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Las cosas no terminaron hay, si lo se fue una boda rápida.
Pero no nos importo ya que todo estaba muy organizado.
Bastante de hecho, hubo una pequeña comida, bajo la luz de la luna.
Lo que más nos pareció gracioso fue que poco a poco se fueron quedando dormidos.

Y bueno ahora llego el momento de... Ya saben ya noche de bodas, ahora estoy en el departamento de Hipo.
Estoy nerviosa, se lo que es el sexo pero como verán en mi familia casi no hablamos de eso.

- Astrid

- Hipo

- sabes esto es incómodo

- para mí también lo es - admiti

- bueno seré lo más amable que pueda

- está bien y ¿como es esto? ¿Yo me quitó la ropa o?

Dios solo estoy haciendo el ridículo
Hipo no me dijo nada solo me tomo de la nuca y me beso. Me tomo de la cintura y me pegó más a él.
Correspondi el beso, solo me deje llevar por el momento.
Hipo fue acariciando mi espalda de una forma tierna y dulce. Fue quitando me el vestido poco a poco, sus besos pasaron de mis labios a mi cuello. No sabía qué hacer.

- Astrid ¿Que pasa?

- es que... No sé qué hacer

- vamos es nuestra noche

Nuestra noche.
Sin pensar lo, abracé a Hipo y lo bese pero con más pasión que la primera vez.
Le fui quitando la camisa dejando ver su cuerpo.
Pecho, abdomen... Era perfecto, solo de ver lo me puse muy roja.

- no creo que te pongas más roja que yo - dijo Hipo apenado

- ¿Porqué lo dices?

- por esto

Hipo me quitó por completo el vestido dejando ver mi cuerpo semidesnudo, solo me tapaban mis prendas interiores. Mire a Hipo el estaba muy rojo al ver me.

- Hipo... No tengo el mejor físico ni nada...

- ¿Estás bromeando? Eres hermosa, una diosa, con esas curvas - dijo Hipo y me tomo de la cintura mientras que una de sus manos se paseaba por mi trasero - con esta lisa y suave espalda - con su mano libre comenzó a acariciar mi espalda.

- Hipo...

No me hizo caso y beso mi cuello y luego mis hombros.
Sentía tanto placer que solo acaricie su cabello mientras el seguía besando me.
Después de unos segundos sentía algo raro en mis pechos... Mire abajo ¡Mis pechos estaban descubiertos! Mi brassier estaba en el suelo.
No pude decir nada ya que Hipo comenzó a besar los, acariciar los y lamer los.

- que hermosa eres Astrid - dijo sin dejar de besar mis pechos

- ah... Hipo

Comencé a soltar gemidos, estos comenzaron a aumentar cuando las manos de Hipo comenzaron a acariciar mi trasero de una forma exitante.

Narra Hipo

Ya no podía aguantar más, quería hacer a Astrid mía.
L

a coloque en la cama, me separé de ella por un momento. Me quite el pantalón.
Astrid me miro muy sonrojada y sorprendida.

- Hipo...

- tranquila...

Me puse encima de ella y la volví a besar. Ella enredo sus piernas alrededor de mi cintura sin dejar de besar me

- asta que participas - dije bromeando

- calla te - dijo Astrid

La volví a besar, acaricié sus piernas y ella mi espalda.
Nos separamos, le quite la última prenda que dejaba ver la por completo desnuda.

El matrimonio de la luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora