-Mira Harry, un tocador para que puedas cuidar tus hermosos rulos.
Pegué un salto al mismo tiempo que me volteaba ante el susto que la voz de Niall me había causado. Su comentario fue seguido por unas risas de parte de los chicos. Luego se pusieron a recorrer la habitación de la misma manera en que lo había hecho yo.
-Con ésta, tenemos dos camas grandes, otras dos más pequeñas y el sofá de la chimenea. Creo que no tendremos problemas para repartirlas.
Al parecer, aún no se daban cuenta de que yo también estaba ahí, por lo que me quede en silencio oyendo lo que decían. Sí, sé que está mal, pero no quería salir para encontrarme con todos ellos allá afuera provocando otro ambiente tenso que soportar durante el día, créanme, ya tenía bastante con los otros.
Me di cuenta de que Liam no estaba, de seguro andaba en la cocina o revoloteando cerca de Sol de seguro.
Traté de no hacer ruido y me acerqué a la puerta; los oía perfectamente mientras dividían las habitaciones
-Supongo que en la pieza con dos camas pueden quedarse las tres, Lizzie, Andy y Sol
-Pat también puede irse con ellas –el último comentario salió de Louis, pero los chicos no respondieron nada, supongo que seguían acostumbrándose a la idea de que a Louis le interesara en serio una chica.
-Bueno… también –respondió algo confundido Zayn
-Pero chicos… y ____? –Niall, tierno irish boy al rescate como siempre. Una sonrisa se dibujó en mi rostro al oírlo –no creo que quiera quedarse con alguna de las chicas, o con nosotros. Si ni siquiera nos mira –lo último lo dijo con un tono de voz más bajo, triste, melancólico, no sé… pero no me gustaba oírlo así. Niall me pidió perdón una vez, y yo no fui capaz de hacerlo.
-Puede quedarse con Liam –sugirió Louis
-NO –la voz de Harry me hizo temblar, sonaba tan decidido y furioso, como si la idea le repugnara o algo por el estilo. Su voz, su grave y sexy voz me hizo temblar otra vez, que tuve que cerrar mis ojos para calmarme. Ellos siguieron hablando
-Harry… no creo que quiera quedarse con alguien más que no sea su… amigo –la voz de Zayn también mostraba un rastro de dolor que me hizo querer golpearme, pero no. Respiré hondo y abrí la puerta
-Por mí no se preocupen –todos se voltearon hacia donde salí y se me quedaron viendo con sus bocas abiertas por la sorpresa –yo puedo acomodarme donde sea… no me molesta compartir habitación con Pat, con Liam o… con Niall –al decir lo último, el rostro del rubio se iluminó y me regaló una de sus enormes sonrisa de “yeah budy” que no pude evitar devolvérsela. Tal vez ya era tiempo de comenzar a perdonar, pero sin presiones y uno a la vez.
Los ojos de Harry iban de uno a otro, supongo que al igual que todos, se sorprendió al oír mi respuesta.
-Entonces aquí se queda ____, Niall y Pat.
-Por mí bien –dije tratando de volver a mi postura seria
-Por mí perfecto, hoy tendré una pijamada –y Niall me regalo otra sonrisa, la cual trate de no responder, pero era imposible. Éste chico emanaba ternura por donde fuese, era como su súper poder.
-Las chicas pueden compartir la otra cama grande –sugirió Zayn
-Sí, y nosotros cuatro nos dividimos las otras dos camas y el sofá por turnos en pareja… para mantener el fuego caliente y que así la casa no convierta en un cubo de hielo –Dijo Harry aún mirándome.
Cuando la conversación terminó, agaché mi cabeza y salí sin mirar a nadie hacia el pasillo. Necesitaba encontrar a Liam...
Pero lo único que encontré fue un grito desgarrador que provenía de algún lejano lugar de la casa, me erizó los pelos; era una de las chicas, y pude oír cómo todos los pasos se dirigían corriendo hacia esa dirección. Mis pies se movieron automáticamente y comenzaron a correr también.