INKTOBER 2018 [BNHA x Fem!Lector]

31- Rebanada

Es muy raro para ella el estar rodeada de personas que realmente se preocupan por su bienestar. Personas que la tratan con amabilidad y cariño. Es una sensación nueva e inexplicable, porque después de estar tanto tiempo en la oscuridad, aislada del mundo, creía de todo corazón que allí se quedaría. 

Incapaz de amar o de sentir amor.

Los brazos de (T/n) la sostienen de forma gentil, cada tanto depositando un beso sobre la coronilla. Desprende un aura maternal que atraía a cualquiera, ya sea niño o adulto. Uno sabía que a su lado estaría a salvo.

El disfraz de unicornio comenzaba a incomodarle porque hace calor en la habitación, más de una vez tuvo que acomodarse la falda de arcoiris. 

Izuku y Mirio estaban alrededor, haciendo payasadas, riendo entre ellos. Cada tanto los escuchaba hablar sobre sus entrenamientos, entre otras cosas relacionadas a los héroes. Eri se preguntó si en algun momento, ella podría cuestionarse las mismas cosas. 

Bajo de las piernas de (T/n), pronto atrayéndola con su mano. La adulta se dejó guiar por la ojos rubí. 

Eri se detuvo frente a la mesa repleta de diferentes comidas, desde dulce hasta salado. Eligio un plato con una rebanada de pastel de chocolate, y se lo acercó a la joven héroe.

—Gracias, Eri —Agradeció sonriente, aceptando aquel gesto amable de parte de la niña—. ¿Qué te parece la fiesta de Halloween? 

La albina estrujo el tutú entre sus dedos, los ojos yendo de un lado a otro. Hay risas, gente feliz, caras conocidas. Sus ojos cayeron sobre el vientre abultado de (T/n), y por unos momentos envidio a la criatura que crecía allí. 

Ese sentimiento desapareció de forma rápida y solo se abrazo a la adulta, sonriendo de tal forma que se podía ver toda su dentadura. 

—¡Es muy divertida! 

Eri recordó entonces, que la persona frente suyo, ahora es su madre. Que el niño que crece en su interior es su hermano, y que el hombre que la ayudó a trenzar su cabello con suma paciencia, ahora es su padre.

Aizawa esbozo una leve sonrisa desde el otro lado de la habitación, observando la escena.

Esa niña aislada del mundo, finalmente es libre.