9.

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Estábamos bajando por el ascensor con Paulo para comprar en el restaurante del hotel algo para comer.

— ¿Te gusta Rusia hasta ahora? — me preguntó.

— No vi mucho — admití —, pero en el viaje del aeropuerto a acá me encantó lo que vi. ¿A vos?

— Sí, es hermoso, por lo menos hasta ahora Moscú me encanta, y encima venir por un mundial es un sueño.

Yo sonreí, Paulo estaba cumpliendo un sueño que seguro tenía desde chiquito, y yo no pude evitar sentirme feliz por él.

— Que lindo — dije. Después me quedé callada un rato y me di cuenta de que capaz pensaba que le estaba diciendo lindo a él —. Digo, que lindo que se cumplan tus sueños.

— ¿Y cuál es tu sueño Kiara? — me preguntó él. Yo inmediatamente pensé en la actuación, mi sueño frustrado mejor dicho, pero no hablaba con mucha gente de ese tema. Antes de que pudiera decir nada se abrió la puerta del ascensor y ya estábamos en el primer piso.

— Charla para otro día — dije saliendo del ascensor.

Nos acercamos al restaurante y vimos que habían ensaladas de fruta en una heladera y compramos 9, después compramos 8 botellas de agua y 1 de coca cola para mí.

Nos dimos vuelta con la intención de volver a la habitación cuando vimos una televisión en la que aparecía la cara y el nombre de Paulo. Era un noticiero en el que hablaban inglés, después de un rato apareció una foto de su ex Antonella. Estaban diciendo que él la había engañado a ella y que por eso habían cortado, me giré y él se veía incómodo y un poco triste.

— Ya vengo — dijo, y se fue por atrás del hotel al jardín donde había una pileta. Yo no sabía si seguirlo, seguro necesitaba estar solo así que me senté en una mesa del restaurante y apoyé las bolsas con la comida allí.

Habían pasado como 10 minutos y yo no sabía si irme o no, él seguía ahí parado, apoyado sobre una columna. Seguro estaba pensando o algo así, ojalá no estuviera llorando.

Después de como 15 minutos me paré y fui a fijarme cómo estaba.

— ¿Paulo todo bien? — le pregunté acercándome a él. Se dio vuelta y me miró, no parecía haber estado llorando

— Sí, perdón.

— Ah bueno, no quería molestarte, es que pasaron como 15 minutos y no sabía si subir de vuelta o si esperarte.

— ¿15 minutos? uhh perdón no sabía que había pasado tanto tiempo — me dijo.

— ¿Está todo bien? — pregunté.

— Sí — dijo, y se quedo un rato callado antes de volver a hablar —. Bueno, en realidad no. Ya me jode en sí que los periodistas hablen de mi vida personal, pero que se metan con Antonella me molesta muchísimo más. Porque es mentira lo que dicen.

— Ahh — yo no sabía que decir —, ¿y ella sabe que es mentira?

— Yo le dije que era mentira, pero no me cree. Y ahora que salen estas cosas menos me va a creer.

— ¿Y vos seguís enamorado de ella? — pregunté.

— No, no sé, es que era muy desconfiada. Siempre pensaba que la estaba engañando pero juro que no era así, estuvimos mucho tiempo juntos y no quiero volver con ella, pero igual no quiero que piense que sería capaz de hacerle algo así.

— ¿Hablaste con ella?

— No, me bloqueó por todos lados — dijo con una mirada triste. Quería abrazarlo, pobre.

— Bueno ya va a entrar en razón — le dije, aunque no sabía si era verdad pero lo dije para calmarlo un toque —. Yo no te conozco e igual me di cuenta de lo que decían los periodistas era mentira porque ellos siempre hablan boludeces, y porque de lo poco que te conozco no te veo capaz de hacer algo así.

— Gracias Kia — sonrió él —, perdón por haberte hecho esperar 15 minutos, necesitaba aire.

— Mirá que te voy a perdonar Paulo Dybala, me hiciste perder 15 minutos del torneo de play más importante del año — dije sarcástica, él se rió.

— Seguro ya llamaron a alguien para reemplazarme los hijos de puta.

— Encima de que les llevamos comida... — negué con la cabeza.

Él agarró las bolsas de comida y bebida y subimos nuevamente por el ascensor.

— Me caes muy bien Kiara Higuaín — me dijo Paulo.

— Vos a mí también — le respondí.

Cuando llegamos a la habitación estaba Gio Lo Celso en el lugar de Paulo, efectivamente lo habían reemplazado por otro jugador.

— ¿Por qué tardaron tanto? — quiso saber mi hermano.

— No sabes lo que se tardan en hacer las ensaladas de fruta — dije jodiendo.

— Seguro andaban chapando por ahí — dijo Ángel para molestar a mi hermano. Yo repartía la comida y las bebidas.

— Fue mi culpa, le estaba mostrando algo a Kiara en la tele y nos distrajimos — respondió Paulo.

— Perdón Gio, no sabíamos que estabas acá no te trajimos nada — me disculpé con él.

— No pasa nada Kiara, ya comí — sonrió él.

— ¿Alguien vió al Kun? — saltó Leo.

— No lo veo hace bastante, seguro está con una mina — se rió Marcos, quien estaba agarrando dos frascos de ensalada de frutas.

— Eu son una para cada uno — le gritó Paulo. El otro agarró y abrió los dos frascos y comió una cucharada de cada uno.

— Uhh ¿no serás muy rebelde vos? — le preguntó Masche.

— Más que rebelde medio pelotudo — dijo Nico.

— No pasa nada, yo te doy la mía Marcos — le dije.

— Gracias Kiarita de mi corazón — me respondió él, y me tiró un beso.

— Me preocupa el Kun — dijo Leo parándose —, voy a buscarlo.

— Paulo y yo vimos al Kun abajo, estaba eehhh ... nadando ¿no? — miré a Paulo con cara de "decí que sí por favor".

— Sí, estaba... — pero antes de que Paulo pudiera terminar de hablar se abrió la puerta y el que la había abierto era el Kun.

— Hola perris — dijo entrando.

— ¿No estabas nadando? — preguntó Biglia.

El Kun me miró y yo lo miré tratando de que siga el juego y que no quedemos como unos pelotudos los dos.

— Sí, acabo de volver de la pile — dijo.

— Pero no estás mojado — dijo mi hermano.

— Pipa, las toallas y los secadores de pelo existen — dijo Nico, y el Kun se rió.

Todos se olvidaron del tema al toque y siguieron jugando a la play. La final del torneo fue entre Gio y Leo, y obviamente ganó Lionel.

Me volví a mi habitación después de como dos horas y cuando llegué mi hermana estaba durmiendo. Era obvio que había estado Sergio en la habitación y quería preguntarle todo, pero estaba tan tranquila dormida. Y si la despertaba después seguro me iba a retar.

Así que miré un rato de tele y después yo también me fui a dormir.

QUISIERA ALEJARME. {Paulo Dybala}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora