NADA PUEDE QUITARME MI PAZ

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_"El perdón pone fin a todo sufrimiento y a toda sensación de perdida"._

Cuando perdono mi percepción cambia. Cuando perdono reconozco que aun hago juicios. Cuando perdono entrego mis juicios a mi Maestro Interior, el Espíritu Santo, para que los cambie, generando en mi una nueva forma de ver. El Espíritu Santo es el símbolo de la parte de mi mente que mantiene el recuerdo del Amor de Dios, y cuando elijo Su sistema de pensamiento, es Su Amor el que se refleja en el amor y la belleza que percibo en los demás y en el mundo.

El mundo que veo, el mundo de formas que percibo se experimenta según que maestro escoja como mi guía. Cuando cambio mi mente del pensamiento del ego al pensamiento del Espíritu Santo, la separación deja de ser real, mi percepción cambia. Mi experiencia  del mundo de la forma es distinta, sin necesariamente haber un cambio en la forma, por ejemplo: Aquellos a quienes he juzgado como enemigos, ahora sin juicios, los veo como hermanos equivocados pidiendo amor. Lo que percibía como un lugar de conflicto, odio y dolor, es ahora un lugar de belleza, alegría y paz. Ahora puedo entender como dos personas pueden estar en una misma situación y ver cosas completamente diferentes.

La experiencia del Espíritu Santo me indica que no importa que tan catastrófica puede parecer una situación, nada puede quitarme mi paz. No hay un mundo aparte del que yo desee y en esto radica mi liberación. Cambio mi mentalidad con respecto a lo que quiero ver y el mundo cambiara también.

REFLEXIÓNES Y EDUCACIÓN FINANCIERA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora