‧ੈ✩‧¿Es necesario? ‧ੈ✩‧

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—¡Hasta que te dignas a actualizar estúpida!—57% de las personas que están leyendo.
—Ni quien te recuerde—19% de las personas que están leyendo.
—¡Estúpida mi historia idiota!—33% de las personas que están leyendo.
—Vaya, como te extrañe, gracias por volver—1% de las personas que están leyendo.
Ejemmm, bueno cómo podrán notar, no me morí.
Pero bueno, quiero dejar en claro que no me salí completamente de Wattpad, he continuado actualizando otras historias y respondiéndoles comentarios.
Por cierto, no olvides leer mis nuevos libros y seguirme (Claro si no haces verdad).
En verdad, no quiero hablar de mi vida personal, así que mejor comencemos con el capítulo, que es por lo que abriste está notificación.
También quiero pedir una disculpa enormeeeee. Y si no quieres seguir leyendo este libro; pues lamento haber perdido tu interés. Y si quieres seguir leyendo, muchas gracias, te aseguro que nunca tardaré más en actualizar.
AVISO:
El libro está por terminar y las actualizaciones serán continuas cada Sábado a las 10:30 PM
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Dicen que la vida juega una mala jugada a tus días cada determinado tiempo, para cualquier persona es fácil asimilarlo y creerlo, sin embargo cuando estás en situaciones complejas lo último que recuerdas es eso. Al contrario, piensas en qué otra cosa puede sucederte para arruinar más tus ganas de vivir. Muchas veces no alcanzamos a ver el camino en el que vamos, el futuro está lleno de oscuridad tan densa que nos nubla la vista hasta dejarnos ciegos.
Adrien y Marinette salieron de la mansión Agreste sin ningún tipo de aspiración o ilusión de encontrar una solución, es muy lógico esto ya que son adolescentes que ni siquiera tiene la mayoría de edad y mucho menos la madurez para hacerse cargo de ellos como pareja y de un bebé.

—¿seguro que no tienes otro familiar que nos quiera ayudar?— pregunta la oji azul tratando de hallar una salida y mejorar el ambiente de silencio y preocupación.

—No, ya te lo dije— respondió su pareja usando un tono que demostraba molestia y cansancio de la misma pregunta, que salió de los labios de la azabache desde que comenzó su trayecto.

—Vamos, seguramente tienes un tío, o una prima, o cualquier persona, tus abuelos ¿no?— insistió agregando una nerviosa sonrisa.

—¡No Marinette! Entiéndelo, no tengo a nadie mi padre era el único familiar aquí. Deja de pregunta lo mismo— respondió molesto y alzando la voz deteniendo su caminar y el de la chica soltando por igual sus manos que estaban entrelazadas, Marinette lo miro extrañada por su violenta reacción y solamente bajo la cabeza y continuó caminando. Su respuesta fue percibida por el rubio, quien se sintió culpable de haberle hablado así, pensó "Vamos idiota, ella no tiene la culpa de nada. Tú fuiste el que comenzó todo. La culpa es tuya por no saber controlarte ni negociar ¿Por qué carajo le hablaste así?
El aceleró su paso para alcanzar a la chica, cuando pudo ponerse a su lado la sujeto de la mano para obligarla a detenerse.

—Mari, discúlpame, no debí hablarte así, entiende que estoy desesperado—dijo tratando de convencerla de sus buenas intensiones.

—Sabes Adrien, si no me quieres a mi ni a mi bebé solo dilo, no tengo problema no serías el primero ni el ultimo hombre que deja a una chica embarazada.— le respondió en un tono seco y sin mirarlo a los ojos.

—¿Qué? Por supuesto que no, los amo y no quiero que les falte nada.—dijo preocupado y tratando de mejorar la situación. Mari alzó la vista y miró sus ojos, cómo confundir una mirada sincera. A pesar de todas las dudas e inseguridades que les esperaban a ambos había un deseo de aceptarlas y vivir con ellas, además si iban a estar juntos sería mucho más fácil.

Viviendo bajo el Mismo techo Y ¿¡Durmiendo En la Misma CAMA!? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora