―Tiene que salvarla doctor ―dijo Joan, mientras que iba con la camilla con los enfermeros y el médico.
―Haremos todo lo posible para salvar a su esposa, señor Thompson ―dijo el médico.
―Hágalo. Yo... la amo... y no quiero perderla.
―Lo intentaremos. Se lo prometo.
Allan solo sabía mirar por la salud de James. Que también corría peligro entre la vida y la muerte. Pero Joan, esperaba que su esposa se salvara de una muerte que estaba segura. Una que él mismo había provocado al tentar su propia vida tentando la suerte con González.
Mientras que ella dormía, comenzó a ver en sus sueños un paraíso blanco dónde solo había paz y tranquilidad. Algo que había necesitado desde el día en que se casó con Joan.
Se decía a sí misma que quería eso eternamente. Era un lugar de tranquilidad en el cual no había que sufrir castigos o algo por el estilo. Solo que allí se sentía libre por fin.
De pronto, después de unas horas sin ver lo que ella esperaba; Taylor vio a su padre con una sonrisa hermosa en la cara. Una que le demostraba que estaba en paz consigo mismo. Pero fue de pronto al ver alguien que tanto quería, lo que le hizo despertar de aquel sueño.
Cuando abrió los ojos por primera vez después de que los médicos la intervinieran de urgencia con una transfusión de sangre tres días después y vio a Joan a su lado. Él estaba sentado en la cama junto a ella. Ya que le vio abrir los ojos.
Joan llamó al médico y mientras que esperaba, miraba a su esposa como si fuese la primera vez que lo hizo.
―¿Dónde estoy? ―preguntó ella.
―Recuerdas lo que pasó hace tres días.
Taylor asintió.
―Estaba en esa casa secuestrada y escuche disparos. Cuando entre en una de las habitaciones, mi raptor estaba allí. Recuerdo que me apunto con su pistola y de pronto aparecisteis James y tú. Le clavé el cuchillo a ese hombre y luego solo escuche mas disparos en la habitación ―Taylor hizo una pausa y recordó a James―. ¿Dónde está James? ¿Está bien?
―Taylor...
―¿Qué... pasa? ―ella se quejó.
―James murió al intentar salvarte la vida.
―¡Que!
―Lo siento. Le intervinieron de urgencia al igual que a ti, pero él murió mientras que le intervenían.
Después de sus últimas palabras, el médico entró en la habitación.
Mientras que Joan se alejaba, Taylor comenzó a pensar en todo lo que había pasado hace unos días. Entonces se prometió que no perdonaría a James por ponerse en medio y salvarle la vida. Ya que aun le seguía queriendo, pero algo había cambiado en su interior...
Continuará...
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Cuarenta Días de Dominación (Una Noche en Verona II)
Novela JuvenilTras el secuestro, la violación y la obligación de casarse con su secuestrador; Taylor sufre las consecuencias de la decisión que tomó para mantener a salvo a su familia y al hombre que ama. James. Que no sé deparará en buscarla para mantenerla a sa...