Cuando nos despegamos, Sol, Andy y Pat estaban soltando unas cuantas lágrimas, ante lo cual Lizzie y yo nos reímos; pero lo admito, yo también me emocioné, pero ya me habían visto llorar lo suficiente.
-YA SÉ! –me sobresalté ante el tan repentino grito de Sol… había olvidado que le da por gritar de la nada al lado de mi oído siempre que puede –asaltemos la cocina
Lo dijo en tono bajo y grave, tratando de sonar maliciosa y traviesa, pero lo salió terriblemente adorable, a lo que todas nos reímos haciendo que se decepcionara un poco de su fallido intento. Luego nos sacó la lengua a todas.
-Es buena idea –dije entre risas –vamos por unas galletas antes que Niall valla por ellas.
Así que me puse de pie y Pat hizo lo mismo.
-Yo te acompaño
No sé cómo no en qué momento… pero de repente me encontré caminando por un lugar de la casa que no conocía, con las manos repletas de comida y buscando a Pat que había desaparecido.
Debería estar asustada, pero respiré profundo para tratar de aclarar mi cabeza mientras caminaba con paso lento por los pasillos; estaba en eso cuando un ruido llegó a mis oídos
-cómo dueles en los labios, cómo duele en todos lados
¿Maná?
-cómo duelen sus caricias cuando ya se ha ido
¿Harry?
-Sí, sí… algo como esa canción que duele hasta los huesos
¿Harry con Liam?
-Deberías afirmarte en eso -¿Niall también?
Esperen… ahí debe ser donde han estado los chicos todo este tiempo. Pero… ¿por qué están cantando y hablando sobre el dolor?
De pronto y sin darme cuenta, mis pies se dirigían hacia donde provenían sus voces; y los encontré, estaban en una habitación casi vacía –si no fuera por un par de sillas y un apolillado sofá-. Había una ventana que daba hacia todo el verde esplendoroso del bosque, y por unos segundos me quedé maravillada viendo el exterior.
Pero unos acordes de una guitarra me despertaron de mi ensoñación; era Niall quien la tocaba, me daba la espalda sentado en una de las sillas, estaba concentradísimo en lo que hacía.
Dirigí mi vista hacia cada uno de ellos y me percaté de que aún ninguno se daba cuenta de que yo estaba ahí, así que me hice a un lado cautelosamente, procurando que siguieran sin darse cuenta que estaba ahí.
-No sufras más, quizás mañana nuestro llanto quede atrás, y si me dices que tu amor me esperará, entre la luz que mi sendero alumbrará. –No sabía que Zayn pudiera cantar así; los chicos parecieron cobrar vida al escuchar esa canción, casi se pusieron a aplaudir
-y volveré… como un ave que retorna a su nidal –terminaron esa estrofa todos juntos y casi me pongo a gritar. Pero tomé aire y mantuve la calma.
-Creo que ya es suficiente… Harry, deberías comenzar ya –habló Louis mientras yo estaba poyada en la pared
-Sí, luego yo te ayudo con la traducción –Ahora Zayn
Parecía como si los chicos hablaran en ruso, no entendía nada de lo que decían y me rehusaba a irme sin antes averiguarlo
-No sé por donde empezar
-Pero a ver… piensa, siente. Qué creer que quiere escuchar
-Escríbelo sin rodeos, con palabras que no tengan sentido…