Aprendiendo a amar - Mishifu

Capítulo 14

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—¡Giam! ¡Mi amor! –Escuchó esa voz

—¿Hola?

—¡Bebé! ¿Cómo estás? ¿Dónde estás?

—Hemos hablado sobre esto muchas veces –Dijo Diego con frustración, alejándose un poco de ______ —Te he dicho que tú y yo ya no somos nada, ¿entiendes?

—Pero, bebé, ¿y lo que pasó en la fiesta?

—Nada de "bebé", por favor. Y lo que pasó en esa fiesta no fue algo con lo que yo estuviera de acuerdo y por eso me alejé de ti

—¡Te odio Giam Alatrista! –Dijo la chica y colgó la llamada

Él guardó su celular, dio un suspiro y alzó la mirada. ______ estaba en los columpios sentada esperándole, lo único en lo que pensó fue en lo tierna que se veía. Caminó hacia ella y se sentó en uno de los columpios de a lado.

—¿Pasó algo? –Habló mirándole

—No, nada importante, no te preocupes –Le respondió en una sonrisa

—¿Te parece si hacemos un concurso? –Dijo ella para alegrar un poco el ambiente

—¿Qué tipo de concurso? –Dijo riendo divertido, le encantaba la cara de emoción que ______ tenía

—Ver quien llega más alto –La sonrisa no se borraba de su cara

—Hm... No

—Bueno –Dijo ella agachando la mirada

—No te quiero ganar –Dijo retándola

La sonrisa de ______ volvió, comenzó a balancearse de arriba hacia abajo, Giam también lo hacía y aunque ______ le llevaba ventaja no paraba de columpiarse.

Ahí estaban, dos chicos riendo alegremente mientras se columpiaban, compitiendo por ver quien llegaba más alto. A ______ le encantaba alzar la cabeza cuando estaba arriba y sentir como la brisa golpeaba su rostro, Diego solo la miraba con ternura intentando alcanzarla.

Después de un rato de estar así los dos se cansaron, al final ninguno le ganó al otro, comenzaron a caminar un poco hasta llegar a una de las tantas áreas verdes.

______ tomó la mano de Giam y caminaron juntos hacia el pasto, ella se sentó haciéndole una seña a él para que se sentaran juntos, al llegar ______ se recostó en el césped y cerró los ojos disfrutando de el cantar de las aves.

Giam estaba sentado admirándola, viendo cada facción de su rostro; desde el más pequeño lunar hasta el grueso de sus labios.

______ abrió sus ojos y se encontró con los de Diego mirándola con dulzura mientras sonreía.

—¿Tengo monos en la cara? –Dijo divertida

—¿Ah? –Habló Diego desentendido —Ah, no. No, no –Rió nerviosamente

—¿Y por qué me miras tanto? –Dijo y se levantó

—Es que eres muy bonita –Habló entre sonrisas

______ se sonrojó a más no poder, agachó la mirada mientras sonreía. Su sonrojo era tanto que le daba vergüenza mirar a los ojos a Giam así que optó por tapar su rostro con sus manos.

—Oye, dejame verte –Dijo

______ hizo caso omiso y siguió cubriendo su cara, Diego hizo una mueca y tomó las manos de ______ para retirarlas lentamente.