INKTOBER 2018 [BNHA x Fem!Lector]

14- Reloj

La oscuridad de la noche era familiar, junto al sonido de los grillos y el leve viento que pasaba por los árboles. Metió ambas manos dentro de su gabardina negra, extrayendo de cada bolsillo dos talismanes mágicos. Oía de lejos los gritos de Katsuki, quejándose de algo, probablemente la formación. 

Es normal que los exorcistas Knight vayan a la cabeza de un grupo, sin embargo, con (T/n) a cargo lo recomendable es que sea ella.

Debían proteger una Iglesia del ataque de varios demonios, que desde hace varios días trataban de derrumbarla ya que los exorcistas que viven allí más de una vez arruinaron sus planes a la hora de querer secuestrar gente o turistas. Al ser una enorme cantidad, pidieron ayuda a los expertos.

Tenya está detrás suyo, revisando el reloj de su muñeca.

No es sorpresa para nadie que las doce y tres de las mañana son momentos perfectos donde se abren portales.

—Queda un minuto, en sus posiciones —Como siempre, el presidente de la clase daba las órdenes—. (T/n), será mejor que te apures.

—Shh, asustaras a mis niños —Dicho eso, murmuró las palabras indicadas para invocar a sus demonios.

Cuatro HellHound emergieron del suelo, soltando una baba viscosa que al contacto, derretia cualquier cosa. Sus pechos se iluminaban igual que un volcán en erupción, a la vez que vapor y ceniza brotaba de sus espaldas.

—Comida... —Farfulló uno de ellos, chocando su cabeza contra el muslo de la Tamer.

Tenya ya tenía las armas preparadas en caso de que alguno intentará hacerle daño, pero solo vio como la joven Exorcista acariciaba la cabeza del demonio con cariño.

 Cierto, en su momento, estos demonios la habían salvado.

—La tendrán, demonios de baja categoría a la parrilla.

Los HellHound soltaron risas escalofriantes.

El reloj de Tenya soltó un pitido, y los perros corrieron dejando un rastro de pisadas luminosas en un rojo casi radiactivo.

Los ojos azules del Exorcista observaron los rasgos de (T/n), notando una sonrisa sádica en sus labios.

Y se preguntó quién daba más miedo.

¿Los demonios de baja categoría o ella?