar con fuerza.

—Cu-Cuándo Harry s-supo de mi enfermedad— Comenzó relatando la chica, con la voz entrecortada—se ofreció para cu-cuidarme y a cuidar a mi bebé. Por eso se casó conmigo y le dio su apellido a mi hijo. En un principio me negué pero luego vi que era la única salida, ya que yo no quiero que Sam se crie junto a mi familia. Mi padre y mi hermano a pesar de que los quiero, no son un ejemplo de bondad y gratitud y bueno, mi pobre madre bastante tienen con humilde vida. Ella no podría hacerse cargo de mi hijo, aunque quisiera. ¿Me entiendes verdad?—Louis asintió entre lágrimas, entonces Taylor continuó—Yo no quiero que mi hijo se pase la vida de aquí para allá en los juzgados como hice yo. Por eso te ruego una vez más que no lo reveles, sí esto se sabe eso es lo que ocurrirá.

—Entiendo pero ¿porqué me lo cuentas a mí?, yo no...

— Me quedan tan solo unas semanas de vida—interrumpió la chica—Quiero que Harry sea feliz aquí o en Italia  eso depende de vosotros y sé que mi madre sufrirá mucho sí Sam se va. Ella misma me lo dijo pero también sé que si Harry se queda tú serás muy infeliz los dos seréis si no estáis juntos. Por eso he venido hasta aquí...Louis te ruego que le des otra oportunidad...él te ama. Lo ha hecho siempre, no tengas duda de eso. Él jamás te olvidó, ni un minuto siquiera, ni tampoco estuvo con otra persona... ni siquiera cuando salió del  psiquiátrico, antes de venirse a Itat...

—Espera... espera un momento, ¿Cómo que psiquiátrico?, ¿de qué demonios estás hablando?—preguntó Louis algo alterado.

— De la clínica mental en la que estuvo ingresado por dos años, ¿Acaso no lo sabías?.

El ojiazul se levantó del sillón rápidamente y empezó a moverse de un lado a otro por el salón de su casa y con las manos frotando su cara.

—Yo no sabía nada acerca de eso, pero ¿por qué estuvo ahí?, Oh por Dios...esto es una locura.

43. Un amor de ensueño-Segunda parte (Larry Stylinson )-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora