-Quieres bailar? –Sus palabras me trajeron al presente. La canción cambió a ‘across the universe’ y no pude evitar que algo dentro de mí diera espacio para decirle que sí con un infantil asentimiento de cabeza. Me regaló una sonrisa inducida por el alcohol, y en ese preciso instante me arrepentí de tomarle la mano; sentí cómo todos los ojos estaban puestos en nosotros, pero ya era demasiado tarde para dar marcha atrás. Mis pies ya estaban meciéndose junto a él.
Se hacía un poco difícil bailar con Harry en ese estado, por lo que decidió mecerse en vez de realizar movimientos más elaborados como mover las caderas y los pies al mismo tiempo.
Su sonrisa no se borraba de su rostro, era imposible evitar que las mías salieran a relucir con tal espectáculo frente a mis ojos. Me acomodé en su pecho y cerré mis ojos.
Así estuvimos un rato más, meciéndonos con ‘I just wanna hold your hand’
¿Por qué las canciones iban tan acorde a la situación? No lo entendía. Esperen… esa canción… tiene algo especial.
Sí, Harry me la cantó… un día antes de que todo acabara. Cómo puedo hablar en un susurro en mi propia mente.
Mi cuerpo se tensó y Harry lo notó. Me separó delicadamente de él y me miró con desconcierto a los ojos; al verme reflejado en ellos, entendí que no debería estar con él, en ese instante ni en ningún otro.
Yo le había entregado mi alma por completo, había formado mi vida junto a la suya, y él de la nada, había decidido que ya no me quería a su lado porque nuestra relación era “monótona, aburrida y sin sentido”. Lo cito.
Me separé aún más de él mientras la duda se depositaba en su expresión. No, no podía más. Tenía al frente de mí quien me destrozó el alma y mucho más que eso porque “quería aprender lo que era estar con alguien más, sólo he estado con tigo… necesito experimentar”
Bien. Que experimente, pero no conmigo. No ahora.
Saqué sus brazos que sujetaban los míos usando toda la fuerza que pude encontrar. No era momento de lágrimas, era momento de correr.
Salí del lugar en un silencio que fue acompañado hasta por los Beatles. Corrí por los pasillos sin nada en mi cabeza; llegué a la habitación y la cerré, encendí dos velas para luego acomodarme en la cama.
Estaba sentada tratando de repasar todo lo que había sucedido, asimilando cada paso, cada palabra y cada sonrisa de Styles.
Había bailado con él por un extraño motivo que aún desconozco. Algo dentro había hecho click nuevamente.
-Permiso –La voz de Zayn me sobresaltó, por lo que levanté mi mirada rápidamente para encontrarme con sus ojos miel, serios en los míos. Detrás de él venía Lizzie, venían cogidos de sus manos.
-Podemos entrar –me preguntó la castaña, a lo que respondí con un débil asentimiento de cabeza. Entraron juntos a la habitación y se sentaron a los pies de la cama.
-Te encuentras bien? –el morocho había hablado para darme cuenta de que hace mucho no escuchaba su especial voz. Respondí con otro asentimiento, temía que si hablaba, un nudo ilógico se formara en mi garganta.
Ambos se miraron preguntándose qué hacer. Yo me preguntaba lo mismo, sólo que no tenía a quién mirar.
-Lo que pasó allá nos dejo a todos un poco…
-Desconcertados –terminó la frase Lizzie, por lo que Zayn le regaló una sonrisa. Los dos me miraron expectantes.
-No sé qué pasó allá afuera. Supongo que estar con todos ustedes me recordó cómo se sentía… ya saben, estar con él también –Maldición, sabía que el nudo llegaría en cualquier momento.
