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- ¿Estás bien? - pregunté preocupado

- si... No te preocupes

- entonces ¿Quieres ir? - pregunté

- pues...

Astrid tardó en contestar me, al final me miro, formó una sonrisa.

- bueno sería de mala educación rechazar una fiesta para nosotros - dijo al fin

- bien

El día pasó rápido, la verdad es que sin darme cuenta así como abrimos el taller al poco tiempo dimos por concluido las inscripciones, sí que se me fue rápido el día.
Hoy no tuvimos que escuchar historias tristes ahora ellos iban al grano, gracias a eso todos pasaron a la entrevista.

- el día se pasó rápido

- si - dijo Astrid - bueno y sobre esa fiesta

- será mañana - dije - yo paso por ti

- de acuerdo

Narra Astrid

Siendo sincera, no estaba segura de ir, siento un mal presentimiento de esto

- oye Hipo

- ¿Que ocurre?

- se que la fiesta es para nosotros pero... ¿Te molestaría si llevo a mis amigos?

- claro, por mí no hay problema, si van a estar mis amigos ¿Porque no los tuyos? - pregunto Hipo con una sonrisa

- gracias - dije

Hipo y yo comimos en un puesto mientras hablamos de cómo nos sentíamos respecto a nuestros primeros días.

- la verdad es que nunca me ví trabajando, en un taller - dijo Hipo y tomo de su refresco

- ¿En Cerio? ¿Cómo en que te veías trabajar? - pregunté curiosa

- no lo sé, nunca me ví en un gran trabajo ya que ninguno me aceptaba, sentía que mi destino era solo ser un camarero - soltó una risa al decir lo - ¿Y tú?

- bueno yo... Siempre quise abrir el taller, nunca soñé con otra cosa - dije con una sonrisa - lo que no me esperaba era compartirlo con alguien

- si yo igual - dijo Hipo

Nos quedamos callados por un momento, fue muy incómodo.

- bueno ¿Que piensas hacer con el dinero que ganes? - pregunto Hipo

- pues... La verdad no sé, son muchas cosas que no sabría que hacer primero - dije imaginando me todo lo que quería

Me imaginaba una linda casa, grande y cómoda para mí sola.
Haría la casa de mis padres un poco más grande y arreglaría todos los desperfectos de la casa.
Me imaginaba también conduciendo una camioneta realmente hermosa.
Ya no podía esperar para que todo lo que ahora estaba imaginando, se hiciera realidad.

- si yo tampoco - dijo Hipo sacando me de mis pensamientos

Lo miré algo sorprendida.

Narra Hipo

No eran muchas cosas las que podría desear, pero no está mal soñar.
Me imaginaba una casa pequeña pero con todas las comodidades y necesidades, un jardín, un auto.
Me gustaría poder decir todo lo que quería pero nunca terminaría. Lo único que sé es que no quiero estar solo en esa casa, quiero tener una familia, una esposa que me ame, hijos, sería lindo tener un mini yo.

- Astrid ¿Has pensado en tener una familia? - pregunté

Me miro algo sonrojada y sorprendida por la pregunta

- bueno, no lo había pensado pero... Si sería lindo tener una mini yo - dijo riendo - mis padres siempre me han dicho que cuando encuentre el chico ideal podré formar mi propia familia

Ya estaba anocheciendo, me gusta ver las estrellas siento que al ver las, me dicen que habrá un mañana, una esperanza, una nueva razón para seguir.

- me gusta la noche - dijo Astrid - es muy tranquila

Llegamos a mi departamento

- bueno, es hora de ir me - dijo Astrid

- no está bien que andes por hay sola

- Hipo

- vamos te llevo en mi auto

Astrid me miro algo confundida pero acepto.
Subimos a mi auto y fuimos a su casa, sus padres al escuchar el auto llegaron corriendo.

- que bueno que están los 2 - dijo el padre de Astrid - entren

- les tenemos una cena especial

Nos miramos el uno al otro algo confundidos, con algo de miedo entramos a la casa y fuimos al comedor.
La mesa estaba adornada para una cena familiar

- mamá, papá ¿Que es esto? - pregunto Astrid algo molesta

- es para celebrar su segundo día de trabajo - dijo su madre con una sonrisa

- ¿Que? ¿No fue buena idea? - pregunto el padre de Astrid

- bueno...

- que buen detalle de su parte - dije amable

- que bueno que te gustó - dijo la madre de Astrid

- bueno ¿Que estamos esperando? Tomemos asiento y comencemos a festejar

- ¡Heather! ¡Ya llegó Astrid!

Tomamos asiento, yo a un lado de Astrid, a un lado de ella estaba su padre, a mi lado estaba su madre y en frente de nosotros se sentó Heather.
La cena estaba muy deliciosa, no me esperaba algo así de los padres de Astrid, bueno si, pero me imaginaba algo más grande y que ya estuvieran preparando la boda y todo.

Narra Astrid

Por un momento quería matar a mis padres, pero al parecer a Hipo no le molestó lo ví contento, platicando con mi familia, riendo. Parecíamos una familia.

Ya había terminado la cena así que Hipo se despidió y salió de la casa.

- espero y mis padres no te hayan puesto incómodo - dije algo apenada

- no para nada

Mire arriba y ví a la luna

- que hermosa - dije

Hipo miro arriba

- no sé tú pero... La luna me hace pensar en muchas cosas

- ¿Cómo que? - pregunté sin dejar de ver la luna

- en mi vida, en mi futuro... En mi pasado... En mis promesas - dijo Hipo sin ver me

- si a mí también - dije

- bueno nos vemos después - dijo Hipo me dió un beso en el cachete y se fue

Al sentir sus labios en mi cachete me quedé en shock, no pude decir nada hasta que lo ví alejar se.
Forme una sonrisa y entre a mi casa muy contenta por lo que había ocurrido

El matrimonio de la luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora