12.

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Me puse unos jeans, una remera y unas botas y después de 20 minutos bajé a la recepción. Le había avisado a mi hermana que iba a salir mientras ella se duchaba, pero no tuve tiempo para darle muchas más explicaciones.

Cuando bajé Paulo me estaba esperando sentado en un sillón.

— Hola — le dije, me sentía de repente un poco tímida.

— Hola — sonrió él — Afuera hay un taxi, ¿vamos?

— Dale.

Cuando entramos al vehículo Paulo le pidió, como pudo en inglés, al taxista que nos llevara a una heladería. Eran como las 7 de la tarde y todavía era de día, en Moscú el sol se ponía como a las 9 de la noche y salía casi a las 4 de la mañana durante el verano. Mirando por la ventanilla veía la hermosa ciudad, me encantaba.

— ¿Le avisaste al Pipa que salíamos? — me preguntó Paulo sentado a mi lado en el asiento de atrás del taxi.

— ¿Sos joda? — me reí — ¡Vos compartís habitación con él!

— Sí, pero pensé que vos le ibas a avisar.

— Supuse que vos le ibas a decir si estaban en el mismo lugar.

— Bueno, la verdad es que me dió un poco de miedo decirle — admitió.

— ¿Por? — pregunté yo.

— Qué se yo, no sabía cómo decirle que me llevaba a su hermanita menor a tomar un helado — dijo él.

— Le hubieras dicho igual, ¿cómo es la frase? Mejor pedir permiso que pedir perdón — dije yo.

— Es "mejor pedir perdón que pedir permiso" — se rió.

— Bueno, entonces hiciste bien — me reí yo también —. Es medio sobreprotector, pero no creo que le moleste que tomemos un helado.

— El otro día te guiñé el ojo y casi me lo arranca de la cara.

— Pero también jode, no creo que le moleste en serio, siempre lo dice de chiste — reflexioné.

— Puede ser.

No entendía bien lo que estaba pasando, creía que estábamos saliendo como amigos pero a Paulo le había dado miedo contarle a Gonzalo que íbamos a salir juntos, lo cual era medio raro. Pero también podía ser que le diera miedo que mi hermano pensara cualquier cosa cuando en realidad era una salida de amigos.

Pronto llegamos a una heladería donde cada uno se pidió un helado. El lugar era hermoso, estaba decorado re lindo, con muchos colores vivos en las paredes y en el suelo. El edificio tenía dos pisos, arriba había una terraza con vista a la ciudad. Paulo y yo decidimos subir y tomar el helado ahí.

Apenas subimos conecté mi teléfono al Wifi de la heladería, en seguida me llegaron mensajes por Whatsapp de mi hermana.

Palo💞
Kiara a dónde fuiste???
???
Kiaraaa
Mal que no tenés internet en el teléfono.
A penas llegues a un lugar con wifi avisame
!!!
Porfa

Yo
hola
salimos con Paulo a tomar un helado. Estamos en la heladería en un rato volvemos!!

— ¿Está rico? — me preguntó Paulo.

— Sí, no es muy distinto al de Buenos Aires — admití —. Por lo menos el de chocolate es parecido. El de Italia es una locura.

— Uhh sí el de Italia, y la pasta también — asintió él.

— Sí, la pasta también, pero no es solo la comida todo en Italia parece más lindo — dije yo.

QUISIERA ALEJARME. {Paulo Dybala}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora