Subo la última caja a mi apartamento y Luke cierra la puerta, apoyándose en ella. Me había mudado, por fin, era temporal, no me imaginaba toda mi vida viviendo aquí, pero necesitaba mi intimidad. Luke seguía viviendo en la base y yo había decidido volar de allí porque iba a volverme loco.— ¿Conectamos la televisión? —Pregunta.
— Claro.
Luke y yo nos podíamos llevar las horas muertas jugando al fortnite. Si no estábamos trabajando o bebiendo, nos podías encontrar pegados a la pantalla.
Y es lo que hacemos cuando conseguimos conectar la televisión. Jugamos a la Xbox y paramos cuando la pizza que hemos pedido llega.
La pongo en medio y antes de pulsar el play para seguir jugando, lo miro.
— ¿La invitaste a comer?
— Sí —dice con la boca llena—. Es muy agradable. Estuvimos hablando de lo que había estudiado, de nuestras familias y de todo un poco.
— ¿Y qué te contó? —muerdo un trozo de pizza.
— Que tiene dos hermanos más pequeños, que lleva aquí tres meses y me contó cosas de su antiguo trabajo aquí. También me ha invitado a probar su tortilla de patatas un día.
— Típico español —murmuro.
— ¿No te gusta?
Me encojo de hombros. — Bueno, ¿Ya tienes otra cita con ella?
— Ni siquiera tengo su teléfono. ¿Tú lo tienes?
— No, solo hablamos por Snapchat.
— ¿Quién no le pide el número a la chica con la que ha quedado para acostarse?
— Snapchat —vuelvo a cogerme de hombros—. No quería darle mi número.
— ¿Miedo de que fuera una terrorista? —Se ríe.
— Puede ser —me río y muerdo el trozo de pizza—. Solo tengo su Snapchat si lo quieres.
— Prefiero ir de nuevo al bar y pedirle el número.
— Como tú veas, ¿continuamos?
Le doy al play y seguimos jugando, gritándole a la pantalla y pasando el rato como siempre habíamos hecho.
No iba a comentarle que había ido a ver a Lía al bar, y al parecer, ella tampoco se lo había contado.
— ¿Qué tal con Kelly? —Me pregunta abriendo una cerveza.
— Bien, ella siempre está dispuesta a todo.
— Y ahora que tienes apartamento propio, más —sonríe y lleva la lata a su boca.
— Aunque a veces me aburre.
— ¿Te gustaría sentar cabeza?
— No todavía. Después de Katie no me fio de ninguna.
— Y tú haciendo un Instagram con algo bonito para ella cuando te fuiste a España —se ríe.
— No me lo recuerdes, cabrón —le tiro un cojín y él lo para con su mano libre—. Dejemos de hablar de ella, son malos recuerdos.
— Pasado pisado, Nick. Hay muchas chicas en el mundo.
— No tengo ganas de tener una relación. Eso de hablar 24/7 con alguien no es lo mío, quiero mi espacio.
— ¿Kelly te lo da?
— Kelly está tocándome la moral ya —suspiro y bebo de la cerveza—. Cambiaré de chica —digo decidido—. No puedo aferrarme solo a una porque después se enamoran o que se yo.
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Goodnight and go (Disponible en Dreame)
Novela JuvenilNunca lo entendí. No llegué a saber qué quería, cómo se sentía. Era un misterio. Ese chico alto y moreno de ojos azules y verdes, era un enigma. Su corazón lo era.