10.

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El primer partido del mundial se jugaba en Moscú contra Islandia.

Unos días antes del partido hablamos sobre el tema mientras almorzábamos algunos jugadores, mi hermana y yo.

— ¿Están nerviosos? — preguntó Palo.

— Un poco — respondió Mercado.

— Pero no, vamos tranquilos, ellos son bastante defensivos y vamos a tener que encontrar los espacios. Sampaoli se está ocupando de armar un plan que nos ayude a hacer eso, así que tranquilos — respondió mi hermano.

— ¿Es bueno ese tipo? — pregunté yo.

— ¿Sampaoli? Qué se yo, se supone que sí, a Chile los hizo ganar por lo menos — dijo Gonza.

— Maldito el día en el que hizo ganar a los chilenos — me acordé de esa dura final.

— Pero bueno, hay que confiar — dijo mi hermano —. Me voy a duchar, después llámenme.

Después de esa conversación los días pasaron rapidamente. Los chicos seguían entrenando, yo seguía boludeando por el hotel y mi hermana seguía sacando fotos de la selección mientras se veía con el Kun a escondidas.

Me lo había tenido que terminar admitiendo después de que un día salí a nadar a la pileta del hotel y cuando volví estaban los dos abrazados mirando una película.

— Ahh pero ustedes son re cuidadosos — les dije riéndome. Cerré la puerta y volví después de media hora, la cual me la pasé jugando al ping pong con Gio Lo Celso.

Cuando volví a la habitación la hice confesar todo. Me dijo que todavía no eran novios oficialmente pero que estaban juntos.

Yo la estaba pasando re bien con la selección, ellos entrenaban a la mañana y a la tarde jugaban a la play, a las cartas, tomaban mate, etc. Y yo siempre estaba en el medio y a ellos parecía gustarles mi compañía.

Al que más me estaba acercando era a Paulo, cada vez que hablábamos yo me ponía menos nerviosa. Había confiado en mí lo suficiente como para hablarme de su ex relación, y desde entonces empezamos a hablar mucho más.

Dos días antes del primer partido del mundial, era de noche, Palo salió del baño vestida divina y maquillada.

— Ah bueno — le dije yo —, ¿a dónde vamos?

— ¿Me prometes discresión?

— Obvio.

— Salgo con Sergio — dijo tímida —, vamos a cenar ¿me cubrirías?

— Sí — dije sonriendo —, ¿si me preguntan dónde estás que digo?

— Voy a mandarle un mensaje a Gonzalo diciéndole que vos si yo salimos juntas ¿podes quedarte acá en el cuarto y no salir hasta que vuelva?

— Boluda me voy a cagar de hambre — me quejé.

— Ahora te busco algo de comida y te lo subo antes de irme, por favor — me pidió torciendo los labios hacia abajo para darme lástima.

— Bueno está bien — acepté —. Va a ser la noche más aburrida, lo hago por vos nada más.

— Sos la mejor hermana de todas — se acercó ella a abrazarme.

— Soy la única que tenés.

Entonces después de 15 minutos volvió a subir con una pizza y una coca, y se fue. A mí me gustaba ver a mi hermana feliz, su último novio no había sido el mejor y quería que ahora tuviera a alguien bueno a su lado, el Kun me caía muy bien por suerte.

QUISIERA ALEJARME. {Paulo Dybala}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora